El Comienzo De Una Tragedia

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Avanzamos por los pasillos, del campus, cruzamos el campo de fútbol, su mano aferrada a mi muñeca, hace que su contacto con mi piel provoque una sensación de escozor latente.

Mis piernas apenas y pueden seguirle el paso, el olor de su perfume inunda mis fosas nasales provocando que cierre mis ojos y sin evitar trato de inhalar todo el aire posible impregnado de el.

Veo el campus alejarse de mi vista, hasta que llegamos a una enorme barda, defino que llegamos al final del campus, a lo más alejado.

El se detiene de golpe y yo me desequilibró chocando contra su pecho, en un movimiento ágil el me aleja de su cuerpo y me mira, su mirada detona muchas emociones hacia mi. La principal ira.

—Muestrame el collar ¡Ahora!— me ordena.

Me muerdo el labio inferior y la irá comienza apoderarse de mi ser. ¿Como es posible que esto sea un caos por un simple collar? Ante la penetrante mirada, clavo mis ojos al suelo lleno de pasto y pequeñas flores blancas.

Tomo mi larga trenza y la aparto de cuello, llevo mi mano hacia abajo de la blusa y sacó la delgada cadena plata con el dije en forma de luna, y lo dejo caer en mi pecho.

—Este es el collar— Señaló la cadena aun atada a mi cuello, no pienso quitarme la cadena y dársela nada más por que el lo ordeno de forma arrogante y grosera.

El la observa desde su posición, lo veo dudar un segundo, pero con pasos lentos acorta la distancia entre los dos, y acerca su mano a mi pecho para tomar la cadena.

Toma la cadena entre sus manos delgadas noto como sus venas se marcan atravez de su piel palida, y siento como su helada piel traspasa la delgada tela de mi suéter, el la mirá con detenimiento, hasta que de un momento a otro tira de la cadena tratando de arrancarla de mi cuello.

Una punzada de dolor y escozor real se adentra en mi pecho, dolor similar al de una quemadura, veo que él se queda por primera vez temeroso cuando su cadena dorada con el sol comienzan a brillar.

—¡Auch! — jadeo.

Me apresuró a quitarme tan rápido como puedo de su lado, alejándolo de mi, el no me detiene e imita mi acción desconcertado.

—¿Que fue lo que me hiciste?—me grita.

Yo doy dos pasos atrás, su voz causa un temblor y escalofrío. Mi corazón se apretuja y late desbocado queriendo salír de mi pecho, su voz es dura y siento un ligero ardor en mis ojos cuando comienzan a llenarse de lágrimas.

—¡Demonios! Maldita bruja ¿que es lo que has echo con el collar? —vuelve a gritar furioso.

El Vampiro pone sus manos sobre mis delgados hombro y me da una sacudida fuertemente, aprieto mis labios para no soltar un alarido y comenzar a llorar, pero mis lágrimas corren sin previo avisó sobre mis mejillas en forma de gruesas gotas de agua que caen deliberadamente en sus brazos comenzando a mojar ligeramente su camisa.

—¡Dejala en paz Lian! ¡sueltala ahora!— Escucho la voz de Amber enfadada algo anormal en ella

—¿Otra vidente? ¿Intentas dar órdenes a un ser superior a ti? —El Vampiro escupe al aire demostrando lo irritante que es para el la presencia de Amber.

—Ella no sabe nada, ella no sabia que era vidente, ¿lo entiendes? toca mi mano y te dejaré ver que digo la verdad, ella esta ajena a nuestro mundo desde que era un bebé, pero ¡va! ¿Que vas a entender tu de esto? Si lo único que piensas es en tu dominio sobre seres inferiores a ti como lo somos nosotras— Amber escupe las palabras con amargura.

El Vampiro deja caer sus manos librandome de su agarre, mis lagrimas siguen bajando en casacada por mis mejillas, siento las manos de mi amiga rodear mis hombros.

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