sorpresa 2

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Llegué a casa y Javier estaba sentado en el sofá, esperándome. - Me habías dicho que preferias ir sola. - Lo sé, Javi, pero es su padre. - Era.... - Es - Como? - No he podido hacerlo, no he podido abortar, es mi hijo. - Y de David. - Pero es mi hijo, sabes lo duro que ha sido para mí ver la ecografía, sabes lo duro que ha sido pensar en que he estado apunto de acabar con la vida de mi bebé. Rompí a llorar y Javier me abrazó contra su pecho. -No te pongas así, no importa, será tu bebé, lo único que supongo que David querrá hacerse cargo, y vais a estar mucho más unidos. - Pero yo estoy contigo no? - Sí. - Pues no hay más que hablar, y ahora me voy a dormir, que ayer casi no pude dormir. En 5 minutos me dormí. Pasaron los días y yo iba engordando cada vez más, David solía venir amenudo, me regalaba cosas que compraba para el bebé como patucos, bodys, y cosas así. Una noche me obligó a ir a su casa, para que su familia viera el barrigón. Su familia me tenía mucho aprecio, y a pesar de que David y yo no estábamos juntos, aceptaban a la perfección que hubieramos decidido tenerlo y estaban muy contentos por ello. Sus hermanos estaban deseando ser tíos, y sus padres ser abuelos. Mi familia también estaba contenta, pero la suya muchísimo más, la mía me encaraba que yo estaba viviendo con una persona que no era el padre del bebé, y solían recordarme lo mal que lo iba a pasar. Mi tía, en un momento me propuso que dejara a Javier y que volviera con David para criar juntos a nuestro bebé. Pero yo no hacía caso, era nuestro bebé, pero yo estaba con Javier, por la actitud de David, y la verdad es que Javier había aceptado muy bien que David pasara mucho más tiempo conmigo a causa del embarazo y en ningún momento me lo reprochó, y a más aceptó que decidiera tenerlo a pesar de que al principio si que puso pegas. Me quedaba una semana para parir, estaba ansiosa por tener a nuestro pequeño entre los brazos, estaba immensamente gorda, y parecía que fuera a estallar, la cara y las piernas, hasta las manos me engordaron notablemente, ya teníamos la cuna montada y todo lo necesario, pañales, y de todo lo que está inventado para bebés y cada día seguía recibiendo regalos de ambas familias. Javier por el contrario no le había comentado nada a su familia, no se si es que le daba verguenza, o por puro egoísmo, pero me era indiferente, la verdad es que estaba muy feliz, y con muchísimas ganas de verle la cara a nuestro pequeño angelito. Estaba en la cama tumbada, con David sentado a mi lado, y Javier al otro. David tenía ambas manos en la barriga, notando las pataditas de su hijo, y Javier lo observaba desquiciándolo finalmente. Javier aguantó muchas veces que yo me riera con David a más no poder y minutos después le chillará a él pero por primera vez, se atrevió a decir. - Me vas a dejar por David? - A que viene eso? - Javi, la verdad es que el día que Judith paró el aborto, iba a besarla, pensando que volveríamos y ella me dijo que no, que estaba contigo, o sea que no te preocupes, cuando el niño sea más grande me lo llevaré y no hará falta que pase tanto tiempo con ella, no tienes que porqué ponerte celoso. Miré a David sorprendida, nunca imaginé que respondiera de esa forma. - Quien entrará? Porqué yo soy tu pareja. - Javier, eso ya lo discutimos yo y David, y la verdad es que creo que tiene que entrar David, porqué es el padre, ojalá pudierais entrar los dos pero solo puede una persona, y creo que la primera persona que merece verlo es su padre, no crees? -Sinceramente, no. Soy tu pareja, porqué tengo que aguantar que él te vea el chocho. - No se trata de eso se trata de su hijo. - Mira Judith, llevamos juntos mucho tiempo y nunca hemos hecho nada, vosotros os liasteis un día y mira, embarazada, porqué no hemos hecho nada y con él lo has hecho. - Porqué embarazada no me apetecía, y antes porqué no se dió el momento. - Sabes que creo? que no tienes ganas de hacerlo conmigo, y tus excusas no me sirven, porqué luego será un, el niño acaba de dormirse, o un tengo que darle el pecho o cualquier excusa para no hacerlo, y sabes que creo que si hubieras estado con David seguro que lo hubieras hecho hasta embarazada. - Javier, cálmate porqué a Judith no le viene bien estresarse. - Mira, tío, no me digas que me calme porqué me tienes hasta la polla, llevas mucho tiempo estando con mi chica, y estoy harto de que yo solo sea el puto novio aquí, que parece que esté aguantando una puta vela, soy su novio, y no lo parece, y estoy hasta los  huevos. - Tío, cálmate enserio. - Mira, como me vuelvas a decir que me calme te voy a arrancar la cabeza. Empecé a chillar. - Que os calleis los dos, que os calleis. - Judith tranquila. Javier, desahogate como quieras, pero yo te aseguro que Judith está contigo porqué le apetece, si no no estaría contigo, no hace falta que te alteres de esa manera, y menos, porqué Judith en estos momentos por una bronca así podría empezar a tener contracciones. - Claro, ahora queda como el puto sensiblero. - Javier, te lo voy a decir muy enserio, como no te calles ya, vas a salir por esta puerta y te quedarás en el sofá a dormir, porqué el médico me dijo que no hiciera ningún tipo de esfuerzo y a parte de cabrearme, me estás estresando así que cálmate por favor.             -Perdona, es que... estoy muy nervioso yo también. - Bueno, yo ya me voy, vale Judith, mañana vendré por la tarde a verte un rato. - Vale David, dale las gracias a tu madre por el bizcocho. - Claro. Sonrío, - Hasta mañana. Dijo mirando a Javier. Quien le clavó una mirada de odio. - Te has pasado Javi, y sabes que, hoy me apetece dormir sola, así que si no te importa, te vas a la otra habitación. 

ADOLESCENCIA ROBADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora