Quedaba poco para que acabara el curso. Carla me ayudaba con los exámenes. Justo había acabado ella segundo de bachillerato. La escuela a la que yo iba era de pago, y empezaba antes, y terminaba después de todas las otras escuelas. Estaba nerviosa, no por sacarme bachillerato. En realidad eso lo vi una tontería, igualmente, yo no iba a tener estudios, con mi nombre real. Cuando volviera a casa, y recuperara mi antiguo nombre, no tendría ni la ESO pero ignoré eso por completo. Los últimos días, todo el mundo estaba por mí. Todos, excepto Javi, me dolió, él sabía que era muy importante para mí. Pero fué egoísta. No lo entiendo, se supone que en estos días tendría que estar a mi lado apoyándome, y lo único que hacía era evitarme. Último día de curso. Todos estábamos con nuestras mejores galas. Todos estában sentados en las butacas para familiares. Veía a Carla que me indicaba con el dedo que lo estaba haciendo bien. - Ahora como tutora de segundo de bachillerato, llamaré uno por uno a los que se graduan este año, a los que no, nos veremos el siguiente. Belinda y Marta estaban junto a mí. Javi estaba en la punta. Señorito Escudero, Javier Escudero. Enhorabuena. - Gracias señorita Manhattan. - Señorito..... bla bla bla bla bla bla. - Señorita Marquez, Belinda Marquez. Todos aplaudimos. - Gracias señorita Manhattan. Manhattan seguía hablando, estaba nerviosa, era la primera vez, que tenía la duda de haberme graduado. - Señorita Rubiales, Marta Rubiales. - Gracias señorita Manhattan. Solo quedábamos 10 alumnos. Porqué no me llamaba. Me empezaba a preocupar, qué? sólo quedaban 5, 4, 3, 2, o no, sólo quedaba uno... no me había graduado... -Señorita Watson, Amanda Watson. Subí, cojí mi graduado. - Muchísimas gracias señorita Manhattan, Dora sonrío e inclinó la cabeza, en señal de gratitud. - Dora, me llamo Dora. Le sonreí. Cojimos los sombreros de graduación y los lanzamos al aire! Llegamos a casa de Willy, los de siempre, y todos celebramos la graduación. Javier picó a la puerta. - Puede salir Judith? -Sí. Que es lo que quieres, Javi?. - Darte la enhorabuena, y aunque me cueste mucho decirte esto, espero que tengas suerte, y que seas feliz, recuerda que estaré aquí, para todo lo que necesites. - Lo sé Javi, creeme, enhorabuena a ti también. - Todo ha sido gracias a ti. A Javi se le caían lágrimas de las mejillas. Me dí cuenta. Me quería de veras, y no quería dejarme escapar. - Javi, puedo decirte algo? - Dime. - Te juro que volveré. Volveré para estar contigo, porqué te quiero. Nos besamos. - Me lo juras? - Te lo juro. Por aquel paraiso perfecto, al que quiero regresar. Volvimos a besarnos. - Cuando te vas? - Mañana, bien temprano. - Puedo venir a despedirme. - Ven, por favor. -Te quiero. - Y yo, Javi.. - Que? - A las 6:30 sale el vuelo. - Vale. Entré. Después de celebrarlo todo. Me despedí de todos. - Mañana a las 6:30 sale el vuelo de vuelta a casa. Si a alguien le apetece venir. - Judtih, sabes que para mí has sido mi mejor amiga, pero no soporto las despedidas, así que, lo siento, pero no cuentes conmigo. - Belinda, no te preocupes. No me enfado, te entiendo. te quiero mucho vale? Asintió con la cabeza y lloró, lloramos, todos lloramos, incluso Carla. Cuando ya me despedí de todos. Carla y yo nos fuimos a dormir. A las 5 de la mañana me sonó el despertador. Me duché. Carla se duchó. bajé mientras ella estaba en la ducha. Richard lloraba. Willy, se hacía el duro, pero tenía los ojos rojos, y esta vez no era por haber fumado. Marcos, Marcos ni siquiera había bajado. - Te hemos preparado el último desayuno que comerás en esta casa, en tu casa, Richard, déjanos solos por favor. Richard se marchó. - Judith, quiero que sepas que para mí eres como otra hija. Que te quiero mucho, y que nos has ayudado mucho. Sabes, cuando te ví me recordaste a mi mujer, y sí, te pareces tanto a ella. Me cuesta mucho dejarte ir, lo juro. Es tu vida, quiero que seas feliz. Si algún día necesitas algo, dinero, motos, coches, un restaurante. Todo esto es tuyo. Entonces rompió a llorar. Me contube, me abrazó y me dí cuenta de que en la pared, en un cuadro familiar, había una foto mía. Rompí a llorar con él.

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ADOLESCENCIA ROBADA
Non-FictionJudith es una joven de 17 años, una trágica noche... Por caminar por el lugar equivocado su vida se acaba, se acaba para siempre como ella solía vivirla. Es secuestrada por una familia con muchísimos problemas. Ella deberá decir adiós a su familia...