trabajo del instituto

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Me despertó Marcos con un  -Arriba dormilona, hoy hace un fantástico día. Me levanté, tenía razón. Desayuné, me preparé rápidamente la mochila, y salí a esperar a Belinda. Por primera vez, Belinda llegaba más tarde de lo acordado, siempre quedábamos media hora antes de entrar al instituto. Quedaban 15 minutos para que abrieran las puertas y Belinda, aún no había aparecido. Quedaban 5 minutos, me dispuse a irme sola, puesto a que Richard y Willy estávan en el restaurante, y Marcos se había ido a la universidad. Cuando llegué al instituto, sonó justamente el timbre. Entré corriendo, y tuve suerte de que la maestra no hubiera entrado antes que yo. - Buenos días chicos. - Buenos días señorita Manhattan. Nos sentamos. - Para la semana que viene, quiero un trabajo en parejas en el cual destacareis las opiniones personales, cada miembro habrá de elegir un tema, y exponerlo, y la pareja, ha de dar su opinión sobre el tema del otro. Las parejas las haré yo. Señorita Watson, veo que la señorita Marquez no está hoy presente. - Sí señorita Manhattan, Belinda, la señorita marquez no está presente. - Tiene usted idea del motivo señorita Watson. - No, señorita Manhattan, desconozco la ausencia de mi compañera. - De acuerdo. Veamos, os dejaré elegir con la condición de que me parezca un buen grupo. Todos levantamos la mano. Incluso Marta, pensé a quien pedirá... - Señorita Manhattan, yo podría ir con la señorita Marquez.- Señorita Watson, esa es una elección muy inapropiada, tengo la pareja perfecta para usted. -Señorita Manhattan no es por insultar, ni por intentar hacer su trabajo, pero podría saber a que es a lo que se basa usted para emparejarme con cualquier otra persona. - Me insulta usted, mire, no devería decírselo pero lo haré. Es una persona, que destaca en aquellas materias en las que usted necesita ayuda, y es una persona que en las materias en las que usted destaca, desconozco el motivo pero le cuesta. Usted irá con el señorito Escudero. - El señorito Escudero? - Eso sí que me parece una falta de educación señorita Watson, en este instituto, hay que saber los apellidos de los compañeros, llamar a los compañeros por sus nombres es un acto de confianza. - Discúlpeme señorita Manhattan. - tss, Amanda. Me giré. - Yo soy Escudero. - Tú? - Sí, me alegro de que nos pongan juntos. - Sí, y yo. ( mentí ) Javier siempre estava piropeándome, como acabaríamos el trabajo así, lo más seguro sería en que yo me estresaría. Mejor, le diré de hacerlo cada uno individual, y solo tener que quedar un único día para ponernos de acuerdo en la exposición. A la hora de recreo Belinda llegó. - Belinda donde diantres estabas, Manhattan me ha preguntado por ti. - He tenido que ir al médico. - Para que? - Ya te contaré, tu príncipe azul viene directo a ti.       - Sí... Hola Javier, - Llámame Javi, te lo he dicho mil veces. - Sí, tienes razón, que querías? - A hola Belinda, estás muy guapa hoy. - Gracias Javi. - Venía a decirte si te importaría quedar hoy, e intentar avanzar mucho, porqué no me va muy bien quedar cada día, a poder ser terminarlo hoy, así también hay tiempo para ensayarlo. - Perfecto! - De que hablais? - Un trabajo de la señorita Manhattan, tú vas con Marta... - Es verdad, como ha quedado lo de Marta y tu hermano? - Bueno, chicas, sé cuando sobro, al salir te espero en la puerta, tienes moto, o te llevo? - Siempre voy con Belinda. - Pues Belinda, hoy te la robo yo, vale? - Claro, pero cuídamela o te mato, eh! Ambos rieron, yo maté a Belinda con la mirada. - Estás loca, este me llevará a un descampado a intentar violarme o algo por el estilo. ''maldije esas palabras, fué justo lo que me ocurrió, a pesar de creer que eso no me sucedería en la vida''. -Anda, no seas mala, Javi, es un chico encantador, y es atento, y está por ti. - No me digas.. no lo había notado, dije sarcásticamente. - Vale miss sarcasmo, quizá es algo pesado, pero por mucho que le has dado calabazas sigue ahí insistiendo, es muy bonito... - Sí precioso, persecución 24  horas del día.  - No seas exagerada, a demás a todas nos gusta gustar. - Que a todas nos gusta gustar?. Nos empezamos a reír. Sonó la sirena, immediatamente llamé a Willy, - Willy, hoy va a venir un compañero de clase a casa, tenemos que hacer un trabajo. No te importa no? - Claro que no. Quereis que os lleve algo? - No gracias, con que llegues pronto me sirve. - Vale, pasaroslo bien. Salí, allí estaba Javi, subido a su moto, o dios mío, su moto era preciosa. También estaba Marcos. - Eh Marcos, esta tarde estarás en casa? - Que planes tienes? - Un trabajo del instituto.... - Vaya, pues tranquila, la casa para ti solita, yo me voy con Marta a cenar por ahí, gracias. - No hay nada que agradecer, pasaroslo bien. - Eso está claro! -Quien era ese? - Mi... hermano. - A el novio de Marta es tu hermano, osea Marta es tu cuñada. - Ah, dios mío, no la llames así. Vamos? - Claro, súbete. - Tu moto me gusta! -Sí? - Sí. - Me alegro. Me abroché el casco y subí. Javi iba rápido pero controlava. Paró en un semáforo. - No te da miedo la velocidad, no? - Me encanta la velocidad. - Pues agarráte, conozco un sitio ideal, para ir a tu casa donde puedo volar. - Volar? no ibamos en moto?  Javi río, por primera vez lo escuché, era una risa dulce, una risa, bonita una risa... ''que hacía pensando en eso?''. - A correr se ha dicho. Me agarré fuerte, y me hizo falta, Javi corría muchísimo, me encantó, el aire en mi cara. Fué magnífico. Llegamos a mi casa. Abrí la puerta. - Hola? - Creo que no hay nadie. - Voy a dejar esto arriba, merendamos y subímos a hacer el trabajo, te parece. - Claro, oye, puedo ir al baño? - No, está prohibido. Ambos reimos, por primera vez lo tenía frente a mí, mirándome y riendo. Era guapo, alto, moreno, ojos marrones, marrones con algo de verde. - El baño está todo recto, tercera puerta a la derecha. - Gracias. Subí, dejé las mochilas y bajé corriendo, con tan mala suerte que tropecé y me caí doblándome un pie. - Auuu! Javi salió corriendo con el pantalón desabrochado.            -Estás bien? que te ha pasado?. Se le cayeron los pantalones, dejándome ver sus calzonzillos de marca, negros, amarillos y con letras rosas. Me empecé a reír. Javi me ayudó a levantarme, me sentó en la silla, y se subió los pantalones. - No se como te puedes reír, me has dado un susto de muerte. - Tanto te preocupo? - Pues claro, acaso lo dudas? puso cara de tristeza. - No, solo quería comprobarlo. - Te duele mucho? - No, ha sido al momento, gracias. - Gracias? no  he hecho nada. - Sí, sí que lo has hecho. Javi me sonrío, y yo a él. Merendamos y en cuanto acabamos subimos a mi habitación. - Me gusta tu habitación, tiene como tu estilo. - Sí. Un regalo de mi padre. - Vaya, tu padre te debe de querer mucho. -Sí. - Bueno, vayamos al lío. Que tema quieres exponer, y cual es tu opinión sobre ello, más o menos. Yo había pensado en un tema como... la muerte, asesinatos, violaciones o secuestros.... es algo indignante... - Pues verás, no me gustan nada los temas que me acabas de decir, yo había pensado algo como... Amor, realidad o fantasía. Es un tema que se puede debatir bastante. O el aborto, la pena de muerte. - Vale, tú haz amor, realidad o fantasía y yo haré, haciéndote caso, aborto, asesinato o vida. Me parece bien. Ambos escribimos nuestra opinión sobre los dos temas escojidos. Luego intercambiamos papeles. Javier tenía una letra muy bonita, legible, sobre todo, los chicos de mi instituto en Barcelona, no sabían escribir con una letra bonita, y mucho menos, con una letra legible. Me sorprendí, me quedé tan atontada mirando simplemente la escritura, que Javi, ya había leído un papel.            -Me gusta. - Que es lo que te gusta? - Tú opinión sobre el amor, pero al contrario que tú, yo si creo en él, ahí lo tienes escrito, lo has leído ya? - No, perdona, estaba pensando en algo.                - No importa. Terminamos el trabajo esa misma tarde. Pero le propuse a Javi de quedar los siguientes días, para mejorar la presentación. Excusas para seguir quedando con él. Llegó el día de la presentación. A la señorita Manhattan le gustó mucho nuestra exposición, y nos puso un 10! me alegré tanto... y Willy estaba tan contento, que me prometió un viaje pronto a donde yo quisiera. 

ADOLESCENCIA ROBADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora