Negocio familiar

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Nos quedamos Willy, Marcos y yo viendo la televisión. Willy la apagó, me miró y me dijo.              - Tengo muchas preguntas que hacerte, tienes el graduado escolar? - No. - No importa, te falsificaremos uno. Tienes el bachillerato? - No. - Bueno, pues este año, te apuntaré en el instituto de Hanoidú. Marcos irá a la universidad, y tú al instituto, no te preocupes, no te harán nada, es un pueblecito bonachón, con mucho corazón, te tratarán bien. En cuanto a los estudios, Marcos te ayudará. - Vale. - Y tú, hijo mío, sabes ya a que dedicarte?. - No, papá. - Tengo que inscribirte ya a la universidad, no querrás ser como yo. Un inculto que no sabe ni leer, vamos hijo, de veras, piensa de una vez lo que quieres hacer, yo necesito inscribirte. - Lo sé papá, ya pienso en ello, antes de que se acaben las inscripciones te lo diré. - Empresarial?. - Me gustaría. - Pues entonces que es lo que has de pensar?. - En todo, papá, también me gustaría ser profesor.  -Por eso mismo le darás clase a Judith cua... - A Amanda. Le corté. Me miró y sonrío, volvió a mirar a Marcos y prosiguió. - A Amanda cuando llegues a casa. Richard y yo estaremos ocupados en el negocio. - Lo sé, papá. - Hijo, haz empresariales, y cuando termines el Master o lo que quieras hacer, puedes volver a sacarte otro de profesor, y todo lo que tú quieras, pero primero ves a lo seguro, o a tí que te parece ''Amanda'' ( remarcó ). - Me parece bien que tenga oportunidad de sacarse los dos, pero sí, yo creo que debería ir primero a lo seguro. A demás ya tiene la formación profesional de administración, la gestoría y eso, se le tiene que dar genial, creo que le será fácil. - Sí, tienes razón, en eso, yo, no había pensado, ves, van mejor dos cabezas que una. - Piénsatelo esta noche mañana hemos de ir al restaurante. Así que nos fuimos a dormir. A las 6:30 de la mañana Willy me despertó. - Nena, tenemos que ir a trabajar. Vístete, con el uniforme que te he dejado en la mesita de  noche, y te esperamos abajo con el desayuno, no tardes, por favor. Obedecí, fuí al servicio, pero me equivoqué de puerta y allí estaba Marcos, subiéndose los pantalones, - Perdón, cerré la puerta y corrí hacia mi habitación. Me vestí, y bajé. Marcos bajó 2 minutos más tarde. - Marcos yo... - Tranquila, el baño estába en la puerta de alante, no importa. Sonrío. Desayunamos y nos dirijimos al restaurante. Llegamos a el, miré la parte de afuera. el letrero gigantesco, ''Bon apetit'', debía de ser francés, o catalán, no supe bien bien de que idioma se trataba, pero lo ignoré. Entramos y nos pusimos ''manos a la obra'' , Marcos me guiaba, y me mostraba, y explicaba todo lo que tenía que hacer y como. Entraron los primeros clientes de la mañana. - Vé y atiéndeles tú, Amanda. Dijo Willy. - Hola buenos días, que desean los señores. - Niña a mi me traes un basito de leche con eso tan bueno que le hechais vosotros, y unas torraditas con mantequilla, Willy ya sabe de que hablo, tú dile que soy Héctor. - A mi me pones un café con leche, y unas magdalenas. - Ahora mismo señores. Sonreí. Me dirijí a Willy y le dije todo lo que me ordenaron mis clientes. Cuando ya estubo listo, Marcos cojió una bandeja y lo sirvió. - Ya podrás servir, cuando practiques, de momento no podemos tener torpezas. Este negocio va muy mal, demasiado mal. Los señores, desayunaron y se fueron. Limpié la mesa. Ya era casi la  hora de comer, y simplemente pasaron por allí 10 clientes más. Willy quería comer, y me dijo que lo tratara como a un cliente. - Buenos días, señorito Willy, que desea que le ponga la casa para comer. - La casa? acaso es gratis? - Perdone, vuelvo a empezar. Hola buenos días, que desea el señor. - Perfecto, me podrías poner, un sandwich que no esté muy hecho, una ensalada, y para beber me pones un vaso de vino. - En