Girasoles

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— Dios santo, Alessandro, ¡es un gato! ¿Cuánto tiempo necesita para ir al baño?

— Dale sus minutos, le cuesta trabajo encontrar el lugar indicado... además, tiene que encontrar arena.

— Estamos en puto desierto.

— Arena cómoda, Cherry.

La morena se cruzó de brazos, haciendo muecas y recargándose contra el costado de la camioneta destartalada.

Alessandro volteó los ojos, dejando escapar pequeños gruñidos mientras tallaba con un trapo la pestilente mancha de orina gatuna.

— ¿Cómo no te diste cuenta de que estaba haciendo... sus cosas? ¡Estaba justo a tu lado! — Cherry se quejaba, negándose a ayudar o sí quiera guardar unos minutos de silencio.

— ... Estaba dormido.

— "Estaba dormido", tú estás dormido todo el tiempo excepto cuando en realidad debes de estarlo.

Isaac llegó en medio de la conversación, respirando con dificultad y apartándose mechones castaños de su rostro humedecido.

— Traje más jabón de la gasolinera, la chica de la caja fue tan amable de prestarnos un poco de detergente — sonrió, tomándose unos segundos para recuperar el aliento.

La gasolinera estaba a escasos metros, pero los universitarios estaban increíblemente fuera de forma.

— ¿Trajiste la crema? — la morena preguntó por su encargo mientras tomaba la bolsa de plástico que el chico había traído.

El cabello de Cherry tenía un hábito gracioso de esponjarse hacia los lados si no le eran aplicadas cantidades ridículas de crema para peinar, lo que la hacía ver como un "jodido payaso" (sus propias palabras).

Y, debido a que prácticamente la habían arrastrado a ese viaje, se había olvidado de empacarla.

— Sí, Silky Smooth, como me pediste — Isaac asintió, claramente sintiéndose orgulloso de sí mismo.

La joven tomó en sus manos un pequeño frasco de plástico con una sustancia aceitosa, analizándola con una curiosa mueca de confusión.

— ... Isaac... ¿Qué demonios es esto?

— Crema para peinar — el muchacho respondió.

— Es justo la que me pediste, además viene en uno de esos envases que son fáciles de cargar — sonrío.

— Hasta tiene la boquilla que se presiona y todo, ¿no es genial?

Cherry arrugó el entrecejo.

— ... Esto es lubricante.

Resulta que el nombre Silky Smooth no sólo podía aplicar para productos de cabello.

La boca del castaño se abrió ligeramente en sorpresa.

— Oh.

La reacción de Cherry pudo haber estado entre "no te preocupes, Isaac, fue sólo un error" o "pedazo de estúpido, pon más atención la próxima vez", pero jamás lo sabremos, pues se estaba riendo con tal intensidad que no se le entendía ni una sola palabra.

Alessandro se mordió el labio para no reír, el chico lo miró con molestia.

— ¡Lo siento! Me dijiste "Silky Smooth" y traje "Silky Smooth", no es mi culpa.

— ¡Crema para peinar, Isaac! ¡Crema! ¡Esto no está ni cerca de ser crema! — la morena musitó entre carcajadas, señalando el envase de aceite transparente.

Cat-a-clysmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora