Primer día de Marcos

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Ya habían pasado varias semanas de que fuera mi cumpleaños. Willy y yo nos reconciliamos, y le pedí perdón, por hablarle así. Marcos y yo, aún no nos habíamos dirigido la palabra. Era duro, pues, me llevaba al instituto y me iba a recojer sin decirme un triste hola. Sé que fué mi culpa, pero yo, estaba dolida por haberme estado ignorando tanto tiempo, y todo por una pija rubia, tonta y fea. Bueno, sí, ya reconocí que estaba celosa. Para mí, era un día como otro, para Marcos no. Yo lo sabía, era su primer día de universidad, ya no se andaría con criajos que se divertían jugando a tonterías, ahora estaría con jóvenes con gran talento, o al menos ganas de adquirirlos, y concentrados en que estaban allí para estudiar, y no para jugar. Bajé como cada día, Willy, estaba en el salón. Me sorprendí. - Willy, que haces aquí?   -Pues no me podía perder a mi hijo bajando el primer día de universidad, a demás, gracias a ti, tengo 2 trabajadores más en mi restaurante. -Quien? - Leo y Magda. - Me alegro. -Y tú, no te preparas para ir al instituto? - Sí, pero he de esperar a Belinda, ella me vendrá a recojer todos los días para ir al instituto, y este fin de semana me enseñará a conducir. Pero igualmente iré con ella cada día. - Me parece bien!, hijo muy buenos días! - Buenos días para ti, papá... -Hijo es tu primer día de universidad. - Lo sé, pero no tengo ganas de ir... - Pero, porqué? - No se si es esta a la profesión a la que me quiero dedicar. - Mira Marcos, no tengo ganas de escuchar tonterías, ahora mismo cambias esa cara de tonto que llevas, me finges una puta sonrisa, y te piras a la puta universidad para traerme un asqueroso master, para poder hacerte una puta empresa, entendido? - Sí, capitán! dijo sarcásticamente. - A mí no me vengas con tonterías. Y le dió un bofetón. De golpe recordé, moretones en su cuerpo, sangre sobre él, le apalizaron por mí, y yo ahora no le hablaba, y todo por prepararme el desayuno, y piropearme. A pesar de ello, no le iba a hablar. Marcos me miró, yo lo hize también, aguantamos las miradas, desafiándonos. De golpe sonó el pito de la moto, sabía que era Belinda. Salí corriendo. - Hola Belinda, buenos días. - Buenos días Amanda, que tal has dormido hoy? - Bien, nada de esas absurdas pesadillas. Reímos. - Anda súbete, que llegaremos tarde, Marcos, suerte hoy en la uni, luego me cuentas. Sí, Belinda había salido unas cuantas veces con Marcos, bueno, con Marcos y Marta, Pablo y ella. Yo no salía con ellos, era absurdo salir con un par de parejas, y estar yo soltera, siempre podría llevarme a Javi, pero en pensar en ello se me ponía la piel de gallina. Mientras tanto en casa. Marcos obedeció a su padre. -Creo que ya tendrías que dejar de tratarme así! Soy adulto sabes... tengo más de 18 años, me pegas como si fuera un mocoso y no lo soy! Quiero que dejes de pegarme... - Si no que vas a hacer?, me pegarás tú?! - Nada de eso, pero me puedo ir de casa. - Me estás amenazando, mira Marcos, no se que es lo que te da tu novia esa, pero te aseguro que te estás volviendo tonto! - Y que cojones te dan a ti las putas drogas, nada, una chica inocente a la que tenemos secuestrada por si no te has dado cuenta! - Marcos, las drogas me ayudaron a salir de lo de tu madre, y lo sabes, ahora ya no consumo, y es por ella. Fíjate si estás cambiándo que antes tú eras el único en el que Judith confíaba, y ahora, es con el único con el que no habla. Sabes que el otro día lloró por ti? Sabes que es lo más fuerte, quien le consoló, no fuí yo, no, fué Richard, y es más, gracias a tu tío, Judith río. Con tu tío, que después de todo la violó 2 veces, una cuando paramos en la gasolinera. Míratelo bien, porqué Judith vale la pena, y si te soy sincero, no me arrepiento de haberla secuestrado, es una bellísima persona. Creía que os gustabais y ahora me vienes con Marta... Piensa un poco en todo, pero te aseguro que te está cambiando, sabes porqué Judith te habló el otro día mal? Porqué desde que estás con Marta la ignoras, cuando antes, ella podía contar contigo para todo... - Y tú como sabes eso? - Le escuché hablando la otra noche por teléfono, supongo que sería con Belinda, bonita nena, y simpática, me gusta que sean amigas. En cuanto a ti. No te voy a decir con quien tienes que estar, pero piénsalo un poquito, todo lo que te he dicho. Solo un poquito, te lo pido por favor, y no por mí, si no por Judith.  Marcos salió de casa de seguida. Y antes de irse, llamó a Marta.   Yo llegué al instituto con Belinda, ambas hablabamos de que Belinda había perdido la virginidad con Pablo, iviceversa. - Pues fué... único, tía una sensación. Me dolió un poco, pero luego. La verdad es que estaba algo nerviosa... - Recuerdo esa sensación... Belinda y yo nos abrazamos. De golpe, Marta apareció como de la nada. - Tú, tú puta de mierda, de que coño vas? - Pero que te pasa a ti. - Eso, y ahora encima hazte la víctima, serás zorra. - Pero, que dices, no entiendo de qué me estás hablando. - Eres una hija de puta. Estube a punto de pegarle un puñetazo pero me lo pensé dos veces a sí que me limité a responder. - Con mi madre no te metas... - Amanda, no le entres en el juego, anda vamos. - Y si no que, zorra, hija de puta, tu madre es una puta, como no tienes dinero tiene que follarse a tios por pasta, puta, puta, tu madre es una puta. Lo hize, le pegué un puñetazo, se le giró la cara,  y me agarró del pelo, le pegué una patada en la barriga. Marta cayó, con los ojos cerrados, Belinda se asustó, llamó a la ambuláncia, también a Willy. Willy llegó de seguida.      -Qué es lo que ha pasado? - Willy lo siento, lo siento. - Que ha pasado? - Amanda y yo estábamos aquí, esperando a que abrieran, de pronto apareció Marta insúltando a Amanda, Amanda no sabía de que se trataba así que le preguntó, Marta llamó a Amanda hija de puta, y Amanda le dijo que no dijera nada de su madre, luego Marta volvió a decirle que la madre de Amanda es una puta, que necesita el dinero para que puedan comer y Amanda le ha dado un puñetazo, entonces Marta le ha cojido del pelo, Amanda le ha pegado una patada en la barriga, y Marta ha caído de golpe al suelo. Willy me abrazó. Yo lloré. Llegó la ambuláncia, preguntó que había pasado, entonces Willy dijo. - Peleas entre dos niñas, ya sabe usted, cosa de críos... Aquí les facilito mi número, me podrían comentar el estado de la chica, yo avisaré a sus padres, y les preguntaré si van a denunciar a mi pequeña. No se preocupen ese papeleo, ya lo miro y hablo yo. - Muy bien, muchas gracias. - Denuncia? - No te he dicho ya que Marta es hija de un antiguo amigo, son muy ricos, y no dudarán en denunciarnos. Pasaron las horas de instituto, el director me llamó para contarle lo sucedido.  Llegué a casa. Marcos ya estaba allí, estaba en su habitación. Ninguno de los dos salimos en todo el día. 

ADOLESCENCIA ROBADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora