capítulo 2

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Está bien, quizás arrojarse sobre un extraño y plantar un gran beso en sus severos labios no era lo más apropiado que una dama podía hacer. Por otra parte,
Meena había fallado sus clases de decoro -más de una vez- lo que volvió a su madre
absolutamente loca.
En su defensa, no veía por qué una mujer necesitaba aprender a sonreír con afectación, hacer reverencias, o esperar a que un hombre le abriera la puerta. Si podía manejarlo y sus manos no estaban ocupadas, entonces, ¿por qué demonios no podía abrir ella misma?

Su profesor de modales también dijo que las chicas buenas no plantaban besos
sobre chicos. Ah, y decirles que estaban predestinados a ser compañeros. Ese tipo de
cosas tienden a enloquecer a un tipo.
Asustado o no, no la empujo lejos. Como cuestión de hecho, dejó que su lengua
empujara su camino en su boca para un divertido y resbaladizo baile. Un breve baile
que resulto muy excitante mientras duró.
-¡Échale un vistazo! ¡Leo esta besándose con Meena! -
La interrupción cantada realmente merecía una bofetada, pero al parecer no
estaba permitido tampoco, al menos no con los miembros de la familia, incluso
distantemente relacionadas.
El hombre al que había reclamado se retiro lentamente como si sus labios
fueran reacios a desprenderse de ella. La dejo sobre sus pies, y tardíamente se le
ocurrió que había logrado permanecer de pie durante toda la aventura. Qué
encantador. No muchos hombres podían manejar su entusiasmo -también conocido
como 'el culo gordo', de acuerdo con su puñetero querido hermano- cuando ella
saltaba sobre ellos. Y sí, eso fue otra cosa que su madre intentó frenar, dado su
entusiasta hábito de lanzarse sobre la gente para decir hola inadvertidamente que los
llevaba al suelo y en algunas desafortunadas ocasiones a la sala de emergencias.
Papá tenía la culpa. Un gran hombre, nunca tuvo problemas en capturar a sus
niñas gemelas, incluso cuando llegaron a ser más altas que la mayoría de los hombres.
Por suerte para ella, sin embargo, el destino había elegido un gran pedazo de
hombre como su compañero. ¡Choca los cinco!
Cuando su hombre no dijo una palabra, probablemente sin palabras por el
impresionante beso, ella rompió el hielo.
-Ese fue un ardiente beso, Pookie. ¿Quieres encontrar un lugar privado y
hacer que lo sea un poco más? -
Leo se aclaro la garganta.
-No lo creo. -
-Oh, ¿preferirías quedarte aquí y hacerlo para una audiencia? Es un poco
pervertido, pero bueno, el voyeurismo, incluso el invertido, es sexy. -
¿Hizo rodar sus ojos por un segundo?
-Um, no a eso también. Quiero decir que no deberíamos besarnos. En
absoluto. En cualquier lugar. -
-¿Por qué no? - Ella inclino su cabeza y pregunto. Se preguntaba por su
renuencia. Ella había sentido su disfrute presionando contra ella, difícil de perder su
tamaño impresionante cuando Meena estaba envuelta a su alrededor como un
confortable abrigo.
Antes de que pudiera responder, alguien gritó,
-Hey Meena, ¿quieres ir a tomar un trago? -
No realmente. Ella quería hablar más con el tipo grande, su leona quería rozar,
frotar y lamer y hacer todo tipo de cosas deliciosas.
Dada la severa mirada que le disparó a su modo y a pesar del beso caliente no
estaba dispuesto a complacerla. Una lástima.
-Mi grupo está llamando, y puedo ver que no has asimilado conocerme. Te diré que. Por qué no te tomas algo de tiempo para procesar el hecho de que has conocido a tu futura compañera... y cambias las sábanas Te veré más tarde, Pookie. -
Con un meneo de sus dedos y un guiño, saltó fuera del elevador y se unió a sus amigas,
primas en su mayor parte que no había visto en años.
Mientras que ella podía haber sido desterrada por un tiempo por el antiguo
Alpha, eso no significaba que algunos de la familia no hubiesen ido al oeste para
visitarla. Buenos momentos que dieron lugar a ella siendo expulsada de varios bares.
Las leonas sabían cómo divertirse.
Con el levantamiento del destierro, sus amigas ahora querían mostrarle a
Meena los alrededores de su casa. Finalmente. Años habían pasado desde el edicto prohibiendo que fuera de visita. Meena no estaba en absoluto decepcionada cuando
oyó que el papá de Arik se había retirado. El tipo era como un palo estricto cuando vio
las tontas bromas adolescentes, como poner grasa en el piso del vestíbulo y convertirla
en una pista de deslizamiento interior. Ella lo había limpiado, junto con la savia de
árbol en la pared al aire libre que se utilizaba para jugar al atrapamoscas. Y para los
que nunca jugaron, se trataba de correr hacia la pared y entenderse a sí mismo para
ver si se pegaban. Como una mosca. La persona que permanecía colgada en la pared
más tiempo ganaba. Su prima flaca Lolly siempre salía victoriosa.
Agarrada a los brazos de Zena y Reba, Meena salió del edificio de apartamentos
que alojaba a la mayoría de los miembros del orgullo de los leones en esta ciudad. Los
felinos, especialmente las leonas, disfrutaban viviendo juntos, conduciendo a sus
maridos y novios a la locura. Pero cualquier hombre lo suficientemente valiente para
tomar en una leona como compañera tenía que aprender a vivir con ello -o enfrentar
la mirada de decenas de ojos de como la mujer le atacaba preguntando por qué pensó
que debería moverse.
-No puedo creer que hayas besado a Leo, - exclamó Zena.
-Me encantó la expresión en su cara. El Sr. calmado y estoico parecía que le
habían dado una patada en los cojones. -
Ouch. Eso no sonaba agradable. Ni prometedor sobre todo por su convicción de
que era su alma gemela.
-¿Leo? ¿Por qué me suena ese nombre? - Meena reflexiono en voz alta.
-Porque él es el Omega del orgullo, - respondió Reba.
-¿Él lo es? ¿Qué pasó con Tau? -
-Tau se retiró hace dos años. Intentó aguantar después de que el papa de Arik
finalmente mando todo al demonio y se marcho a Florida con su amante, Lew, el Beta
del orgullo. Pero Tau y Arik no acababan de llevarse bien, por lo que Arik trajo nuevo
personal. Tienes a Hayder actuando como beta y a Leo como el Omega, - explicó
Reba.
-Él es canadiense, que es la razón por la que es tan tranquilo, a cuenta de los
inviernos fríos. Mantiene su sangre lenta así que es menos propenso a arrebatos, -
añadió Zena.
-¡Que cosa tan ignorante para decir! - Reba se detuvo en seco y miro a su
mejor amiga. -Los canadienses son tan apasionados como cualquier americano. Tal
vez mas a causa de sus monstruosamente fríos inviernos. Tienen que hacer algo para
mantenerse calientes. ¿Por qué?, conocí a un chico francés de Ontario que podía hacer
que mis bragas prácticamente se derritieran con sólo una mirada. -
-Casi cualquier tipo con globos oculares se las arregla para conseguir esos
retoños fuera. -
-Ellos no. -
-También lo hacen. -
Sintiendo una pelea a punto de comenzar, y no por ella, por una vez, Meena se
puso entre ellas, actuando comopacificadora.

¿Has visto eso? Mi futuro compañero ya está teniendo un efecto sobre mí.
-Primas, ¿por qué no estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo? -
-Sigo diciendo que todos ellos son pacifistas, - dijo Zena con una sonrisa.
-Con grandes enormes pollas y calientes lenguas.
-El mejor para negociar la paz. - Risitas se produjeron.
A Meena no le importaba de qué nacionalidad era.
-Es lindo.
Su declaración se reunió con el silencio y miradas de asombro.
-¿Por qué me estáis mirando así? Él es muy lindo y súper sexy.
-¿Estás hablando de Leo? -
-¿Quién más? Oh vamos, no puedes decirme que no lo has notado. - ¿Cómo
podría alguien perdérselo? Meena se encontraba fascinada por él en el momento en que él entró por las puertas de cristal de la entrada. Fue por eso que ella había fallado
su lanzamiento a propósito.
Zena arrugo la nariz.
-Bueno, sí, nos dimos cuenta de que es un semental, pero eso no significa que
cualquiera de nosotras lo intentara con él. Leo no está en las citas en el orgullo.
Diablos, él apenas sale, y cuando lo hace, él mantiene esas damas lejos de nosotras. Es
un poco tímido cuando se trata de relaciones.
-Y él tiende a pegarse a las chicas humanas. No le gustan las chicas del orgullo.
Dice que es demasiado problema, - añadió Reba con un girar de sus ojos.
Como si Meena fuera a dejar su habitual preferencia la disuadiera.
Este Leo era la mermelada a su mantequilla de cacahuete. La crema batida a su helado. El chico que sacudiría su mundo, rompería su cama, y tal vez ayudarla a evitar los desastres que parecían seguirla a su alrededor, o, al menos, conseguir calmar los ánimos con sus
poderes vudú de Omega cuando se cabreaba a la gente.
En otras palabras, el hombre perfecto.

 En otras palabras, el hombre perfecto

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Cuando Un Omega Se Rompe•||Saga El Orgullo Del Leon 3 ||•( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora