Me desperté, Marcos aún dormía, Willy y Richard aún no habían vuelto, era mi momento, busqué ansiadamente un telefono, lo encontré y marqué el número de mi madre. -Mamá, me han secuestrado dos hombres, me tratan bien, pero no quiero que te preocupes, cuando pueda volveré a casa. -Como que te han secuestrado donde estás, como es que has podido llamarme?, - No se donde estoy, Marcos duerme, y los otros dos se han ido, no tengo mucho tiempo, en breve se despertará y como me vea llamándote, me haran daño, mamá, te quiero mucho, vale? -Hija mía dime donde estás! -Mamá que no lo sé, chillé, y Marcos se despertó, - Con quien hablas? - Sola, maldecía haber manchado la cama de sangre. Colgué el teléfono, y me dispuse a esconderlo. - Voy a la ducha. Borré el número al que acababa de llamar, y dejé el teléfono en el suelo, para que no sospechara. Marcos hizo el desayuno, y alguien llamó al teléfono. -Sí? dime. Vale. cogió muchas maletas y mochilas, metió ropa, dinero, y cosas que ibamos a necesitar. Yo lloraba a donde íbamos, tenía miedo, lo único bueno?, estaba viva. Entonces llegaron Willy y Richard, - Luego hablaremos, lo has recojido todo? dijo Willy mirándome con cara de asesino. -Sí papá, ya he hecho lo que me has pedido, has traido todo? - Por supuesto, comencemos entonces, roció la cama de gasolina, y tiró una cerilla, en breve ardió, y salimos al coche, con el que recorrimos mucho. -Se acabaron tus días como Judith. Marcos cojió el teléfono y me dijo que marcara el número de mi madre, se lo dí, no se porqué carajos, pero se lo dí. Llamó, y escuche atenta. - Señora, tenemos a su hija, no la verá nunca, no intente contactar con ella, ha muerto. colgó y tiró el teléfono por la ventanilla. Yo lloré, no sabía que sería de mí ahora, maldije haberla llamado, no estaba tan mal en esa casa. Me arrepentí, pero ya era tarde. Paremos en un descampado, me obligaron a bajar, Willy sacó una pistola y me apuntó. Ese sí que era mi fin. Lo entendí, agaché la mirada, y me dispuse a ponerme de rodillas al suelo. Miré a Marcos, que se secaba insistentemente las lágrimas que no dejaban de brotar por sus mejillas. - Fuí yo, papá, yo la obligué a llamar a su madre, para decirle que estaba bien, fuí yo, no le hagas nada papá, fuí yo, fuí yo!. Willy empezó a pegarle puñetazos a Marcos, Richard, le rajaba con la navaja. -Así aprenderás a respetarnos, así aprenderás a respetar a los mayores, mal educado, así aprenderás. Repetían Willy y Richard al unisono. Yo lloraba y pedí que no le aporrearan más, pero fué inútil. Me sentía fatal. Todo fué por mi culpa, y se inculpó él con tal de que no me hicieran nada. Me arrepentí de ello, y cuando dejaron a Marcos que cayó en el suelo de golpe me acerqué y le abracé. - Te juro que no volverá a pasar, no te pegarán más por mi culpa, te lo juro. - No crees que no son condiciones para juramentos?. Y me sonrío, le sonreí y nos abrazamos fuerte. Nos hicieron subir al coche, y nos dispusimos a hacer nuestro trayecto. Llevábamos ya 5 horas de camino, cuando Willy paró el coche. - Bajar a mear, Richard acompaña a la niña, y entra con ella, Marcos hoy, ya se la ha jugado bastante. - Encantado hermanito. Y sonrío diabólicamente. Fué así, me acompañó al servicio, y entró. Tenía que cambiarme, tenía el periodo, y me observaban esos ojos de loco. Me pidió que no chillara o que me mataría, y volvió a obligarme, me violó, me dijo que como le dijera algo a Willy o a Marcos me mataría, y diría que me había suicidado por miedo. Me amenazó, y lo vi capaz de ello, así que