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Reconocí la canción cuando en cuanto empezó, Im my blood, su voz era... no había palabras, transmitía tanto, estaba sintiendo la canción, me estaba haciendo sentirla. Su semblante serio en todo momento, quien diría que dentro de él existía esta potencia, y la hacía explotar de una manera conmovedora, un acto digno de los escenarios de Broadway, más grande ¡square garden! No dejaba de sorprenderme y estaba sumida en aquel acto bloqueando todo a mi alrededor en el gran teatro. Terminó dejando a todos perplejos, por instinto me puse de pie y aplaudí eufórica, nadie más lo hizo, solo yo, pero no me importaba solo me dejaba llevar por lo que me hacía sentir. Los aplausos empezaron pero nadie se puso de pie. Fui jalada hasta caer en mi asiento por Yoongi.

—Ya nos dimos cuenta todos de que te encanta, siéntate de una vez— Yoongi susurro a modo de grito hacia mi.

—Fue sin querer— me hundí en mi asiento cuando me percaté de como todos me observaban y murmuraban entre ellos.

—Ji, tal vez no participaste pero podrías ganar por el talento que tienes para cagarla en grande— río el rubio haciéndome más pequeña. Pellizque su pierna para detener sus risas lo que comenzó una infantil pelea.

Caminábamos a la explanada donde se encontraban los participantes saliendo, recibí a mi hermano en mis brazos y este me levanto del suelo un poquito.

—Lamentó que no ganaran.

—No pasa nada, tenía que perder algún día— contestó Jimin en su vestuario blanco.

Llego Jeon y lo abracé también.

—Lo hiciste muy bien rata—sonreí ampliamente.

—Debimos hacer el dueto— dijo pasando su brazo sobre mis hombros.

Los 5 caminábamos hacia el estacionamiento, iríamos a cenar pizza como celebración.

—¿Tu nueva amiga es bonita?— pregunto Jimin

—Muy bonita— sonreí para mi.

—Deberías invitarla y presentármela.

—Jamás, es mía.

Frente a nosotros caminaba Kim quien al igual que nosotros estaba sorprendido, esto es más incómodo que los chistes de mamá, nadie decía nada pero la tensión era muy notoria, Jungkook me apretó a él y yo observaba a Kim con miles de palabras que no salían de mi boca, "fuiste el mejor", quería ir con el y hundir mi cara en su pecho, sus ojos estaban plantados en mi y me daba la sensación de que hablaría en cualquier momento. Un chico palmeó su hombro haciendo que sus ojos se despegaran de los míos.

—Buen trabajo Kim— el chico recibió una triste sonrisa del moreno, el chico miro hacia enfrente y me observo como por 5 segundos. —¡Oh! Mira es tu admiradora número uno— me señaló.

Más rojas que un rubí, así debían lucir mis mejillas avergonzadas, continué caminando antes de que se me cuestionara con los chicos a mis costados.

—¿De que habla? ¿A que se refiere? ¿Jihae? — preguntaron todos curiosos y confundidos, Min y yo compartimos una mirada.

—Deben estarla confundiendo— contesto Min salvando mi vida por ahora. No quedó claro pero cambiamos el tema y logramos que lo olvidaran por ahora.

Te debo una Min Yoongi.

Conforme nos alejábamos del lugar voltee discretamente hacia atrás, donde un Kim con las manos en sus bolsillos me observaba retirarme con seriedad en su rostro, sentí mi estómago removerse y extraño un cosquilleo en el pecho, es como si un imán me atrajera a él pero en vez de juntar nuestros cuerpos estos se alejaban sintiendo un jalón. Un doloroso jalón. Quiero volver y decirle lo mucho que me gustó y lo bien que se veía.

—Haré una fiesta está noche, el motivo: me gustan las fiestas— todos reímos —Espero no tener ninguna pelea— miró a Jungkook quien se hundió de hombros como inocente palomilla.

No me sentía en el mood de ir a una fiesta, pero ya que está seria en mi casa no tenía de otra que disfrutarlo o vivir alargada pensando en el amargado.

—¿Invitaras a Seok Jin?— pregunté mientras cruzábamos la asoleada calle con dirección a la pizzería.

—Invitaré a los de siempre.

—Bien.

Volví a darme una ducha y me gusto mucho lo que me puse, peinado perfecto y labios rojos, baje para ayudar a acomodar algunas cosas y empezaba a llegar gente, destape una cerveza y tome de ella disfrutando cada segundo, la necesitaba, no podía dejar de pensar en los ojos abandonados que me miraban expectantes, en su presentación, en lo rico que olía su chamarra seguramente. Necesito más alcohol para quitarme lo idiota. Mi garganta recibió un ardiente shot de tequila y caminé a la sala con mi cerveza donde se encontraban los demás e hice otro shot con ellos.

—Jihae, necesitas otro trago te serviré algo mejor— dijo jimin pretendiendo ser un bartender, ebrio obviamente.

—Claro cantinero— le seguí el juego.

Y le seguí el juego por una hora más hasta que se retiró siguiendo a una chica mayor dejándome jodidamente ebria pero no sola Jeon se sentó a mi lado.

—Estas borracha.

—Claro que no, estoy bajo el efecto del alcohol.

—Es lo mismo tonta, espera aquí iré por agua no te muevas.

Como no tengo porque obedecer a Jeon me puse de pie para ir a ver qué hacen los demás, y no los encontré, aburrida saque mi celular y fui a la cocina.

—Hola, estás aquí— dije sorprendida.

—Hola, estoy aquí— río — escapaste de mi la última vez.

—Ohhhh es que tenía que ayudar a Kim, le pasan cosas raras y yo estaba ahí y entonces el dijo "Jihae tienes que ayudarme"— hice una pésima imitación de su grave voz —Y corrimos de la mano, me sudó la mano pero fue lindo, entonces algo sobre que tendremos hijos y ya— sonreí ampliamente.

Seok Jin tenía una cara de asombro, parecía no creerlo, dejo su trago en la mesa y se acercó a mi.

—¿Le pusieron algo a tu bebida? Hasta inventas historias, yo soy Kim, Kim Seok Jin y no fuimos a ningún lado tonta— palmeó mi cabeza y rió descontroladamente —eres tan tierna mentirosilla.

Enarque mi ceja confundida y negué con la cabeza. Estoy tan ebria que no entendí.
Dije que iría al baño Como excusa y salí de la ahí para subir las escaleras, alguien subió detrás de mi y me jalo de la muñeca hasta mi habitación.
Lo reconocí en la oscuridad por la luz exterior de la ciudad que entraba por mi gran ventana.

—¿Que haces tu aquí?—Pregunté confundida.

—Suomi me dijo que tus mensajes estaban raros, vine y ya veo porque — respondió dando un paso hacia mi con la mirada fija en mis pupilas iluminadas por la luz exterior, se escuchaba la fuerte música proveniente del primer piso y dió un paso más.

Stay | kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora