Javier y yo volvimos a estar juntos, sin planes de boda por el momento, pero volvimos a estar juntos. Llevaba ya dos meses de retraso de la regla y empecé a asustarme, fui al ginecólogo y ''Enhorabuena, estás embarazada!.'' -Esto del aborto como va? - Perdone creí que usted querría... bueno, pues le explico, eso hay que avisarlo por adelantado y abonando unos 300 euros el primer mes, 400 el segundo y 500 el tercer mes se puede abortar, si por el caso el feto tiene más de 3 meses sería imposible el aborto. Y de cuanto estoy embarazada? -Pues lamentándolo mucho yo calculo unos 3 o 4 meses. Si es de 3 tendría la posibilidad de abortar, si por el contrario está de 4... sería imposible. Cuando fué la última vez que practicó el coito. - Pues veamos dos, tres, creo que 4 meses. -Bien le haremos una ecografia más ampliada para ver el desarrollo del feto y le calcularemos los meses exactos. Las manos me temblaban y mi cabeza solo podía pensar en David. -Ha tenido suerte, el feto no está desarrollado del todo, pero creo que el aborto sería más conveniente hacerlo en estos días, por el contrario será imposible realizar tal acto. Llegué a casa, y le expliqué a Javier lo sucedido. - No quiero que abortes, tenlo y diremos que es mío. - No es tan fácil, y nosotros saber que realmente su padre es David, y saber que David tiene un hijo en vida y el siquiera se a imutado, me parece una crueldad, yo creo que lo mejor es hacérselo saber a David. Lo llamé y quedamos en un restaurante para tomar un café. -David, estoy embarazada. - Enhorabuena. Me quedé callada, y a los 5 minutos aproximadamente David me miró con cara de extrañeza. - Me llamas para quedar solo para decirme que estás embarazada? - El hijo es tuyo. - Como va a ser mío si tienes novio. - Con él no he hecho nada, además las fechas concuerdan. Se le transformó la cara lo curioso es que se la transormó con cara de felicidad. - Vaya, voy a ser papá. - David, quiero abortar. - Que? ni pensarlo, vamos Judith no puedes hacerme esto. -Yo quiero arreglar mi vida un poco, quiero aclararme mucho más, yo... no puedo tener un hijo a mi cargo ahora mismo. - Lo criaré yo solo, pero no le quites la vida, es mi hijo, no puedes hacerme esto, por favor Judith. - David seguro que ya te llegará el momento de ser padre, pero de verdad quieres que tengamos un hijo? - Sí. - Pero porqué? que vena te ha dado ahora por ser padre? - Porqué sería lo más bonito que tendría en mi vida, el recuerdo más bello sobre ti, sería algo nuestro, sería un recuerdo que... me alegraría la vida, sería el recuerdo de lo maravilloso que fué estar contigo, y que de el tiempo en el que estubimos bien salió algo tan maravilloso como una vida humana, nuestro hijo. - Me encantaría ayudarte pero la decisión está tomada. Simplemente venía a decirte que necesito que me ayudes, el aborto vale 500 euros y me parece justo que cada uno ponga la mitad. - Te daré todo el dinero que necesites, todo el que quieras pero no abortes. - David, no me hagas esto más dificil. - En una semana cobraré, te daré 300 euros. - Yo simplemente te pido 250. - No importa, asi tendrás más para casarte con el tío ese. - Javier y yo, de momento no nos vamos a casar. - Tú lo has dicho, de momento, mejor que empieces a ahorrar... Dejó el dinero de los cafes en la mesa y se marchó. Al día siguiente volví a ir al ginecólogo a anunciar de que a la semana siguiente abortaría. Cuando llegué a casa David estaba hablando con Javier tranquilamente en el sofá. - Esto es para ti. Y se marchó. Lo amarré del brazo, pero se soltó y se fué. Miré el sobre, lo abrí y habían 500 euros y una notita. ''He vendido el coche, para pagar TU aborto, que seais muy felices. '' Llamé al ginecólogo y le pedí cita para el día siguiente. Había un quirófano libre, asi que accedieron. Le envié un mensaje a David para que lo supiera. '' Mañana aborto a las 8 de la mañana tengo hora con el ginecólogo, me gustaría que vinieras. Muchas gracias por todo, y quiero que sepas que nunca te olvidaré''. -Mañana abortaré Javier. -Quieres que te acompañe? - No, prefiero ir sola. - Como quieras. Me voy a dormir que me encuentro mal. Yo no dormí, no podía pegar ojo, no paraba de pensar y pensar. Me imaginaba a mi pariendo de la mano de David, me imaginaba a mí y en mis brazos un dulce bebé, me imaginaba a mí y a David de la mano paseando a dos dulces niños, a nuestros hijos. Imaginé e imaginé y en todas mis imaginaciones era feliz. Dejé de imaginarme eso entreteniéndome con el televisor y de golpe salió una boda. Yo en el altar, todos los invitados esperaban mi sí quiero dedicado a Javier, pero miré a la puerta y allí estaba David, mirándonos llorando, con un bebé en los brazos. De golpé caí en la cuenta de que me había dormido, eran las 7:30. Bajé corriendo, y David me estaba esperando con un taxi. - Perdona me había dormido, buenos días, al hospital por favor. - De seguida señorita. David lloraba en silencio, secándose insistententemente las lágrimas con la intención de que no lo viera. -Malas noticias? preguntó el conductor. - Sí, me temo que sí. -Lo siento mucho. Llegamos al hospital. - Cuanto le debemos? - Nada, vayan, seguro que es importante, que sea leve. - Gracias. Entramos y me hicieron una última ecografía de la que sería mi bebé, nuestro bebé. David estaba delante, observando con nostalgia e impoténcia lo que tendría que ser suyo. - Lo siento. Negó con la cabeza. Me pusieron en una camilla y me llevaron al quirófano. David me amarraba el brazo mientras con el otro seguía secándose las lágrimas. Empecé a llorar y a arrepentirme. - Bien ahora le pondremos esta inyección que es para que el feto se suelte un poco de su ubicación y seguidamente meteremos este tubo que aspirará hasta llevarse el feto. Me acercaron la aguja. Estaba en mi piel clavada, solo quedaba apretar para que la inyección estubiera dentro de mí y no lo pude evitar. Chillé. - Pare. El médico tubo que intervenir. - Que ocurre? - No siga, no puedo hacerlo, es mi bebé, no puedo. Retiraron la aguja. -Está segura, no se podrá arrepentir más tarde, si no lo hacemos hoy, quizá mañana será demasiado tarde. - Estoy tan segura como lo estoy de que él es el padre. David me miró, y me abrazó sus lágrimas ahora de alegría, su boca con una enorme sonrisa. - Bien, pues puede recojer sus pertenencias y marcharse... - Sí, digalo, enhorabuena. - Por supuesto enhorbuena, si hacen ustedes muy buena pareja. David y yo nos miramos y David me besó. - No te confundas David, es nuestro hijo, pero yo estoy con Javier. Su expresión de felicidad seguía sin desaparecer, y su sonrisa tampoco había desaparecido. Salimos del hospital agarrados de las manos. - Te lo puedes creer dentro de unos meses tendremos un bebé. -Sí, tendremos un bebé. - Y Javier, que opinará sobre ello. - Seguro que lo comprenderá. - Bueno, sintiéndolo mucho, la verdad es que Javier me importa bien poco Judith, pero eso sí, estaré en el parto como padre, y en el embarazo también. Le solté la mano. - Tampoco te pases eh! David rió, después de tanto tiempo, los dos reíamos juntos. Acercó la mano a mi barriga y me preguntó -Puedo? - Claro. Me la acarició, y susurró. - Papi estará a tu lado siempre, pase lo que pase, y no dejará que nunca te pase nada. Me subió un poco la camiseta y besó mi barriga. Levantó la mirada y vió mis ojos. Es tan tierno, pensé. - Bueno, me ha entrado un antojo, y si vamos a recuperar tu coche, con los 500 euros que tengo en el bolso? - Es imposible, se lo vendí a un tipo de la calle, además tendré que comprar uno un poco más familiar no? -Bueno entonces que te parece si vamos a ver coches? - Perfecto. -Conozco una tienda de segunda mano en la que trabaja un amigo. Después de ir a ver los coches nos decántamos por uno muy asequible en perfecto estado y muy formal. Dejamos los 500 euros de señal y nos faltaba por pagar 2.000 euros más. -Pues cada mes le llevaré a tu amigo 500 euros y en 4 meses tendré el coche. -Sabes tengo algo ahorrado, y me gustaría ayudarte, aunque sea, siendo un prestamo por decirlo de alguna forma. - De eso nada, tú no vas a poner ni un euro. - Y si me entra un antojo, quien va a buscarlo porqué yo no tengo coche. -Y Javier? - Tampoco. Vamos, por favor, y para ir al ginecólogo y eso quien me llevará. - Visto así. - Mañana mismo vamos a por él, ahora llamo a mi amigo y le aviso. Llamé y avisé de que mañana iríamos a buscar el coche, fuí a sacar los 2.000 euros que necesitábamos y de paso fuimos a comer a un restaurante que estaba al lado del banco. Javier me llamó. - Donde estás? - Estoy comiendo en un restaurante. - Te tenía preparada la comida. - Lo siento se me había pasado la hora y tenía hambre. - Que tal a ido todo? - Ya te contaré. - Estás bien? - Estupendamente. - Bueno, dime en que restaurante estás - Pues es que... está David conmigo. - Te ha acompañado? - Sí. De repente hubo un silencio. - Javi? - Dime. - Pensaba que se había colgado. - Luego hablamos. Y colgó.

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ADOLESCENCIA ROBADA
No FicciónJudith es una joven de 17 años, una trágica noche... Por caminar por el lugar equivocado su vida se acaba, se acaba para siempre como ella solía vivirla. Es secuestrada por una familia con muchísimos problemas. Ella deberá decir adiós a su familia...