asentí. Se manchó el pantalón de sangre, me dió una bofetada, y me llamó guarra, salió del lavabo, y se limpió. Me cojió de la mano y me obligó a seguirlo hasta el coche, en el que Willy y Marcos se abrazaban. No recordaba cuando fué la última vez que me abracé con mi padre, habíamos tenido tantos problemas, que no le tenía ni cariño, pero cuando les ví, lo heché de menos, era mi padre, claro que lo quería por muchos problemas que huviéramos tenido, él al igual que mi madre, me habían dado la vida. Me subí, y Marcos me notó extraña. -Te pasa algo? me susurro. Negué con la cabeza, me agarró de la mano, y yo se la acepté y le agarré también. Me dormí en su hombro. Cuando abrí los ojos, estábamos en una especie de aeródromo o algo así, no era un aeropuerto, pero tampoco un cuchitril. Willy, Richard y Marcos estában fuera. Richard y Marcos fumaban un cigarrillo, y Willy hablaba con un señor con muy mala pinta. Abrí la puerta trasera del coche, y silbé a Marcos para que se acercara. - Donde estamos?, le pregunté. - Te lo diría pero no tengo ni idea. Me ofreció un cigarrillo, y acepté, salí del coche y me arrimé a Richard. - Buenos días, guapa. Me acarició el trasero, no le aparté la mano, no podía, pero Marcos sí que lo hizo, y me abrazó de tal forma que dejó bien claro que no quería que me tocaran. Acepté su abrazo, también tenía frío, en ese momento Willy se me acercó, se debió de dar cuenta de que tenía frío, porqué me ofreció su chaqueta sin preguntarme nada si quiera. Cogimos todas las maletas y mochilas, y las pusimos en una avioneta. Willy y yo nos montamos, Richard y Marcos se quedaron en tierra. - Tranquila, todo irá bien, dijo Willy intentando tranquilizarme, odio decir esto, pero lo consiguió. Cuando ya llevábamos un rato volando, la avioneta se detuvo en un campo desierto, solo se veía una casa, nada más. Nos dirigimos a esa casa. - Bienvenida a nuestro hogar. Sí, eso si que era un hogar, la casa estaba limpia, habían puertas, sobre todo, el servicio estaba cerrado, ''me podré duchar sin que nadie me observe'' pensé. - Más tarde llegará Richard. Calló, - Y Marcos, no te preocupes. Dentro de un rato vendrán unos amigos, has de portarte bien eh!. - Sí. Dije mientras asentía con la cabeza. - Por cierto, voy a hacerte un pequeño cambio de aspecto, lo siento, pero es por seguridad, y me tienes que decir algún nombre que te guste, tienes que ser una persona nueva. - Judith, me llamo Judith, me gusta mi nombre. - Lo sé pequeña, y lo entiendo, pero no me puedo arriesgar, entiendes?. -Sí. ''Porqué carajo salió ese sí de mi asquerosa boca''. - Angelina Jolie, o Nicole Kidman, dije con algo de burla. Willy río, por primera vez, lo ví reír por algo a lo que yo también reí. Te gusta el nombre de Amanda, Amanda Watson?. - Me es indiferente, Judith ya ha muerto no? -Amanda Watson era mi mujer, supongo que Marcos ya te lo habrá explicado, ves esa fotografía, era yo, antes de caer en las malditas drogas, con mi querida mujer, Amanda. Preciosa eh!? - Sí, afirmé. Amanda me gusta, pero que te parece Amanda Ruiz, o Gonzalez?. - Me parece bien, pero me había hecho ilusión otra pequeña Amanda Watson en mi vida. Me sonrío, y no tube más remedio que devolverle la sonrisa. Me acompañó hasta una habitación, era blanca, algo aburrida pensé, había una cama de matrimonio, no habían sábanas, pero no le dí importáncia. - Esta será tu habitación, un poco sosa pensarás, tranquila, con el tiempo le daremos tu punto decorativo, y la pintaremos o lo que quieras hacerle. En ese armario hay