18.

13 3 6
                                    

No sé cómo reaccionará Mary al saber que tocaré con ella, pero espero que le guste. Solo de imaginarlo me emociono mucho: deseaba tocar violín, ahora lo va a hacer, debe estar muy feliz, y también tocará conmigo a su lado, eso deberá hacerla morir de felicidad. Quiero ser yo la causa de su felicidad, de su alegría, de sus risas, pero menos de su llanto, a menos que éste sea de felicidad o emoción.

Me voy acercando a nuestros asientos, escondiendo el violín en mi espalda para poder sorprender a Mary. Ella está sentada, ya sacó el violín del estuche y está tocando; voltea y me ve.

—Amor, no sé qué tienes tramado pero, ¿dónde está la guitarra con la que vas a tocar? —Hace gesto de preocupación.

Wow, formuló la pregunta perfecta en el momento perfecto. Esto le va a encantar. Saco al violín de su escondite —mi espalda, wow, gran escondite— y lo coloco en el asiento al lado del de Mary. La verdad, espero que Leonard no nos llame la atención por tantos cambios inesperados y sin avisarle. Alejo ese pensamiento y me concentro en la expresión de Mary, está sorprendida, perpleja, anonadada, petrificada.

—¡Vas a tocar violín! —dice en cuanto se ve capaz de decir palabra alguna.

—Sí, amor, voy a tocar violín... contigo.

—¡Awws! —Chilla agudo—. ¡Muero!

—¿Eres feliz?

¡Qué pregunta!

—¡Demasiado! ¡Ah! ¡Awws! ¡Te amo, te amo, te amo!

—Quiero estar a tu lado verte tocando violín por primera vez.

—¡Ya! Vas a hacer que muera aquí sentada, y no quieres eso, lo sé.

—Jajá, te amo, pequeña.

—Ven acá.

Me hala de la corbata y me acerca a ella haciendo que nuestros labios se encuentren... El mejor encuentro que nuestros labios pueden tener... Besarla es tan... ¡Delicioso! No tengo con que comparar sus besos, ¡son los mejores!

—Diablos, señorita.

Ambos reímos.

—Tus besos son deliciosos, James Harper. Los mejores besos del mejor novio.

¡Sus palabras! ¡Cómo lo dice! ¡Ah!

—¡Eres el mejor! —añade.

Wow.

—Lo somos, amor, lo somos.

Ese brillo en sus ojos que tanto deseaba desde hace rato empieza a aparecer y a intensificarse poco a poco.

Después de las hermosas palabras de introducción de Marcus, éste me cede el enfoque de las cámaras y toda la atención del público, a lo que yo alzo la batuta y empiezo a dirigir el Canon con Chipola. Seguro las personas que ya estuvieron en el concierto pasado no se esperaban algo más que el simple Canon suave, lento y delicado de siempre, porque en cuanto los 4 compases lentos pasaron y el ritmo movido empieza todos hacen gesto de asombro y de disfrute también.

Volteo un momento y allí están mis padres y Jolie, ¡al fin! Ahora si estoy completamente feliz. Más atrás veo a la Sra. Mariah y al que creo que es el hermano de Mary, Erick Jr., que se ve tan serio como su padre. Devuelvo mi atención a la dirección; Mary me dijo que dirigiera como Leonard, con expresiones, con fuerza, con drama, para verme como alguien que sabe lo que hace y para hacer que su madre se quede asombrada.

Como en el concierto pasado, le volví a pedir a Carl el favor de enfocar especialmente a Mary en su solo; volteo y veo a su hermano sorprendido mirando la gran pantalla, espero que se sienta orgulloso de ella. Es hermoso ver a mi novia tocando mi violín, uff... ¡Es tan bella! Se ve tan concentrada y emocionada moviendo ese arco, lo aprendió de mí, fui buen profesor.

Romance de 10 Cuerdas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora