Shopping

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Llegamos al centro comercial, y aún habían tiendas cerradas, era tan temprano, me pregunté si serían así el resto de mis días, yo era una chica muy dormilona. - Aprobechar ahora, que es cuando abren lo de el material escolar. Mierda, había olvidado pedirle el dinero a Willy. Pablo iba delante de nosotros, no hablaba con nadie, parecía tan antisocial, por un momento entendí que no tubiera novia. - Ju... Amanda, papá me ha dado esto para tí. Era un sobre, lo abrí. Eran billetes, pensaba que habían 200 euros como máximo, pero contándolos, era cierto, me había dado 500 euros. Marcos tenía otros 500 euros, me lo dijo al ver mi expresión de asombro. - Te ha dado muy poco, necesitarás más? - Nunca había tenido tanto dinero junto en mis manos. Marcos río, - Pues acostúmbrate, papá no dejará que te falte nunca de nada. Pablo me indicó el escaparate lleno de mochilas, mochilas pequeñas grandes, rosas, lilas, eran preciosas, me las quise comprar todas, Marcos vió mi cara, solo necesitas dos como mucho, ah, y una de gimnasia. Asentí enrrojecida, entramos y me compre una mochila de gimnasio de mi color favorito, el lila, tenía estrellas en los lados, me cojí otra para el instituto rosa fucsia, para destacar, tenía de regalo un estuche minúsculo. ''Para las notitas'' pensé. Marcos vió una mochila que le pegaba muchísimo, era negra pero tenía un dibujo perfecto para él, estrellas. - Podrías cojerte otra mochila, para cuando laves esta, poder llevar la otra, le hize caso. Busqué y encontre una mochila como la que tenía yo para mi instituto, era rosa, de marca, Nike, era grande, y me encantaba. Cuando salimos Magda nos llevó a una ''librería'' vale, Pablo, ya tienes los libros en el carro, Marcos y nena, vosotros teneis que pagarlos ahí, ya los han apartado, y los tengo yo en el carro.  -Cuanto es todo? - 1.300 euros. - Pero si en el papel ponía que todo junto me valdría 1.500! dijo Marcos- Ya, pero al comprarlos aquí, y en estas fechas se rebaja un tanto por ciento, que se aplica en los dos. Le respondió el de la tienda - Vale.  - Toma 100 euros más, para tus cosas. Y Marcos me dió 100 euros más - Tu padre no se enfadará? - No, me lo dió para los libros. - Bueno chicos, os dejo aquí que tengo que ir a llevar los libros a casa, y al restaurante de tu padre, luego iré a buscar a Leonard, y volveré para recojeros, entendido. - Sí, mamá, no somos idiotas sabes? - Perdóname, Pablito, no te quiero dejar en ridículo delante de tus amiguitos. - Pues empieza por no llamarme Pablito, ni tratarme como un bebé. Magda se fué, y entonces entendí porqué Pablo no tenía novia, su madre le llamaba Pablito, igual que si fuera un niño de 8 años. Tenía que tener más o menos la edad de Marcos, iban a la misma clase, sin embargo, lo trataban como a un bebé, lo compadecí.       - No te preocupes, algún día dejarán de tratarte como un bebé. - Ya pero, tengo 19 años, me trata como si tubiera 12 menos, no quiere que me vaya de casa, para no tener que hacerme la cama solo. Es un sufrimiento, quiero salir y no me deja. Es absurdo. - Te quejas de ella, pero si la perdieras, de cualquier forma, te aseguro que la hecharías muchísimo de menos, y llorarías, y rezarías, e intentarias como fuera que te volviera a abrazar, a besar, y ansiarias escuchar de sus labios un te quiero. Me contuve, no lloré. Marcos me abrazó, y Pablo entendió el motivo, a él lo secuestró Willy para Magda y Leo cuando él tan solo tenía 5 años. - Supongo que yo era muy pequeño cuando eso me ocurrió, que edad tienes? - 17. Pablo no habló casi nada más, simplemente nos seguía como si fuera un perrito faldero, en parte se lo agradecí, tenía confianza con Marcos, pero a él lo acababa de conocer, y me miraba como con cara de deseo, pensé que quería tener algo conmigo, y no quise darle esperanzas en bano. Fuimos a una tienda de material, carpetas, bolígrafos y más artilugios. Marcos se compró 50 boligrafos de cada color, yo solo me iba a comprar 2 de cada color, pero Marcos me llenó de muchos más. - Con el tiempo, necesitarás más, y querrás volver a venir, y mi padre se mosqueará porqué no te preveniste bien. Compré 3 estuches, 1 para los bolígrafos y todo eso, otro para los colores de madera, y otro para los rotuladores. Compramos todo lo que necesitábamos para el colegio, y fuimos a comprarnos ropa, me lo pasé bien, por qué a pesar de que fueran chicos, tenían muy buen gusto, y ambos me valoraban todo lo que me probaba. Me pobré un vestido de color lila, que harían juego con los tacones que me compré, Marcos buscaba una camisa, y Pablo, había salido a fumarse un cigarrillo. Marcos se puso justo en frente de mí sin darse cuenta que estaba detrás, cuando se dió la vuelta, y me vió, vestida de esa manera, los ojos se le iluminaron. - Estás preciosa. Quédatelo sin duda, y ahora cámbiate, que como Pablo te vea así te pide matrimonio y todo. Me reí pero le hice caso, entendí que él también se dió cuenta de como me miraba Pablo. Cuando terminamos de comprar, me pasé por una tienda de tatuajes y pircings. -Aquí es donde me hize el tatuaje. Me lo volvió a enseñar. - Porqué una estrella destaca una estrella entre las demás?. -Mi madre siempre me decía que yo era su estrella, la que iluminaba su camino y que siempre lo haría, que destacaría siempre entre los demás, me decía que brillaba tanto, que sus noches oscuras, desaparecerían para siempre, me tocaba el pecho, justo donde me tatué que siempre sería su estrella, y siempre estaría en su corazón. - Lloré, una lágrima me recorría la mejilla. Era precioso lo que me había dicho. - Yo, siempre quise hacerme un tatuaje. - Y porqué no te lo hiciste? - Mi madre no me dejaba, decía a los 18 te haces lo que quieras. - Bueno, ya tendrás tiempo, no te preocupes. - Sí. Salimos y Magda estaba allí. Nos llevó a casa, y no había nadie. Marcos y yo jugamos a la consola. - Sabes, necesito maquillaje. - No te podrías haber acordado en el centro?, vaya cabeza eh, espera un segundo. Llamó a su padre, a los 2 minutos se acercó con dos cascos.      -Para que quiero yo esto?. - Necesitas maquillaje no? pues vamos a por el. Salimos, y habían dos motos, una de cross y la otra era una moto muy grande, recé para ir en la de cross, y efectivamente, fuimos en esa. - Quieres conducir tú?. - Bromeas? no tengo carnet, me lo quería sacar, pero mi madre no tenía dinero. - Ya te lo sacarás, tranquila, vamos, sube que vamos de compras. Me llevó a un salon de belleza. - Hola, soy Marcos Watson, busco maquillaje para mi hermana. - De seguida señor. - señor Watson?, mi hermana?. - Tú sígueme el rollo, que nos hacen descuento. Después de elejir mi maquillaje, Marcos se dispuso a pagar. El precio está en 90 euros señor. Le he puesto todo lo que me ha pedido su hermana señor, el champú, gel y acondicionador. Quiere que le reduzca el precio, o el señor prefiere peluquería para usted y su hermana gratuito. - Te apetece un poco de peluquería. Soñaba con que alguien me dijera eso algún día. - Por supuesto que sí. Fuimos a la peluquería, me cortaron e hicieron el alisado japones, me hicieron mechas azules, como las que quería pero no podía por falta de dinero. Marcos se cortó un poco el pelo, estaba guapísimo con ese cambio. Se le veían los ojos verdes, que destacaban más con su cabello oscuro. Cuando salimos, no fuimos a casa, me llevó a una visita por Hanoidú, me llevó a un mirador, en el cual se veía el pequeño pueblo. Después fuimos al restaurante. - Vaya, sesión de peluquería eh, estáis muy guapos. - Necesitais ayuda. - No, nena, es vuestro día libre, ir a casa y descansar, mañana por la tarde vendréis vosotros, que Riky y yo hemos de hacer cosas. - Vale, hasta luego Willy. - Hasta luego mi reina. Llegamos a casa, y estaba cansada, ese si que había sido un día digno de llamarlo ''shopping'' no lo que yo hacía de mirar dos tiendecitas, y comprarme un pantalón. Estábamos viendo la televisión cuando me quedé dormida. Quedaban solo 5 días para empezar el instituto, era de pago, Willy me confesó que le costaba cada mes 1.600 euros, más lo de Marcos que aumentaba a unos 3.900 euros mensuales, por los dos. Me sentía incómoda, pensando que tubiera que pagar tanto por mí. - No pienso dejar que vayas a una escuela pública, a saber que niños hay allí, seguro que gamberros todos, has de tener una buena educación, créeme, cuando vayas te darás cuenta, que es lo mejor para tí. Asentí. 

ADOLESCENCIA ROBADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora