—¿Y a donde vas?— preguntó él con una sonrisa marcada en el rostro, una que no era de sarcasmo como en nuestros anteriores encuentros.—Al cine que está por esta zona ¿y tu?— "a una cita", pensé, pero extrañamente no lo dejé salir de mi cabeza.
—¿Al cine sola?— una mueca burlona hizo presencia en su rostro y me sentí estúpida.
Formule un "no" con mi cabeza rodando mis ojos en contestación a su burla —También vienes solo.
—No hagas eso con tus ojos— se cruzó de brazos —¿Con cual de los enamorados te verás?
Este chico es un dolor de cabeza.
—No te importa.
—Pues no— pasó sus manos por detrás de su cabeza y se quedó en silencio.
Tome mi celular y lo ignoré retomando mis mensajes con Jin.
Jin:
No hables con nadie, no sabes a qué loco puedas toparte.Un agarre fuerte en mi brazo me saco de mi burbuja haciendo que abriera los ojos de más. Taehyung estaba al teléfono con alguien y el moreno pasó a ser blanco del susto que le dieron, debían ser malas noticias.
—¿¡Que!? ¿Como es eso posible Suomi? No te muevas, ¿Que dices? ¿Yo que voy a saber de cosas de chicas?— la frustración en su rostro removió mi estómago y sentí preocupación por el.
El agarre seguía fuerte en mi brazo y volteó a verme con preocupación —Creo que se que hacer, espérame ahí— dejo de hacer fuerza —Por favor, tienes que venir conmigo.
—¿Yo?... ¿Kim estas bien?
—Es tienes que... bueno por favor te pido nos ayudes, yo no entiendo eso de las chicas, por favor Jihae... creo que ella enfermo.
Su preocupación pasó a convertirse en mía, asentí y tomó mi mano con fuerza dejándome helada por el tacto, él tenía la vista fija hacia enfrente con el ceño fruncido, hacia un movimiento repetitivo y ansioso con la pierna derecha y entrelazó nuestros dedos, baje la mirada hacia nuestras manos incrédula y tragué duro, estaba completamente paralizada observando a aquel ansioso hombre que sufría por una chica de nombre Suomi. Su mano se sentía cálida y aunque estaba aplicando fuerza no era la suficiente para lastimarme pero si lo suficiente para transmitirme lo que él sentía, para hacerme sentir necesitada.
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Jihae:
Surgió algo con mamá, lo siento mucho, no quería dejarte plantado, espero lo entiendas.Mande el mensaje con mi mano libre segundos antes de ser levantada y jaloneada por todo el autobús hasta la parada.
—¿A a donde vamos?— pregunte mientras caminábamos aún con las manos entrelazadas en una zona de la ciudad que desconocía por completo, doy gracias por haber elegido usar tenis ese día. No recibí respuesta, podía notar que es una zona de bajos recursos, el paisaje era urbano, callejero, había edificios pequeños con departamentos, ropa en tendederos, paredes adornadas con grafittis, tonos verdes y morados iluminaban aquellas calles que hacían resonar únicamente nuestras rápidas pisadas.
Saque con mi mano libre mi celular e intente tomar una fotografía que termino siendo borrosa.—Deja de actuar como turista, estamos en una emergencia, se que no es una zona bonita de la ciudad...
—¿De que hablas? Me encanta, apuesto a que de día hay puestos de comida deliciosos y niños jugando en vez de estar encerrados en casa metidos en una consola.
Apretó su agarre en mi mano y escuché una pequeña risa burlona, estaba detrás de él, acelere mi paso para emparejarme a el y ver efectivamente en su perfil una sonrisa. Ahora no me arrastraba, íbamos simplemente a paso rápido tomados de la mano.
—¿Y a donde vamos?
—Tu solo sigue caminando estamos a pocas cuadras.
Fue en ese momento cuando me di cuenta que lo seguía a ciegas, sin saber a donde, en una zona desconocida confiando plenamente en él, como idiota.
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Llegamos a un edificio pequeño con pequeñas terracitas cada una personalizada al estilo de los habitantes, subimos 3 pisos y llegamos a la puerta 11C, aún sin soltarme saco unas llaves de su bolsillo, me echo un pequeño vistazo e insertó una de las llaves en la puerta.
Lo primero que vi fue una pequeña sala conectada a la cocina y al comedor donde se encontraba un señor de edad comiendo un plato de arroz, dejó caer sus utensilios de comida cuando nos vio ahí parados en la puerta.—Trajiste una chica...— dijo bastante shockeado, señor no quiero que le de un infarto, volteé con Taehyung confundida y regrese mi vista al anciano —¡Trajo una chica!— su semblante cambió a uno que estallaba de alegría y se puso de pie a duras penas riendo de felicidad.
—¡Abuelo! ¡Ella no es nadie!— gritó apenado recibiendo una muy mala mirada mía, hola, Jihae, presente —Sin ofender.
El abuelo bajo su mirada a nuestras manos entrelazadas haciéndonos deshacer aquello.
—Hola soy Jung Jihae mucho gusto— sonreí amable al señor haciendo una pequeña reverencia.
—Que linda chica, soy el abuelo de este irreverente, me llamó como él pero tu puedes llamarme abuelo cariño— asentí apenada con la cabeza —Espero puedas darme muchos bisnietos.
—Ok abuelo suficiente, a lo que vienes entra por esa puerta y habla con Suomi— ordenó mientras sostenía apenado el puente de su nariz y se llevaba a su abuelo a la cocina.
Obedecí por alguna extraña razón y me dirigí a la puerta de "Suomi"quien no tenía ni puta idea de quién era, pero aquí estaba aventurándome en la vida de este chico, lo cual debo admitir es lo más interesante que me ha pasado hasta ahorita.
Toque la puerta 3 veces y abrió la puerta una niña muy linda.
—Wow, eres muy bonita, ¿que haces en mi casa?
—Hola soy Jung Jihae, Taehyung me mando a verte... e ¿estas bien?— no se cual de las dos estaba más confundida.
—¿Taehyung mi hermano o mi abuelo?— pregunto dejándome pasar a lo que parecía ser su habitación, pequeña y llena de posters.
—Tu hermano— respondí para ella y para mi.
—Me duele, cr... creo que es la regla, no sabía como decirles, me da pena.
Sonreí con empatía hacia la pequeña— ¿Que edad tienes?
—12— contestó apenada.
—No tengas pena, todas pasamos por eso, es normal, ¿Tu mamá no te contó sobre esto?
—¿Mi mamá?, yo no tengo mamá— contesto cabizbaja.
La cague en grande.
—Lo siento, de verdad no lo sabía.
—Eres pésima novia.
—Ah no yo... tu hermano no es mi nada— me senté a lado de ella en su cama —Lo lamento mucho.
Abrí mi bolsa y saqué un paquete de emergencia que siempre cargo, le entregué la toalla sanitaria y un par de pastillas.
—Tomate una ahorita y una en la mañana para el dolor, ponte esta, acompañaré a tu hermano por más ¿está bien?
Asentio tiernamente —Si, gracias señorita Jung.
—Dime Jihae, y cualquier cosa que necesites puedes hablarme, imagino que no es fácil ser la única chica.
Negó con la cabeza y le compartí mi contacto telefónico, platicamos cosas de chicas, le gusta un chico de su grado y es una niña muy buena, quiere y admira mucho a su hermano, me platicó que el siempre ha estado para ella, solo se tienen los 3 desde que fallecieron sus padres en un accidente automovilístico y el ha sido el mejor hermano del mundo.
Tocaron la puerta interrumpiendo nuestra entretenida plática.—¿Y bien?— pregunto Taehyung asomando la cabeza por la puerta en un tono rudo, quien diría que ese chico sabía hacer trencitas.
—Tu y yo saldremos a un pequeño mandado— me puse de pie y me dirigí a la puerta.
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Las te tqm