Mary
Estoy sentada al borde de mi cama, dentro de estas 4 paredes rosadas, practicando en mi guitarra el Canon de James; no está tan difícil, sólo necesita un poco de agilidad con los dedos. Para mañana ya me la habré aprendido bien.
Me encanta demasiado esta pieza, me lleva a lugares que no conozco, siento que es parte de mí. Sinceramente, la he escuchado antes, en sueños... pero no sabía su nombre, hasta que vino James Harper a darme la partitura. Hasta entonces no sabía que esa pieza era la de mis sueños, hasta que la toqué, y se me erizó la piel.
Había tenido sueños en los que me hallaba caminando en un lugar desconocido para mí, pero puedo describirlo como una especie de camino, muy bonito, de hecho, en un atardecer, llevaba un vestido blanco largo y habían flores, sólo veía mis pasos... y por alguna extraña razón esa música sonaba de fondo.
El canto de los pájaros se sumaba a ella y yo iba por ese camino, sin saber a dónde iba realmente, pero esa suave melodía del Canon... Uff... Me atrapó por completo.
Mejor sigo practicando.
Son las 7 de la noche y la casa está silenciosa. Mis padres fueron a celebrar su aniversario 45 a uno de esos restaurantes en los que todos van vestidos de traje, corbata y vestidos lujosos. Mariah Johnson llevó un vestido negro que le sienta bien, y Erick Johnson un traje del mismo color con una camisa beige y una corbata gris oscuro. Se veían hermosos.
Mark —el hijo del medio— se fue a Queens a visitar a la familia de su esposa, Kate, que está embarazada, y Erick Jr. —el hijo mayor— está trabajando en Manhattan.
Mi gato me hace compañía; ignoro sus maullidos y sigo practicando en la guitarra.
Después de unos 20 minutos dejo la guitarra, ya me siento capacitada para enseñársela a James mañana. Desde que le presté mi guitarra el día que llegué al grupo más nunca hemos hablado. ¿Será que es tímido? ¿O piensa que yo soy tímida? ¿Y si es gay?
Después de reírme un poco, descarto esa última pregunta; se mostró un poco nervioso al hablarme aquel día. Quizá no habla con muchas chicas... pero es guapo.
¡Mary, tienes novio!
Bueno, la verdad Jonas me ha tenido un poco descuidada últimamente. ¿Por qué no me ha escrito? Tampoco me preocupa tanto. ¿Qué nos está pasando?
En el colegio ya ni nos vemos; él dice que tiene mucha tarea y que está ocupado organizando las cosas de su graduación junto a sus compañeros. No sé si creerle, pensar que miente, o simplemente apoyarlo. Sinceramente ya no sé ni qué siento.
Trato de alejar todas las incógnitas sobre mi relación por un momento, quiero concentrarme en sorprender al chico Canon mañana.
Ya practiqué demasiado, hasta me salieron callos en los dedos. En los 4 años que llevo tocando guitarra, nunca antes me había esforzado tanto por tocar bien algo para alguien; en un cumpleaños de mi madre toqué "Cumpleaños Feliz", pero no me salió tan bien como esperaba, apenas estaba aprendiendo.
Salgo de mi habitación dejando la guitarra en la cama. La casa sigue en el mismo silencio absoluto de hace una hora.
El gato se durmió, así que sus maullidos ya no son un problema. Esto es un ambiente de tranquilidad que cualquier persona podría desear; sería genial que la casa estuviera así cuando yo tenga mi periodo que, por cierto, no tarda en llegarme, seguramente la otra semana.
¡Odio cuando me llega el periodo! Bueno, no hay mujer que lo ame, pero es que... ¡Ay! Es horrible. Lo bueno es que Jonas se digna a complacerme trayéndome dulces por los antojos; de lo contrario, nunca me compra nada...
En los primeros meses todo era color de rosa, era hermoso, de ensueño, como un paraíso... Me sentía cual princesa de cuentos de hadas. Ya llevamos un año y las cosas han cambiado mucho; es como si ya estuviera acostumbrado a mí, como si para él conseguir que yo fuera su novia no es más que un simple logro o trofeo, una tarea tachada en una lista de cosas que hacer, como si ya no le importa lo que siento... bueno, lo que creo que siento. Ya no es tan detallista como antes, ya no me llama todos los días, ya no viene a visitarme... ¿Qué ha pasado?
¿Será por mis padres? Mi madre... no es que no lo quiera, sino que él no tiene muy buena fama por aquí, siempre andan hablando de que se mete en problemas o cosas así; ella me dice que está bien, que lo acepta, pero que no haga nada malo con él... Siempre me dice que cuide mi virginidad, que no se la entregue a cualquiera. Solo intenta cuidarme.
Y mi padre... bueno, él solo quiere que no cometa ninguna locura o estupidez, pero en el fondo sé que no le gusta mucho que yo esté con Jonas.
Me lanzo en el sillón grande y tomo el control remoto del televisor; empiezo a pasar canales. Al no haber nada interesante en la TV, coloco un especial de Friends; me irá bien reírme un rato después de haber practicado tanto, un merecido descanso. Aunque la verdad nadie me obliga a esforzarme tanto, lo hago porque quiero... ¿O porque quiero sorprender a James?
Cálmate, Mary.
Es que... es guapo, no lo niego. Sigo con la sospecha de que es gay. La mayoría de los chicos guapos son gays hoy en día, y ya tiene 15 años, pudo haber decidido ya su orientación.
¿En qué estás pensando, Johnson? ¿Por qué estoy tratando de bajar las esperanzas con él? Un momento, ¿esperanzas de qué? Tengo un desorden mental ahora mismo, y como me siento cansada, este desorden en mi mente es suficiente para hacer que mi cansancio llegue al límite y quedarme dormirla en el sillón.
Escucho ruidos, es la puerta... ¿Estaré soñando? Entreabro los ojos y veo hacia la puerta, logro percibir las siluetas de mis padres. Estoy cansada, así que no logro articular palabra ni moverme por mi cuenta. Puedo ver que mis padres intentan dirigirse hacia la escalera, pero me ven dormida en el sillón y mi padre se acerca a cogerme en brazos y yo cierro los ojos, dominada aún por el sueño. Cuando abro mis ojos ya estoy en mi cama, arropada, con mi padre besándome en la frente.
—Buenas noches, princesa.
Mientras sale de la habitación mi visión empieza a tornarse borrosa y lo último que logro ver antes de volver a caer dormida es el reloj en mi mesa de noche marcando las 10:36 pm y mi guitarra a un lado de la cama.
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Romance de 10 Cuerdas ©
Roman d'amourJames Harper es un violinista, Mary Johnson una guitarrista; ellos son dos jóvenes amantes de la música que nunca pensaron poder amarse locamente. Todo sucedió tan inesperadamente que ninguno de los dos sabe cómo eso llego a pasar. En poco tiempo ya...