Ya Sophie está en su cama, esperando por mí para contarle mi historia de amor con su madre. No me preocupo tanto porque no la entienda o se confunda, tiene 4 años, pero a pesar de eso es una niña muy inteligente, así que dudo que se le haga difícil entenderla. Aunque ahora que lo pienso, ¿por qué se le hizo fácil pensar un nombre para su hermano, pero no entendió la palabra "minuciosamente"? Uff, cosas de la vida.
—¿Preparada, pequeña Harper? —le pregunto y me siento en el borde de su cama.
—Siempre lista.
—Bueno... aquí te va...
Trato de resumirle lo más que puedo en cuanto a cómo nos conocimos, las noches hablando por chat, el malentendido de que tenía novio, las salidas al parque, cuando nos hicimos novios, el concierto, Canon, cuando hablé con su madre y su hermano, los covers, las canciones propias, mi cumpleaños, cuando cumplíamos meses, la fiesta de Hals, cuando dormí en su casa, lo de diciembre —obvio nada de contenido no apto para ella—, cuando me llevó a comer en el día del amor y la amistad, su cumpleaños, lo de Mariano Lantigua, cuando me acompañaba al cementerio a ver a Lita, cuando cumplimos 1 año, cuando se tenía que ir a la universidad pero decidió quedarse por mí, el accidente, lo mal que me sentí, cuando se recuperó, cuando me quedaba en su casa para cuidarla, cuando empezamos la universidad juntos, lo complicada que es la carrera de medicina, todos los años que pasamos estudiando, cuando entramos como residentes, cuando ya éramos doctores, cuando le pedí matrimonio, cuando nos casamos, cuando viajamos, cuando estaba embarazada, cuando decidimos el nombre de la bebé y cuando nació. Del resto eran detalles que mi pequeña ya sabía. Tardé aproximadamente hora y media contándole todo eso, con emoción, con sentimientos. Incluso lloré al recordar.
—Papi, no llores.
—Ay, hija. Es que viví tantas cosas con tu madre...
—Demasiadas —dice Mary, entrando a la habitación.
—Oh, amor. —Le sonrío.
—Esposo-chico-Canon.
—Me gustó mucho la historia de su romance.
—¿Sabías que le decíamos "romance de 10 cuerdas"? —dice Mary.
—Oh, se me olvidó decirle eso.
—Era algo obvio, papi. Tú tocabas violín y ella guitarra, pero no sabía que lo llamaban así.
—¿Te soy sincero? —le digo a mi hija—. Pensé que te dormirías a la mitad de la historia.
—¿Cómo crees, papá? Si te pedí que me contaras la historia era para prestarle atención, ¿no?
Mary y yo nos miramos complacidos. Cada día me sorprendo más por el uso del raciocinio, la capacidad de análisis y la inteligencia de Sophie. A veces sospecho que puede tener algún síndrome, quizá asperger.
—Oh, disculpa, hija, jajá.
—Sophie, cariño, ¿estás satisfecha con la historia que te contó papá?
—Así es, mami.
—Pues ya es hora de dormir, querida. Mañana será otro día.
Sophie hace un puchero, pero obedece porque sabe que le irá peor si no lo hace.
—Buenas noches, mamá. Buenas noches, papá.
Ambos nos acercamos a ella y la besamos, uno en cada mejilla.
Salimos del cuarto y cierro la puerta.
—Amor, ¿estabas llorando? —me pregunta Mary, secándome los restos de lágrimas que hay alrededor de mis ojos.
—¿Cómo creerías que reaccionaría al recordar todo, absolutamente todo, lo que vivimos? Amor no puedo creer que estoy aquí contigo, con Sophie allí, con Ethan en camino. Esto es increíble.
—Ay, amor —Me abraza—. Nos propusimos esto y lo cumplimos. Nos amamos de verdad, siempre fue así. Gracias, de verdad, por todos estos años de amor sincero y leal. Eres el hombre de mi vida.
—Y tú la mujer de mi vida. Soy yo el que te agradece a ti por dejarme entrar en tu vida. Aquí estamos, amor. Somos una familia. Uff...
—Sí que lo somos.
—Amé contarle nuestra historia a Sophie.
—Y a Ethan tendrás mucho que contarle.
—Demasiado.
—Sí, porque tú bien sabes que esta historia no termina aquí. —Mary se aferra a mi brazo, se recuesta en mi hombro y nos dirigimos a nuestra habitación.
Esta historia no termina aquí.
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Romance de 10 Cuerdas ©
RomanceJames Harper es un violinista, Mary Johnson una guitarrista; ellos son dos jóvenes amantes de la música que nunca pensaron poder amarse locamente. Todo sucedió tan inesperadamente que ninguno de los dos sabe cómo eso llego a pasar. En poco tiempo ya...