EXO history: First Fight.

Capítulo 40: Un nuevo comienzo.

La humanidad y su pésima reputación entorno al resto de civilizaciones extraterrestres siempre ha causado que no vuelvan a ser visitados por alienígenas. Eran catalogados como arrogantes, crueles, sádicos, asesinos, ladrones, cínicos y otros mil adjetivos con los que a otros les encantaba catalogar a la humanidad. Se les hacía tan triste el como es que la humanidad se destruía entre sí casi llegando al punto en el que la gente prefería seguir creyendo que no le estaba pasando nada al planeta y que aún tenía muchísimos años por delante cuando eso eran unos pensamientos realmente pretenciosos. Habían otras razas y alienígenas que sabían los límites que no debían de cruzarse pero esta raza de humanos eran capaces de aniquilarse con tal de saciar su infinita curiosidad homicida.

En un pasado, cuando la humanidad aún era más ignorante y, hasta un punto, adorable porque se creían lo mucho, eran visitados por extraterrestres discretamente para ver si estos tipos tal vez podrían convertirse en parte de la Asociación Espacial Interestelar de Unión que estaba conformada por muchísimas razas que prestaban sus recursos a cambio de otros necesario. Trueques, para que se entienda mejor. Una unión que, si le pasaba algo a algún planeta que estuviera dentro de esta asociación, se mandaría ayuda de inmediato. Pues bien, como la Tierra en la que viven los humanos tenía muchísimos recursos muy útiles de curación y creación de mejores artefactos para la vida (aunque actualmente el humano ha vuelto ilegal a la mayoría de los recursos que servirían muchísimo), se observaba a los humanos desde cerca al ser los que parecían razonar más.

Pero solo algunos humanos reaccionaron bien. Habían civilizaciones que aceptaban la ayuda alienígena como los egipcios (los cuales son los más conocidos por tener colaboraciones extraterrestres) que incluso hicieron dibujos hermosos a tributo por la ayuda. Muchísimas otras aceptaron la ayuda siendo ignorantes de si podrían dañarlos o no y eso era lo que permitía a las demás razas de interactuar con las antiguas civilizaciones. No todas las civilizaciones reaccionaban igual, tal es el caso de los tupiniquins que creían que eran enemigos de sus dioses y rechazaron todo tipo de ayuda.

Luego estaban las civilizaciones empoderadas por su propia forma de pensar de ser la raza perfecta e intocable que nada ni nadie podía subestimarla y realmente no era bueno subestimar a estos humanos. Y eso quedó muy claro cuando quemaban vivos a cualquiera que les pareciera extraño o fuera de lo común. ¿Por qué hacían esto? Para demostrar su poder y lo geniales que se creían. Realmente perdieron a muchos por culpa de estos psicópatas que quemaban vivos tanto a humanos (espacialmente a mujeres, extrañamente) como a alienígenas. Una práctica muy normal para ellos pero si ellos eran los que estaban atados a un poste de madera con paja incendiada debajo de ellos, ellos eran los que ahora gritaban de miedo.

Y bueno, realmente esas fueron algunas razones por las cuales la AEIU empezó a alejarse de los humanos. Especialmente cuando locamente, estos tipos que manejaban la ilusión del poder, empezaron a acabar con sus únicos aliados de la tierra y los sometían a crueldades o los volvían de su lado. Ahí fue cuando decidieron abandonar totalmente a la humanidad. De igual forma, habían otros planetas que con gusto aceptaban unirse a la AEIU.

Volver a la tierra ya no significaba ser quemado en un poste públicamente, ahora significaba llegar un grupejo de dementes que sacrificaban vidas con tal de querer tener el conocimiento de todo y así, supuestamente, tener el poder sobre este nuevo conocimiento. Por mala suerte, la humanidad no era estúpida. El hecho de que fueran casi inútiles les hizo buscar maneras realmente ingeniosas de saciar ese espacio interno de inutilidad y el no saber para qué servir. Como el hecho de crear artefactos con programas sofisticados, descubrir lo desconocido, crear mundos imaginarios en base a la escritura, el sonido o la imagen. No eran los primeros en hacerlo pero para ser una raza realmente destructiva se les admiraba.

Lo que no se admiraba eran situaciones como en las que los chicos se hallaban. En donde la humanidad trataba de seguir atajos para lograr el bienestar propio. Situaciones así se daban con muchísima más frecuencia de lo que la gente solía creer. Era una situación invisible; estaba ahí la mayoría del tiempo pero nadie la veía. Como el mismo laboratorio en donde los habían transferido para los malditos experimentos que tenían planeados.