Jugo de naranja
Subí las escaleras de mi casa con saltitos de oveja, cantando y bailando Shawn Mendes con toda la emoción que mi voz me permitiera aportar, sin importar si desafinaba o no. Quería presumir que mis brazos estaban libres mientras que los de Ben estaban cargados con todo lo que había comprado: medio kilo de helado, unos dulces, harina para pizzas, salsa, queso y tres botellas de jugo, -porque en la tarde se me había agotado-.
—¿Podrías ayudarme? —preguntó, carcajeando.
—Nop, ya oíste el trato: yo pago, pero tú, querido, cargas —le recordé, abriendo la puerta.
—Se supone que esto era para que tú te disculparas conmigo, no para hacer canjes y recordatorios —se quejó e hice oídos sordos.
Al entrar revoleé mi abrigo por alguna parte del suelo y me dirigí a la cocina junto a Ben. Mientras él dejaba las cosas en la cocina, yo buscaba unos vasos.
—¿Puedes contarme qué ha estado sucediendo? —preguntó, aceptando el vaso de jugo que le tendía y yo bufé. Esperaba que no volviera a preguntarme eso, pero supongo que no lo deseé lo suficiente.
—Nada, realmente, Connor ha venido dos veces solamente, así que no tienes que ponerte celoso por él, por otro lado...
—Aguarda, aguarda, ¿quién mierda es Connor? —cuestionó, frunciendo el ceño, y me golpeé, no mentalmente, literalmente llevé mi mano a mi frente y dejé una cachetada en él.
—Ay —me quejé, porque me había dado fuerte. Vi que Ben luchó por no reírse y mantener su postura seria— Es el hijo de unos socios de mis padres— le dije— Olvidé contarte de él, completamente. Nos hemos hecho buenos amigos, creo que te caería bien.
—Ah... bien. No, no lo creo —replicó sonriendo falsamente y negué con la cabeza.
—Es realmente una buena persona.
—No sé si entiendes que no me importa —dijo sacando un bol y colocando la harina en él para comenzar a hacer la masa— Puedes tener miles de amigos, pero no necesariamente me tienen que caer bien... él, que me ha reemplazado las últimas semanas, no me cae precisamente bien.
—Te dije que casi no lo he visto, y de todas formas, no te ha estado reemplazando —le hice saber, rodando los ojos— nadie podría reemplazarte, ¿lo sabes, no?
—Claro que lo sé, soy el amor de tu vida —dijo echándole agua a la harina que le había puesto sal y aceite y reí.
—Claro que lo eres, nos vamos a casar apenas terminemos la prepa.
—Por supuesto —afirmó riendo— sobre todo porque nos mataremos al tercer día porque tú vas dejando tu ropa por toda la casa, y porque yo me tomo todo tu jugo de naranja —completó.
—Ugh, no, daríamos pena como pareja —me quejé, poniendo cara de asco y rio.
—Demasiado... menos mal que somos solamente amigos, sino ya hubiéramos terminado de manera horrible. Más yo contigo que me dejas de lado por cualquier Louis que pasa por tu vida y me mientes y ocultas cosas.
—Connor —lo corregí, frunciendo el ceño— Vamos, Ben, Louis ni siquiera se parece a Connor, si querías hacer como que no te acordabas de su nombre pudiste haberlo hecho mejor —me quejé— Además —dije sentándome en la mesada— Tú, pequeño mentiroso, mala persona, me viniste con que ya no te gustaba Sam y la besaste en la fiesta —lo acusé.
—Eso ya pasó hace semanas —frunció el ceño.
—No me importa, pasó, y tú me mentiste.
En parte me sentía mal porque yo también le estaba mintiendo, pero si lo pensaba bien no era una mentira con todas las letras, solamente le estaba ocultando cosas, pero todos tenemos secretos, ¿no es así?
![](https://img.wattpad.com/cover/170993552-288-k517212.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Deseable Perdición ✓
Romansa¿Quién diría que el único hombre que llamaría la atención de Zhavia terminaría siendo su profesor de Literatura? Advertencia: escribí este libro con 13 años y requiere edición