Kim Jong Dae.
Siempre fue el niño cargado de energía del salón. Y le caía bien a la mayoría. Pero a algunos del salón o de salones más grandes, no les agradaba tanto. ¿Cómo era que ese niño era tan querido sin siquiera ser de economía alta? Ilógica. Para ellos es ilógico cómo es que lo adoran o idolatran tanto.
Ciertamente no era el más guapo ni alto del salón pero aún así, varias niñas estaban detrás de él. Y le dejaban cartas en su pupitre después de clases. Jongdae no se sentía atraído a las niñas. Lo suyo eran otras cosas. Pero eso nadie tenía porqué saberlo.
En ese instante lo iban persiguiendo por una persecución en la escuela a la hora de irse. Jongdae corría con agilidad a través de los botes de basura. Los tiraba de vez en cuando para ayudarse a desviarlos. Si lo atrapaban, terminaría valiendo—¡Ven acá, Chen! —le pusieron ese apodo porque estaba de moda un gato llamado Chen. El gato se burlaba de los perros por no ser capaces de alcanzarlo. Pero cuando lo alcanzaban, se hacía el muerto. Caricaturas muy raras para los pequeños. Pero muy famosa.
Jongdae subió por unos botes de basura y algunas bolsas llegando al tejado. Corría saltando de casa en casa. Cada vez todo se volvía más difícil. Y los tres niños de dos grados mayor que él lo iban alcanzando.
—¡Podrás correr, pero no esconderte por siempre! —gritó el chico y Jongdae volteó a ver dándose cuenta que no estaban a muchos tejados lejos.
Escaló a una casa más alta y siguió corriendo por esta misma. Y cuando llegó al final del tejado, se dio cuenta que estaba encerrado. Habían de a dos; se aventaba a los cables eléctricos para llegar a la otra casa (lo cual le causaría a su cuerpo una descarga eléctrica) o se rendía y dejaba que lo golpeasen.
Asustado, intentó volver pero los chicos ya estaban en el mismo techo que él—Te hemos acorralado, gatito. La jugada te salió mal esta vez —el trío iban acercándose a él con malicia—. Tu astucia te llevó a tu trampa. Ahora, te ofrezco dos cosas; una, me haces popular y serás mi marioneta por el resto de los ciclos escolares o dos, dejas que te golpee y no podrás decir nada al respecto. Tú mismo lo decides.
Jongdae volteó atrás suyo a los cables eléctricos y después volteó a verlo a él. Toda la adrenalina corría por sus venas con la pregunta de qué poder hacer. ¿Ser su marioneta? Posiblemente lo utilizaría para ganar a unas cuantas chicas. ¿Dejarse golpear? ¡Quién se dejaría golpear absurdamente!
Definitivamente, ambas opciones eran raras y tontas. Además de desagradables. Él no sería la marioneta de nadie y mucho menos se dejaría golpear. Se necesitaba ser suficientemente cobarde para aceptar alguna de las dos.
Pero aceptarlas ahora sonaba levemente razonable. Porque tirarse a los cables eléctricos tampoco era inteligente. Y era peligroso de hacer. Si te aventabas, la carga eléctrica podría hacer que perdiera sus brazos o sus manos. De una manera muy dolorosa. Él no quería eso. ¿Qué le diría a su madre o padre al respecto? No quería preocuparlos. No quería causarles problemas. Deseaba salir de ahí. Si tan sólo esos cables no fueran eléctricos...
—Vamos Chen... no tengo todo el tiempo del mundo para esperarte a tomar una opción —dijo mirándolo con aburrimiento—. O también hay una tercera opción —Jongdae escuchó atento teniendo la leve esperanza de que fuera algo bueno—. Te avientas por la casa a los cables eléctricos.
Jongdae suspiró y miró a los cables. ¿Qué sería más idiota; dejarse ser una marioneta, dejarse golpear o aventarse a los cables? Bueno, los tres sonaban terribles pero no quería ninguno de ellos.
—¡Decide ahora o lo tendré que hacer yo! —exclamó aventándose a Jongdae. Éste, en un mero acto de impulso, se aventó a los cables de electricidad mientras en el cielo se iba formando misteriosamente una tormenta. Chispas eléctricas se veían sobresalientes de los brazos de Jongdae antes de tocar los cables.

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EXO history: First Fight.
FanfictionEn el planeta extrasolar hay doce protectores creados para cuidar de todas las criaturas existentes. Pero un día, son atacados por seres tan poderosos que destruyen todo el planeta. Así que MAMA, la diosa que creó a los protectores, los envía a un p...