Pactando

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Italia

—Mi señor con todo respeto, ¿por que venimos hasta aqui?—

Escucho a Edina hablar, pero mi vista esta en la plazoleta frente al balcon donde me encuentro, cientos de personas humanas y del submundo conviven armoniosamente entre si, ¿como es que caímos tan bajo?

—¿Señor?—

—Mi hermosa Edina, siempre tan respetuosa y fiel a mi ordenes. Es por eso que siempre te elijo para que me acompañes en todo proposito que tengo, y hoy tenemos un proposito el cual cumplir—

—Es el honor más grande es estar a su lado—

No puedo negar lo bien que se siente  tener la lealtad de tu gente, se que lo sentimientos de Edina van más allá de la amistad, pero no es momento aun de utilizarlos.

Hemos llegado al restaurante donde acorde verla, nuestra cita de hoy es la clave para obtener lo que quiero los collares, visto un Esmoquin negro con una camisa a juego y cobarta roja mientras que Edina va colgada a mi brazo con un impresionante y provocador vestido negro, sobre su cuello un hermoso collar de perlas, su cabello rubio esta levantado en un elegante peinado, caminamos hasta llegar a la recepción.

—Buenas noches ¿estan ustedes en alguna reservacion?—la joven mujer nos mira expectante.

—Si señorita, aqui esta mi reservacion, toma—Edina le  ofrece una tarjeta en color dorado.

—Señores Alessia y Fabrizio Cortez, la señora Karla Montaner los espera en su mesa, los conduzco hacia ella—

La mujer avanza entre las elegantes mesas y nosotros junto a ella, la idea magnífica de Edina de cambiar identidades para no ser reconocidos ha sido un exito, tendré que recompensar su dedicación. Llegamos y la veo sentada de espaldas su vestido rojo sobresalta del resto de las mujeres precentes.

—¡Fabrizio! Que alegria volver a encontrarnos después de mucho tiempo, señora Alessia un placer, soy Karla Montaner—Karla (otro nombre falso) besa mis mejillas y después imita el saludo con Edina.

—Karla pense que sería más difícil convencerte, pero veo que estas más que dispuesta a cooperar y eso yo jamás lo olvido, es un trato justo ¿no lo crees? —

—Fabrizio lo hago por el bien de mi familia y por que ahora más que nada necesito conseguir esa unión, los collares no me importan en lo más mínimo, pero tu debes de asegurarme que eso pasara—

—La palabra de mi esposo es indiscutible y jamás falla a sus promesas— Edina salta como leona.

—Querida Karla estoy dispuesto a cumplir tu palabra, en cuanto tu me reveles el por qué estas tan segura que se nos facilitará— La miro con una sonrisa.

—Se de muy buena fuente que aún hay una Hada por ahí en un obscuro bosque a las afueras de Rodhe Island, la cual revelo la existencia de una llave forjada por ellas aqui mismo en Italia en una provincia llamada Potenza, esta escondida en uno de los bosques de coniferas, se que esta en una cabaña cerca del lago, con ella podras abrir uno de los collares y al instante el otro desaparecerá y los tendras a los dos—

La miramos atentos a cada detalle que  Decía no podíamos perder detalle de nada tendrían que idear uno de los mejores planes, el cual me daria la gloria junto con el dominio de todo el submundo, Raymond ya habia mordido un poco mi anzuelo.

—¿Y estas segura que ambos vendrán?—

—Si, se que asi sera, he bloqueado a la chica para que no tenga visiones de ningun tipo, para no arruinar nuestro plan—

—Esta bien, yo tendre los collares y tu da por echo la unión que tanto te interesa entre esos chicos—

Karla extendió su mano para sellar el pacto entre ambos, la tome y asi di mi palabra, jamás rompia los pactos.

—¿Sabes cuando sera el dia? —

—No, pero estoy segura que en cuanto termine el periodo de la universidad, iran tras la llave—

—Espero con ansias ese momento, lo he esperado por milenios—

—Y asi sera—

Ambos sonreímos, al fin de cuentas Karla no era la mujer que aparentaba al submundo, era fria y retorcida como yo y algo magnífico debe de tener esa unión entre ambos jovenes que le beneficiarían, yo estaba preparado para dar el golpe final al submundo que me dio la espalda, si yo hubiera tomado el control no viviriamos a la sombras de los humanos eso jamás habria pasado.

—Fabrizio, Señora Alessia, me tengo que retirar, ha sido una agradable comida pero tengo que tomar mi vuelo, me estan esperando un placer haber pactado con ustes—

—El placer fue mutuo querida Karla estatemos en contacto, tengo personas trabajando para mi muy cerca de ellos— tomo su mano y deposito un beso.

Observo a Karla marcharse con ese porte tan elegante que la distingue ahora se por que su hija luce con la misma elegancia de su madre, Edina me mira con una sonrisa de suficiencia en los labios, me acerco a ella y se prepara para recibir un beso en la frente como me es constumbre recibirla, pero hoy se merece más por lo que me limitó a besar sus labios, obteniendo una reacción de asombro en sus ojos.

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