Loca Por El Vampiro

Epilogo; Dividida

Lo mire esperando

—Esta bien ¿Cual es el juego? —

Lian suspiro

—Estas lastimando mi eggo Chelsa. Te pido que te cases conmigo y tu piensas que estoy jugando—

—Lian por favor, sé serio. El consejo ni tu abuelo lo permitiría, mucho menos mi abuela—

—Habló completamente en serio. A mi no me importa ni mi abuelo, ni tu abuela mucho menos el consejo—

—Esto es una locura— dije con una nota de histeria en la voz.

—Estoy por cumplir mi segunda centena de vida y sigo siendo un soltero—

Sus palabras me dejaron sin aliento, nunca me había detenido a pensar en la edad del atractivo vampiro frente a mis ojos, mire hacia el otro lado en dirección a la puerta, tratando de controlar el pánico antes de que fuera demaciado tarde, y el se diera cuenta lo que había provocado su edad.

—El matrimonio sería la muerte de mis padres a esta edad, el no terminar la carrera y los planes a futuro de ellos—

—Muy astuta Chelsa—

Respire hondo

—Por favor, no me digas que el casarte te asusta. Oh ¿es que hay algún otro motivo para decir
que no?— Espeto con incredulidad, y entendí a donde quería llegar.

—¡No! ¡claro que no! — repuse a la defensiva — Es solo la escuela—

—Yo te pagaré la escuela ¿Que no se supone que el convertirte en Vampiro es para estar toda la eternidad a mi lado? Oh ¿piensas abandonarme por otro vampiro y esas es la razón de no querer casarte conmigo? —

—Te crees muy gracioso— lo mire con cara de pocos amigos.

—Chelsa ¿Que Mas puede cambiar? Estaremos juntos toda la eternidad solo cambia a un hermoso vestido, la fiesta más grande y elegante y un hermoso anillo en tu dedo— se reclino sobre mi. Sus ojos, azules como el mar, derritieron, quebraron hicieron añicos mi concentración.

—Amor ¿Por favor? — susurro.

Durante un momento se me olvidó respirar

—¡Nada de fiestas lujosas! —dije gritando.

—Me voy— anuncio. Lo mire con cara de espanto — Tranquila está apunto de amanecer, no tardan en despertar si me necesitas estaré aquí en unos minutos tenemos que hablar con mis padres—

No pude decir nada más cuando el desapareció de la habitación. Después de asearme me puse unos Jeans y un Suéter azul hize un moño alto y baje las escaleras esperando no despertar a nadie pero al bajar mis padres estaban en la sala.

—Buenos días—

—Buenos días hija—  saludo papá

—Ah, Hola Chelsa— mi madre me miro con molestia —Estas metida en un lío ¿Lo sabes? —

No pude reprimir una mueca

— Lo sé mamá, papá— me guire para verlos a ambos a los ojos.

—Estos tres días he estado a punto de volverme loca. De pronto recibimos una llamada de Ágata diciendo que Mark y tu estaban juntos pero después saliste por esa puerta corriendo como loca sin dar una explicación concreta junto con Azael Walk. Chelsa no sabíamos si Benjamin estaba tramando algo nuevo, si había pasado algo malo hasta que tu abuela ablo para informarnos que habían encontrado a Lian, y que tu estabas metida en un problema con el consejo. ¿Puedes decirnos algo que valga la pena, y no nos obligue a regresarte a junto con nosotros? —