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Tercera persona.

-¿qué? ¡No!- grita el rubio apartando la mano de Aomine de inmediato- ¿como si quiera se te ocurre pensar en que diré que si?

Aomine le mira con la boca abierta unos segundos para luego acercarse.

-es... es lo lógico, seremos padres, debemos casarnos- habla mientras le mira, recuperándose del rechazo.

-mi hijo no es un "deber"- habla Kise abrazando su vientre- no quiero que este en medio de una relación por obligación.

-bien- habla Aomine separándose del rubio con expresión molesta, para salir de la habitación dando un portazo.

A los minutos, entro nuevamente el doctor, con una expresión de preocupación. 

-entonces, doctor ¿que debo hacer para que mi hijo este sano?- pregunta el rubio al hombre frente a el.

Le entregan todas las indicaciones, y luego de que ya no hay sospecha alguna de problemas, le dan el alta para que se dirija a su hogar. 

En todo momento, es seguido de cerca por Aomine, Kuroko va del brazo con el, mientras al otro lado va Kagami, y detrás, va Aomine. 

El moreno no menciona ninguna palabra, ni hace ninguna señal, nada. Solo esta ahí, esperando... ¿que es lo que espera? Kise no tiene ni la menor idea.

Kagami y Kuroko se quedan hasta que se recuesta en la cama, para luego dejarle a solas con el moreno. 

Kise le mira un poco incomodo, pero antes de preguntar algo, el moreno comienza a ordenar las cosas en el closet del rubio.

-y... ¿que se supone que estas haciendo?- pregunta Kise acariciando su plano vientre con una de sus manos.

-hago espacio para mi ropa- responde serio.

-ok, escucha, no me puedo estresar y tampoco quiero hacerlo contigo- habla enojado- pero debes tener mas que claro que no puedes regresar aquí.

-estas esperando a nuestro hijo- habla Aomine sin mirarle- no puedes quedarte solo.

-es MI hijo- responde Kise.

-Nuestro- gruñe el moreno girándose a verle- aunque no quieras admitirlo, es nuestro, tuyo y mio- se acerca aun con expresión molesta- duerme, debes descansar.

-eres un idiota, espero mi hijo no se parezca a ti.

Sin mas, el rubio se gira para comenzar a dormir. 

Al menos lo intenta, ya que, cierra los ojos para dormir pero no logra hacerlo, pendiente de los movimientos y pequeños ruidos que el moreno hacia. 

Lentamente, el sueño le fue ganando, hasta que todo se torno oscuro. 

Despertó luego de varias horas, notando como estaba oscuro afuera, se estiro un poco con intenciones de bajar de su cama, notando como había una manta tendida en el suelo... y a Aomine sobre ella.

-¿qué se supone que estas haciendo?- pregunta el rubio aun entre el sueño-

-no te dejare solo, nuestro hijo puede necesitar algo y tengo que estar aquí- responde el moreno aun con los ojos cerrados- ¿tienes hambre? prepare algo de comer hace un rato, pensé que podrías sentir apetito al despertar. 

Kise se mantiene callado unos segundos para luego suspirar.

-¿cuanto tiempo piensas quedarte?- pregunta mas tranquilo que hace unas horas.

-yo tengo que estar con mi hijo- habla serio sentándose en la cama- pero luego de nacer no creo que me dejes verlo aquí, así que supongo que hasta que el nazca y quizás un mes mas. 

-Aomine. 

Kise toma su rostro para que le vea fijamente, el moreno no entiende la razón de esto, pero las palabras de Kise le duelen mucho.

-¿recuerdas nuestras reglas antes de comenzar esto?- pregunta y Aomine intenta hacer memoria de aquel día- esto es, sin amor, sin ataduras y lo mas importante, sin ser exclusivos- habla serio. 

El moreno se levanta para poner de pie al rubio.

-no juegues con eso, Kise- habla enojado, mientras abraza su cintura. 

-solo te recuerdo algo que parece haz olvidado- Kise le aparta levemente para caminar a la cocina.

-basta, Kise, no es una broma lo que dices- el moreno le empieza a seguir y Kise le ignora para sacar algo de comer- oye, no estoy bromeando- habla tomando su muñeca y el rubio le mira molesto.

-yo tampoco- habla serio.

-es mi hijo, tienes mi marca, no puede ser de otro, tu cuerpo no lo permitiría- habla enojado y Kise se encoje de hombros.

-quien sabe- habla sonriendo- quizás me deje marcar por otro alfa, así podría ser suyo y no de un idiota como tu. 

-¡Basta, Kise!- habla tomándole por los hombros- ¿por que estas siendo tan cruel e hiriente? ¿que demonios te pasa?

Kise ríe levemente para luego comenzar a sentir como los ojos se le llenaban de lagrimas. 

-¿yo hiriente? ¿que hay de ti?- pregunta mirándole ya comenzando a llorar- ¿tu no lo fuiste? 

Kise cubre su rostro para comenzar a llorar lentamente, mientras Aomine le abraza con cuidado, si bien, el moreno no entendía de donde salían los cambios de Kise, entendía perfectamente su molestia por lo que había sucedido antes. 

-Kise, lo siento- habla tomando su rostro- de verdad lo siento, cuando dije eso...- susurra acariciando sus mejillas con sus pulgares- cuando dije eso estaba inseguro y confundido, pero ahora solo deseo estar siempre contigo, no solo por nuestro hijo, sino que porque me gusta estar contigo- sonríe.

-¡¿por que me lo dices ahora?!- habla llorando el rubio- me veo horrible, hice un desastre y siento que tengo tantas hormonas en el cuerpo que quiero besarte, golpearte y tener sexo contigo ¡todo al mismo tiempo!

Aomine no puede evitar reír levemente, para tomarle entre sus brazos, como una princesa, para llevarle a la cama.

-descansa- sonríe acomodándole mientras el rubio le mira fijamente. 

-oye- susurra tomando su mano- si es tu hijo... solo... solo estaba enojado y quería hacerte enojar- susurra levemente avergonzado.

-lo se, ya no importa- sonríe.

-y...- habla sin mirarle- puedes dormir en la cama... ¡pero nada mas! no quiero sexo ni nada... quizás algún beso o abrazo ¡pero nada mas!- habla completamente rojo y el moreno suelta una pequeña risa.

-Lo que digas, rubia- sonríe divertido ante el puchero de Kise, aunque le abraza apenas el rubio se acerca, aspirando su aroma levemente. 

Aomine sonríe mientras piensa en su pequeño hijo, en cuanto le ama y amara... 

Pero bien dicen que la felicidad es efímera...


***

Espero les guste, disculpen la demora.

Tentaciones (Aokise yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora