21

60 6 2
                                    

Tercera persona.

-¿no crees que esto es demasiado?- pregunta el rubio al ver como Aomine seguía agregando capas de ropa.

-no puedes resfriarte, tengo que cuidarte a ti y al bebe- dice mientras pone una gorra en la cabeza del rubio y le da un beso en la frente- además, te ves hermoso.

Kise niega y sonríe dejándose hacer por el moreno, los meses han pasado demasiado rápido para ambos y ninguno de ellos es feliz realmente con la idea de pensar en que el tiempo siga pasando.

Han disfrutado de los días más fríos, pronto, se acercan las festividades y luego de ello, la fecha de parto.

Aomine le jura a Kise qué todo saldrá bien, mientras que el rubio siente cada vez más miedo por ese día, el día en que su tiempo juntos se acabe.

Esa tarde, ambos van a cenar con Kuroko y Kagami, ambos preocupados de su propia descendencia, puesto que el peli azul apenas tiene tres meses de embarazo, cosa que les hace hablar por horas de la maternidad y la manera en que sus hijos serán criados a la par.

Hay cosas dentro del embarazo que resultan fáciles para ambos, pero hay otras, que no son sencillas de ninguna forma, como lo es aquellas náuseas repentinas qué a veces sienten, tanto Kise como Kuroko, y que los hacen odiar todo, incluso aquello que aman.

Aomine se levanta para contestar una llamada y Kise no pierde oportunidad de interrogar al pelirrojo.

-dime la verdad ¿esta tramando algo? - pregunta rápidamente apenas el moreno abandona la habitación.

-¿qué podría estar tramando? Kise, el te ama, debiste conocerlo antes, el ha cambiado mucho por ti- dice Kagami sonriendo mientras come de manera exagerada.

-antes era un idiota- dice su pareja- bueno, sigue siendo un idiota en alguna cosas, pero ha cambiado para bien, eso está claro.

Pero Kise es un hombre lleno de hormonas por un embarazo en su segundo trimestre y esa respuesta no le ayuda en nada.

Por ello, apenas tiene una oportunidad, espera que Aomine se recueste a su lado para preguntar.

-¿que estas planeando? - pregunta sin rodeos mientras Aomine intenta desentenderse- no me mientas, llevo a nuestro hijo en el vientre y las mentiras pueden hacerle daño.

Aomine siente tentación de risa ante el comentario del rubio para obligarle qué se acerque y acunarlo en su pecho.

-es una sorpresa, nada malo, y es algo especial así que tendrás que esperar.

Kise hace un puchero mientras le mira intentando sacarle más información pero Aomine se niega, lo intenta convencer con una sesión de besos subidos de tono pero aún así, el moreno no cede y es Kise quien termina olvidando el tema luego de que la sesión de besos pasara a algo más.

Aomine es cuidadoso con Kise, a pesar de las quejas del mismo de intensificar todo, el solo desea que el rubio esté bien, satisfecho y no se haga daño.

Y es que Kise sabe como puede ser tener sexo con Aomine, sabe lo fogoso y ardiente qué resulta aquello cuando el moreno se lo propone, pero ahora, ahora hacian el amor.

Era lento, cuidadoso y terminaba lleno de marcas de besos del moreno sin notar en que momento eran hechas, pero aquello solo le dejaba ver la devoción qué Aomine tenía por él.

Luego del orgasmo, Aomine se preocupaba de limpiarle de forma meticulosa, le hacía masaje, cosa que había tomado como rutina el moreno en último tiempo y Kise agradecía infinitamente.

Su pequeño bebé comenzaba a moverse y Aomine no perdía oportunidad de hablar con su hijo.

Por ello, cuando apenas lo notaron, Kise ya habia llegado a los 7 meses.

Un niño venía en camino, su pequeño Aoki, la unión de ambos.

El rubio pronto comenzó a notar como los colores rojo y verde inundaban las calles, el dorado se hacia presente en combinación.

-¿amor?- pregunta Aomine una tarde en la que están comprando ropa de bebé al notarlo distraído-¿te sientes bien?

Kise asiente volviendo de su sueño mientras Aomine se mantiene pendiente.

Ambos son invitados a una boda repentina, Kise se encontraba dudoso en un comienzo, pero decide aceptar con la promesa de volver temprano.

Le llama un poco la atención que el lugar no tiene mayor información de los novios, solo las iniciales y nada más. Aunque reconoce que la decoración es hermosa, no toma en consideración muchos detalles.

Ve a lo lejos a algunos conocidos, así como también a Kagami y Kuroko a lo lejos, y ve que Aomine esta perfecto en su traje azul marino.

Sueña despierto unos momentos en su propia boda, ya luego de que Aomine regresara.

Pero una pregunta le saco de su ensueño.

-¿te quieres casar conmigo?- Aomine estaba con un micrófono en su mano mientras los invitados estaban alrededor.

Ve como escondidos entre la gente estan sus padres, ve a sus amigos y es recién en aquel momento que toma en cuenta que la decoración es en amarillos y azul pastel.

Cae en cuenta que las iniciales que ha visto son K&A, y puede jurar que esta a punto de desmayarse, de no ser porque la mano de Aomine le tiene conectado a la realidad.

-¿qué dices? Tengo al cura, al notario, la banda, los trajes, solo me falta el novio- sonríe el moreno mientras Kise siente lágrimas llenar sus ojos- mi amor, se que es repentino y que no te dije nada, pero también sé, que es algo que ambos queremos.

Kise asiente mientras mira la moreno, ya las lágrimas comenzaron a caer pero acepta con total felicidad la propuesta de su novio.

Sus padres son quienes le ayudan a cambiarse y le juran en todo momento que es hermoso, pero Kise no lo cree hasta que camino hacia el pequeño altar y ve a Aomine llorar de felicidad.

-amor- habla el moreno tomando su mano mientras sonríe y Kise es contagiado de su alegría.

Tienen una ceremonia tradicional, Kise aun en la sorpresa no puede evitar seguir sonriendo y se mantiene muy emocional en todo momento, Aomine por su parte sonríe y lo conforta cada que lo necesite.

Bailan el vals con los ojos un poco rojos por el llanto y Aomine no pierde oportunidad de dejar besos en el rostro y cuello de su ahora, esposo.

-¿es esta la sorpresa que tenias guardada? - pregunta Kise mientras están abrazados.

-¿te gustó? Se que es egoísta hacer todo de esta manera, pero no quería que te estresaras con los preparativos y que te can- intenta justificar pero Kise le interrumpe.

-es todo lo que había soñado- sonríe dejando un beso en sus labios mientras la música continua.

Y el rubio no mentia, todo habia sido perfecto...

~§~

Holis holis, que tal la sorpresa de Aomine? Jajaa alguien lo vio venir?

Me disculpo si hay alguna palabra extraña pero mi cel murió y este que tengo esta un poco malo.

En fin, un abrazo y los quiero! Nos acercamos al final!

Pd: esto va dedicado al grupo Aokilovers de FB, los quiero!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tentaciones (Aokise yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora