EXO history: First Fight.

Capítulo 31: Advertencias.

Tao observó la pared por unos instantes escuchando el futuro. No se creía lo que oía. Era él. Él y él. Él mismo hablando con él mismo. No era cara a cara pero algo similar. El teléfono sonó en esos instantes lo observó con miedo de saber que o quién era. Tenía el número bloqueado y contestó sin titubear—Sabes para qué te llamo —era la voz de Tao más maduro en el futuro con un Tao asustado y joven.

—S-sí... sí... l-lo s-sé... —respondió con miedo del Tao del futuro.

—Entonces ¿por qué contestaste la llamada? —ni Tao sabía por qué respondió la llamada. Anteriores veces no había contestado sabiendo de lo que hablarían o por mero miedo. Esta vez, desconocía las razones de que le haya contestado.

—Y-yo... sim-simplemente no s-sé... —se escuchó un suspiro del otro lado.

—Bueno, si me contestaste es para escucharme, ¿quieres que te diga lo obvio? —Tao iba a contestar que sí pero el otro siguió sabiendo su respuesta—. Diles a los demás lo mucho que los aprecias. Dile a Yi-Yifan que... —por primera vez titubeó al hablar—... que lo aprecias mucho... pásatela bien con él... y también con el resto pero dile a Yifan... —su voz empezó a sonar temblorosa y débil. Como si estuviese a punto de llorar—... que lo amas... ¿bien? Y jamás pierdas el control en caso de que algo malo suceda entre ustedes dos...

—¿Podrías decirme por qué?

Hubo silencio. Tao lo esperaba y sabía que no se lo diría—Lo descubrirás pronto... pero por ahora... diles a todos que NO vayan. Ellos sabrán a qué me- a qué te refieres —dijo rápidamente—. Y por lo que más quieras, por lo que más ames... no vayas con Yifan ni Luhan a visitar a los chicos nuevos, procura que sean otros los que vayan —pidió sabiendo que Tao del pasado desobedecería pero tal vez podría cambiar el futuro en el que vive. Aún si éste es inevitable. Tao del pasado buscaba en el futuro algo muy borroso tratando de saber a qué se refería. Tenía curiosidad de saber por qué le pedía todo esto, pero ya colgó.

Miró su teléfono con curiosidad. Le iba a hacer caso en ciertas cosas pero otras eran una curiosidad que lo mataba—¡¡Tao!! —volteó asustado porque no vio el futuro centrándose en otras cosas. Llevó una mano a su pecho y contuvo un grito. Era Yifan. Y se le veía feliz. Apenas tocaba el piso desde que controló su poder—. Adivina qué —Tao le preguntó recuperándose del susto—; ¡he logrado ejecutar mi poder del dragón! —Tao lo miró en silencio. Volteó sus ojos a la ventana y vio a Jongdae corriendo desesperadamente siendo perseguido por algo gigante que no se veía muy bien desde la perspectiva en la que se hallaba.

—Y supongo que está siendo controlado por Jongdae, ¿no es así? —Yifan asintió con orgullo mientras se escuchaba un grito de Jongdae pidiendo amablemente por ayuda. Yifan observó la ventana por unos instantes viendo que Jongdae tenía una tabla de madera entre sus manos intentando cubrirse mientras aún huía del dragón.

—Bueno, hace lo que puede —respondió cruzándose de brazos y suspirando con tranquilidad. Lo miró por unos segundos y volvió a fruncir el ceño—. ¿Qué te preocupa? —sabía que a Yifan le era imposible ocultar algo. Él era muy bueno leyendo sus expresiones por lo que podía adivinar fácilmente si estaba feliz, triste, preocupado, enojado o algo así. Tao no sabía qué decirle exactamente. Se tardó en pensar las palabras que, tanto su visión futura como la puerta abriéndose de un azotón, lo espantaron e interrumpieron.

—¡Buenas noticias, chicos, hay un grupo de humanos que nos quieren llevar con ellos para ayudarnos! —era Junmyeon quien entró -demasiado- animadamente. Se detuvo y los miró a ambos respectivamente—. ¿Interrumpí algo? —ambos negaron y Junmyeon asintió—. Muy bien... pues... vengan, Yifan, te pedimos de favor que seas tú quien nos lleve —siguió mirando a Yifan. Tao recordó la llamada y dijo rápidamente.