sábanas, mantas y almohadas, el baño está saliendo, por la izquierda, dos puertas a la derecha. Si necesitas cualquier cosa, estaré abajo preparando la cena, hoy toca filete con patatas, te gusta no?. - Sí, mucho, Willy, perdona por todo. Willy me miró con cara de sorpresa. - Perdona?, perdonanos a nosotros, ahora ya no hay vuelta atrás ahora solo quiero que te sientas como en casa, el día que te vimos... habíamos consumido droga, no sabíamos que hacíamos, pero serás feliz, te lo aseguro. - Seguro que lo haré, pero, quería pedirte perdón por todo lo que haya hecho mal, Marcos tenía razón, no sois mala gente. -Así que Marcos dijo que no éramos mala gente?, sonrío, Riky tuvo problemas con su mujer y está algo mal por ello, si te hace algo, avísame de acuerdo?. Quería contárselo, pero recordé las palabras de Richard, así que no le dije nada. Cerró la puerta, y me instalé, no podía escapar, sería inutil estos salvajes me matarían. Así que tenía que ''portarme bien'' . Me tumbé en la cama, y era tan cómoda que me quedé dormida. Marcos me despertó, - Ya estoy aquí, me habías hechado de menos?. Cuando pude abrir los ojos y asimilé lo que acababa de decirme, le respondí un sí, mientras lo abrazaba. - He estado hablando con tu padre, tenías razón, es una buena persona. - Vaya, me das la razón, eso es raro en tí. Tuve que reírme, él río. Bajamos al salón y había una pareja, que me miró con una cara de asombro. - Es esta?. - Sí, que os parece? dijo Willy. - Es preciosa, dijo la mujer, - Me encanta, dijo el hombre. - Y si nos la vendes, cuanto pides por ella 10.000?. Me asusté, me iban a vender. Era horrible, me había creído que este iba ''a ser mi hogar''. - Lo siento, Leo, esta chica es mía, no la vendo ni por todo el oro del mundo. Me miró y me guiñó el ojo. -Pues es una pena, a mi Pablito le habría venido muy bien. Dijo la mujer. Estábamos cenando, y Magda, la mujer que nos visitó me comentaba que habían muchas tiendas de ropa cerca, y que un día me llevaría siempre y cuando Willy accediera a ello. Terminamos la cena, y ayudé a Marcos a recojer la mesa. - Tranquila, son socios de mi padre, y su hijo estudiaba conmigo, no tiene novia así que le buscan una, pero mi padre no te venderá. Me tranquilizé. Nos sentamos a hablar. Leo me miró y me preguntó. - Que nombre has pensado, bonita?. - Miré a Willy, sonreí, y le dije, Amanda, Amanda Watson. Willy me miró y hizo un gesto de agradecimiento con la cabeza, al cual yo respondí con otro gesto de amabilidad. Marcos me miró, y con un aire de amor y de agradecimiento también me sonrió. -De acuerdo naciste el día? - El día 20 de.... - Pon el día 2 de Septiembre de 1994. Dijo Willy apresuradamente. Esa no era mi fecha de nacimiento, pero lo dejé pasar. - Hija de...? - Hija de Jaime Watson Poza, e Amanda Watson García, del resto, nacimiento en madrid, españa, Móstoles, localidad, Perhol de Hanoidú. La firma te la hace ahora, y ya me das todo el papeleo cuando lo tengas. - Por supuesto, a ver Amanda, fírmame, pero con el nombre de Amanda, eh. Firmé, era mi firma, pero puse Amanda, en vez de Judith. Ya era oscuro, y tanto Leo como Magda tenían que regresar a su casa. Se marcharon y Richard se acostó.
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ADOLESCENCIA ROBADA
Документальная прозаJudith es una joven de 17 años, una trágica noche... Por caminar por el lugar equivocado su vida se acaba, se acaba para siempre como ella solía vivirla. Es secuestrada por una familia con muchísimos problemas. Ella deberá decir adiós a su familia...