—Me gusta la carne, la comida italiana, el ramen y la comida China, vivo por la comida China— conteste haciendo un acto exagerado con las manos.
El carro de Seok Jin era cómodo, con asientos de piel negros, el sillón de copiloto se sentía amplio, como siempre iba sujeta al cinturón de seguridad, estaba viendo el perfil de aquel hombre y las luces que la ciudad que irradiaban a nuestro alrededor.
—Sabes Jihae, yo puedo cocinar muy bien y cocinaría lo que tú me pidieras— coqueteó conmigo sin soltar el volante y siempre viendo enfrente sonriente.
Escalofríos, eso fue lo que sentí recorrer mi cuerpo, estaba pasando, lo que tanto quería que pasara, ¿como lo logré? No tengo la menor idea, no soy la más guapa de la universidad, no corre ningún rumor sobre mi. Empezaba a dudar en ese momento sentada en aquel lugar de mi supuesta buena autoestima. El tan perfecto y yo tan... simple.
—¿Que tanto piensas?— preguntó Jin sacándome de mis pensamientos.
—Si vas a llevarme a una cita o en realidad esto es un secuestro.
Río muy alto, pensé que iba a ahogarse y reí con el, los nervios disminuyeron.
Llegamos a un lugar elegante de comida China al que había ido con mi mamá y mi hermano alguna vez que ella recibiese un buen cheque, dejamos el carro en el valet parking, él siempre abriendo todas las puertas para mi, un caballero de verdad. Una gran puerta dorada con detalles orientales fue abierta y una bonita hostess nos llevó a nuestra mesa.
Bromeamos sobre algunas cosas del menú, comento sobre lo bien que me veía, la combinación perfecta de mi vestuario y de la primera vez que me vio en la universidad.
—Te quitaste tu zapato y lo lanzaste justo en la cabeza de Hoseok— río al recordarlo —fue tan gracioso, no puedo borrarlo de mi cabeza— limpio una lagrima que había salido de tanto reír — siempre me pregunte ¿que hizo el pobre para tanta agresión?
—¡El tomó mis audífonos nuevos y los perdió!
Río aún más —¿Solo por eso?
—La música es esencial, como respirar, que tu corazón tenga latidos y como la gravedad del planeta entero.
—Pero compras otros y ya, la música seguirá ahí.
Pero no podía comprar otros y ya, todo lo que salía de sus labios sonaba tan fácil y hermoso.
—Supongo que si— sonreí —Pero igual quería golpearlo.
Sonrió, hablamos de muchas cosas, sueños, metas, bromas, temas serios y otros no tanto, me divertí, pasar el tiempo con él era divertido y se sentía bien, como estar dentro de un cuento de hadas.
Mire mi reloj 11:00pm nos encontrábamos ya dentro de su auto de regreso a la realidad, no volvía porque Yoongi dijera que a las 12, tenía mucho sueño, bostecé mientras hacíamos un alto ya no tan lejos de casa, pero mis sentidos se alertaron en una milésima de segundos cuando vi a Taehyung sentado en la parada de autobús con las manos dentro de la chamarra exhalando vapor por la boca a causa del frío que hacia esa noche, me senté recta y comencé preguntarme qué hacer. Porque si, no entendía que hacía ahí, es tarde y morirá de frío. Coloque una mano en mi frente y me dije a mi misma que no me debía meter en sus asuntos, no es mi amigo, no le debo nada, es grosero y
—¡Para el auto!— grite media cuadra después de que el semáforo se tornara verde y dejáramos a Kim Taehyung atrás dándole un tremendo susto a Jin quien piso el freno y viró hacia mi con preocupación.
—¡¿Estás bien?!
—Voy a bajar aquí, la pase increíble Jin...
—¿Qué cosas dices?— me interrumpió —¿Hice algo malo?— se veía preocupado.
—No no no— negué con la cabeza.
Maldigo a mi impulso de idiotez que me hizo exigirle parar, no tiene nada de sentido que quiera bajarme en medio de la vacía calle a varias cuadras de mi casa a las 11pm.
—Me gusta caminar y quería pasar por la tienda de conveniencia es de 24 horas— solté lo primero que vino a mi cabeza, sonó estúpido, cualquier excusa sonaría estúpida no la hay.
—No te voy a dejar aquí sola en la calle, te llevo a la tienda y luego a tu casa si gustas.
—Bien suena bien.
Debe pensar que estoy demente, que tenía que hacer Kim ahí sentado, ahora tenía que volver a casa pensando en aquella imagen de Taehyung muriendo de frío esperando a un transporte que no estaba circulando ya a esa hora.
Por que tiene que ser tan idiota.
Pasamos por la tienda y llegamos a mi hogar, bajo y abrió la puerta del auto para mi y me acompañó hasta la puerta de mi casa.
—La pase de maravilla, espero que tú también Jung Jihae— sonrió y tomó mi mano.
—Si lo hice Kim Seok Jin— sonreí de vuelta
—Quiero repetirlo
—Yo tamb...
La puerta se abrió dejando ver a Hoseok.
Se saludaron como los buenos amigos que son y no hubo ningún tipo de besos o abrazos entre mi cita y yo a la hora de la despedida. Entre a casa con mi hermano detrás, vi a Yoongi sentado en el sillón individual de la sala sonriéndome.
—¿Como te fue?
—Bien... supongo, subiré a descansar, buenas noches— sonreí a ambos y subí las escaleras.
—¡Saldremos! ¡No le abras a nadie!— grito mi hermano desde abajo a lo que conteste con un tedioso si.
Me puse mis pijamas, lave mis dientes y antes de lavar mi cara viéndome al espejo vino un nombre a mi cabeza y una idea muy descabellada.
Solo iré a ver si sigue ahí, lo más probable es que no esté y vuelvo, solo voy y vengo. No es mi ser humano favorito pero por favor, podría morir o algo ahí solo ¿No?
Me puse una sudadera enorme y tome las llaves del auto de Hoseok, por suerte se habían ido en el de Yoongi, subí en el auto clásico color rojo y me dirigí hacía la parada de autobús donde lo vi.
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Hoy estuve en San Diego todo el día mientras ellos estaban en los Grammy's en LA, tan cerca geográficamente 💜
Que gran logro que estuvieran ahí, me encanta como rompieron la barrera del idioma con su talento y el mensaje de Love yourself pueda ser escuchado por más personas. (La + cursi)
