6.

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Tercera persona.

Oh, mierda, oh, grandisima mierda.

Lo había hecho, habia cometido un error de un estúpido novato y principiante alfa puberto e idiota, aunque si, había sido muy idiota.

¿Qué mierda haría ahora?

No tiene sentimientos por el, no desea una vida con el ¡con un demonio!

Pensó en correr lejos, mucho, alejarse completamente del rubio e ignorar este gran error que había cometido, pero el destino es una perra, junto con el instinto, y ambos, le obligaban a estar al lado del rubio que aún dormía plácidamente.

¿Cómo mierda iba a vivir con alguien a quien no quería?

Lo mejor sería irse antes de que el rubio despertara, pero apenas se levantó de la cama, escucho un quejido proveniente de la cama y un gruñido poco placentero.

-carajo... - gruñe Kise comenzando a despertarse.

Aomine le vio con pánico unos segundos para luego darle la espalda.

-¿pero qué...? - habla Kise tocando su nuca para luego sentarse rápidamente asustado- ¡hijo de puta!- gruta corriendo al baño para ver la marca- ¡eres un gran hijo de puta!

Kise sale de la habitación para comenzar a golpear a Aomine con la almohada, mientras el alfa intenta protegerse con sus brazos.

-¿¡Cómo pudiste!? ¡Eres un idiota! ¿Que se supone que haré? ¡Me marcaste!- grita separándose para cubrir su rostro- mi vida esta arruinada.

Aomine suspira mientras intenta pensar en que hacer.

-¿que mierda se supone que haré ahora?- habla molesto y frustrado- mi carrera esta arruinada... Estaré maldito a hacer programas familiares y usar estúpidas barritas falsas...

-¿quieres dejar el maldito teatro? Yo no estoy más feliz que tu en esto- habla enojado pero a cambio recibe un almohadazo.

-si no fueses un idiota sin cerebro no estaríamos metidos en esto- habla enojado aunque con pequeñas lágrimas en sus ojos.

Aomine suspira de nuevo, como por décima vez, para pasar sus manos por su rostro frustrado.

Kise comienza a tomar sus cosas para ir al baño, Aomine escucha el sonido de la ducha y siente aún más el peso de sus acciones.

Mientras estaba en silencio, un pensamiento paso por su mente, fue algo que le hizo entrar aun más en pánico.

-¡Kise!- grita entrando al baño, mientras el rubio se duchaba- ¡¿bebes algún medicamento?! - pregunta a gritos, importandole muy poco si alguien le llegaba a escuchar.

-¿que mierda? ¡Claro que sí, tarado! ¿Piensas que quiero un hijo tan idiota como tu?- habla molesto saliendo de la ducha para comenzar a secarse y vestirse- más te vale buscar alguna manera de borrar esto, no importa como, o cuanto cueste, tienes que quitarla.

Kise le empuja para salir por sus cosas e irse de la habitación, dejando a un aliviado Aomine aunque molesto por la manera en la que el rubio le ha tratado.

Pero ahora tiene una misión, y es buscar la manera de romper un lazo.

Mientras tanto, Kise tuvo que ir a dar explicaciones a su agencia por la falta de todos los días, aunque claro, no sin antes ponerse una bufanda muy grande para cubrir su horrible desgracia.

Ambos por su lado, comenzaron sus días, pero buscando en cada momento libre alguna manera de librarse de la ataruda con el contrario.

Kise encontró algunas operaciones estéticas, que en general, borraban la marca con colágeno, no rompía el lazo, solo borraba la marca que hubiese en el cuello para que nadie la notara.

Aomine encontró cosas más drásticas, más que nada, relacionadas a la muerte de uno de ellos, en especial la suya.

Pero claro, eso no estaba en discusión, solo necesitaba algún tipo de cirugía o brujería para romper el maldito lazo.

Mientras estaba en ello, recibió un mensaje.

-ven a mi maldito trabajo. AHORA- Solo eso, nada más que una orden, la cual, no estaba dispuesto a cumplir, pero se vio obligado a ir donde él.

Al comenzar a caminar al lugar, pudo notar la fuerza de los lazos alfa-omega. Desde lo básico, ya no sentía el aroma de las feromonas de otros omegas, aunque ellos o ellas quisieran tentarle, ningún aroma le atraía. También, podía notar cierta incomodidad en su torso a medida que se acercaba al rubio, era extraño, pero podía saber que Kise no se sentía bien... Bueno, eso creía el.

Al llegar, vio al rubio nervioso jugando con sus dedos, mientras otro chico hablaba frente a él. Ambos estaban en un rincón un poco alejado, que, de no ser por el estúpido lazo, Aomine no le hubiese encontrado.

-si... Bueno, podríamos hablarlo luego, yo te podría llamar y... ¡Amor! Ya llegaste- habla sonriendo mientras se cuelga del cuello del moreno, a lo que, alcanza a susurrar un "sígueme el juego"- te estaba esperando.

-si... Yo... Estaba ocupado- habla el moreno sin saber muy bien que sucedía, así que, debía "ayudar" o eso suponía.

-me lo imagine, no te preocupes- habla Kise abrazado a su brazo- te quería presentar a Yukio, el fue mi superior en el instituto.

-somos muy cercanos con Ryouta- habla el mencionado acercándose a darle la mano al moreno- un gusto conocer a su pareja.

-lo mismo digo- habla dándole la mano, sintiendo como Yukio apretaba con más fuerza de la necesaria.

-mira la hora, debemos irnos o perderemos la reservacion en el restaurante- sonríe el rubio- nos vemos, Yukio.

Kise comienza a tirar al moreno mientras Yukio se queda en el mismo lugar, viéndoles alejarse lentamente. Cuando ya se encuentran en una distancia prudente, Kise suelta a Aomine y da un fuerte suspiro.

-¿qué mierda-?

Su pregunta queda a medias cuando el rubio comienza a quejarse.

-ese hijo de puta... Ahora sabe donde trabajo...- habla escribiendo rápidamente en su telefono- ese idiota me acosaba ¡aun lo hace! Antes entraba a mi casa y me robaba la ropa interior, me tomaba fotos y dejaba sus cosas en mi casa, es un demente...

Kise explica todo sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono, mientras Aomine le escucha atentamente.

-en fin ¿descubriste algo?- pregunta luego de varios minutos.

-nada útil ¿tú?- responde el moreno comenzando a caminar a un lado del rubio.

-sólo tu muerte- habla para luego reír levemente, mientras a la distancia, una camara toma en momento menos adecuado para ambos.

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Saludos espero les guste!

Tentaciones (Aokise yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora