EXO history: First Fight.

Capítulo 3: Vuelo y descenso.

Li Jia Heng o Wu Yi Fan.

Li JiaHeng era su nombre cuando todavía vivía con su padre y su madre. Cuando todavía era un pequeño que vivía con sus padres. Bonito, ¿no? Pues no. Él y su madre desearían no estar cerca del señor Li. Un hombre irritable, agresivo e impulsivo. Aun si era profundamente rico y, hasta un punto, guapo, no querían seguir bajo el mismo techo que él.

—Algún día, hijo, algún día volaremos lejos. Tan lejos y libres que él no será capaz de volver a encontrarnos —afirmó la mujer señalando el cielo azul con algunas nubes alrededor—. Volaremos como lo hacen los halcones; alto y sin preocupaciones. Sin ninguna prisión que los detenga.

El pequeño de ceño fruncido observaba el cielo. Observaba como aves volaban en familia por los cielos. ¿Qué se sentiría tener un padre cariñoso y que te apoyaba? Tan sólo tenía a su madre como apoyo. En la escuela, los niños le tenían miedo porque siempre tenía el ceño fruncido. Pero ¿para qué amigos si primero debía preocuparse por su madre? Su amada madre que sufría día a día. Esa mujer que anhelaba con su alma poder ya no ser llamada la señora Li y poder darle lo mejor a su hijo.

—Hijo, quiero que sepas algo —pidió agachándose y volteando a su hijo para que se miraran mutuamente—. Unos amigos y contactos míos nos están apoyando en esto, pero es muy peligroso. Tu padre tiene contactos por todos lados y podría descubrirnos. Así que, si un día, estás en la escuela, y tu padre te va a recoger, corre, ¡corre lo más lejos que puedas y no mires atrás! Pide ayuda pero a mí no me llames. Por favor. Te lo pido. No dejes que ese hombre te toque ni te lleve con él. ¿Sí?

JiaHeng asintió entendiendo que su madre sólo buscaba protegerlo. Aún si entendía todo, tenía miedo. ¿Y si su padre le hacía algo peor a su madre? ¿A quién tendría ahora? Posiblemente ya no tendría familia. La familia materna nunca aparecía. La paterna era peligrosa como el señor Li y podrían decirle a éste que JiaHeng está con ellos. Prácticamente, ya no tendría familia.

Una lágrima resbaló por su mejilla por el miedo. Su madre la limpió y abrazó a su hijo—Yo también tengo miedo, hijo, pero si somos fuertes y persistentes, no nos dañará. Confía en mí, por favor.

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Iba saliendo de la escuela con pereza y cansancio ese día. Caminaba casi arrastrando los pies. No quería saber nada, en esos instantes. Y mientras buscaba con la miraba el coche de su madre, vio a su padre afuera de un coche mientras fumaba un cigarrillo. Tuvo miedo al verlo y su piel perdió color. Con total sinceridad, no entendía qué diablos significaba que su padre estuviera ahí esperándolo. Pero el recordar las palabras francas y firmes de su madre le indicaba que no era nada bueno.

Empezó a retroceder inconscientemente totalmente mudo del miedo. El señor Li lo vio y alzó una ceja. Tiró el cigarrillo y lo pisó con total normalidad. Jiaheng miró a todos lados buscando una manera de salir corriendo. Vio una calle sin muchos coches y sin inconvenientes. Empezó a caminar en dirección a está observando cómo su padre reafirmaba que el cigarrillo estuviese bien pisado.

Subió su fría mirada para encontrarse con la de su asustado hijo. Al ver que no iba en dirección a su auto, sino en dirección contraria, frunció más el ceño—Hijo mío, ¿a dónde carajos vas? —le preguntó intentando no perder la poca paciencia que aún le quedaba en torno a su familia.

Jiaheng decidió ignorar por total las palabras de su padre y empezó a correr. Correr sin rumbo e intentando no tropezar con nada. Era un tanto inútil correr pues su padre tenía un coche, pero valía la pena intentarlo. "Vale la pena" se repetía mentalmente.

Su padre se subió al auto enfurecido y empezó a conducir en dirección a su hijo. Pisaba el pedal de acelerar sabiendo que terminaría alcanzando a su hijo. Capaz y podría golpearlo para que entendiera la lección. De igual modo, su hijo se estaba encerrando en un callejón sin salida ni gente alrededor.