seguida, señor. - Ahora, quiero que me lo sirvas tú, sí? - Vale. Le dije a Richard todo lo que Willy me pidió. En cuanto estubo todo listo, Marcos me dió unos consejos, sobre como cojer la bandeja, para poder tener movilidad, y tenerla bien agarrada. Servi la mesa de Willy, y le gustó, me felicitó por ello. - Ya estás casi preparada, si sirves unas cuantas más,  serás una máquina, o mejor que eso, sigue así, progresas rápido, sabes que, sirve tú, si total, los clientes siempre son los mismos, sabrán que eres nueva, y te lo tendrán en cuenta, dile a Marcos que coja su comida, y venga aquí a comer, que ya sirves tú, porqué podrás hacerlo no. - Sí claro, y más si me das apoyo, y confias en mí. Fuí hacia Marcos y le comenté todo lo que acababa de hablar con su padre, y no tardó ni un minuto, cojió su comida, y se fué junto a su padre, hablaban de mí porqué no dejaban de mirarme, no a malas, sinó a buenas, les empezaba a cojer cariño y creo que ellos a mí también, o eso esperaba.Mientras tanto vinieron bastantes clientes más, y los atendí, se me daba bien, y me empecé a sentir cómoda. Vinieron extranjeros y los atendí dificultosamente, no tenía ni idea de inglés. Comí junto a Richard, mientras Marcos y Willy trabajaban, me apresuré para trabajar yo también, y por no pasar mucho rato junto a Richard.  Pasaban las horas, y no habían muchos clientes, es más, la mitad del local estaba vacío. Me preocupé, realmente, el negocio iba mal. A la hora de cenar, ví entrar a Leo junto a su mujer Magda, y un chico joven. Willy me indicó que  los atendiera. - Hola, buenas noches, que les pongo a los señores. - Un poquito de tu gracia, a mi me das un poco de sopa, de esta, y un poco de carne, pero no muy hecha, para beber, una cerveza sin alcohol. - A mi me pones los ravioli con tomate casero, que es delicioso, y para beber simplemente agua, y tú hijo que quieres. - Irme de fiesta!. - Pablo, por favor, compórtate. Pide algo.  - Pues dame la ternera con patatas y ketchup, y para beber, un refresco de naranja. - Muy bien, ahora mismo. - Por cierto, nena, dile a Willy que los papeles están listos, ah, y que ya te han admitido en el instituto. - Sí, señor, ahora mismo. Después de darle el pedido a Richard hablé con Willy, que se dirijió a la mesa, y cojió muchísimos papeles. Se acercó a mí y me dijo, aquí está toda tu nueva vida. Nos fuimos a casa, me dí una ducha, y pude cerrar el pestillo, tenía miedo a que entrara Richard y me volviera a violar. Cuando bajé la cena ya estaba hecha. - Lo has hecho muy bien, creo que te aumentaré el sueldo. Y se río. - Verás, te pagaré, pero de momento, tienes que comprarte material para ir al instituto, mañana Marcos, Pablo y tú acompañaréis a Magda al centro comercial, y os comprareis todo el material, mochila, estuches, lápices, y todo lo que necesiteis, ahí tienes una lista con todo. Si te apetece, compráte ropa, pero principalmente el material. Vale? mañana os daré 500 euros a los dos, y si os sobra algo, hay tiendas de ropa, maquillaje y todo eso que os gusta a las chicas. Cenamos, y me fuí a acostar. a las 6:45 de la mañana Willy me despertó. - Sé que es muy pronto pero Magda es madrugadora, vístete cómoda, que hoy iréis de compras. Hemos quedado que os iría a recojer al restaurante. Desayunareis allí y todo. - Yo quería ducharme... - Vale, vale, la llamaré y le diré que os recoja aquí a las 7:30. - Tardo 5 minutos, ahora vuelvo.  Fué cierto, me sorprendí a mí misma, normalmente tardaba mínimo media hora en ducharme, mi madre se mosqueaba continuamente por eso. Salí y me vestí. Bajé y Willy me esperaba como le dije. - Ahora ya podemos irnos. - Muy bien!  Fuimos hacia el restaurante. y Magda estaba allí en la puerta, puntual como un clavo. Desayunamos, y nos fuimos con Magda al centro comercial.

ADOLESCENCIA ROBADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora