Kim Jun Myeon.
Hijo del maestro de metafísica de una de las mejores Universidades de todo SurCorea. Y de una cuidadora de guarderías por Gangnam. Curiosamente eran ricos, esto tenía que ver con el pago y la herencia de las familias. La familia Kim eran conocidos por ser increíblemente tacaños con respecto al dinero. Lo guardaban muy bien y sólo lo utilizaban para lo necesario. Eran unos muy expertos ahorradores aunque eso incluyera ser tacaños con el dinero.
El llorón Junmyeon tenía miedo de muchas cosas. Y siempre quería que alguien lo abrazase y lo cuidase. Que lo protegiese. O que estuviera a su lado. Buscaba amor, uno muy afectivo. Sólo que no lo tenía. Su madre era una mujer que siempre traía a sus amigas (que fumaban sin preocupaciones dentro de la casa) y no le prestaba atención a su hijo. Y su padre, él sí que le daba cariño, pero estaba muy ocupado por el trabajo.
Su madre siempre le dijo a su hijo; "Si no te doy afecto es porque no eres mi hijo" y es que tenía razón. El inteligente, adorable y amable hijo Kim JunMyeon era adoptado y la señora Kim nunca dudó en repetírselo. Como para que el pequeño entendiese que no tiene padres, o algo así.
En ese instante, Junmyeon se hallaba sentado esperando a que la señora Kim (ella misma le ordenó que NUNCA le llamara 'omma') bajara y le hiciera de desayunar ese sábado. La nanita estaba de vacaciones. Su appa salió a una reunión y por ello, le pidió a su esposa que alimentara a su hijo.
La señora Kim bajó mientras fumaba un cigarrillo ignorando importándole un pepinillo que es dañino para la salud (al menos para el niño). Y Junmyeon detestaba el olor que desprendía el cigarro—Em... señorita Kim... el cigarro no es bueno para su salud —musitó con miedo a la respuesta de la mujer que estaba abriendo el refrigerador.
La señora Kim cerró el refrigerador sosteniendo un tupper con frijoles dentro. Se le quedó mirando con frialdad al pequeño por unos largos e infinitos segundos de tortura. Retiró el cigarro de su boca y expulsó todo el humo de sus pulmones—Haber, Junmyeon, dime, ¿eres experto en el tema? ¿Sabes qué es un cigarro? ¿Eres listo siquiera? —el pequeño se quedó callado y agachó la cabeza. Negó admitiendo su poca inteligencia y la mujer dijo—. Entonces no me corrijas. No tienes el derecho. De todos modos, no eres mi hijo. ¿Sabes? Para que tu padre no se enfade conmigo te daré estos frijoles y un vaso de agua.
Se acercó a la mesa y depositó los frijoles fríos. Agarró un vaso y le sirvió medio vaso de agua simple. Lo dejó bruscamente frente al pequeño y se subió a su cuarto sin más.
Jun miró el agua que le salpicó a su rostro. Sus lágrimas ya estaban acumuladas. No se sentía bonito que le repitiera lo tonto que es. Esa mujer le causaba miedo y pavor. Ella lo amenazaba con desaparecerlo de casa si decía que fumaba y que sus amigas también lo hacían. Le prohibía decir algo de cómo lo trataba.
Una lágrima resbaló por su inflada mejilla pero la limpió con rapidez.
Escuchó cómo la regadera se prendía repentinamente y despertó de sus pensamientos. La señora Kim se estaba bañando. El pequeño miró hacia arriba y decidió subir.
No es que fuera alguien malo, pero deseaba darle una lección silenciosa a la esposa de su padre. Para que entendiera que a los niños pequeños no se les maltrata mentalmente. ¿Pero cómo? ¿Qué hacer? ¿Qué sería bueno para esa mujer?
Subía las escaleras viendo de nuevo la gran casa en la que vivían. Llegó hasta la habitación donde estaba bañándose la mujer. Podía escuchar a esa mujer tararear una canción sin un buen ritmo—¡Oh, Junmyeon~! Algún día te sacaré~. La atención yo tendré~. Tu padre me atenderá sólo a mí~. Y no habrán obstáculos~, ¡yeii~! —se le escuchaba cantar con sin afinación.
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EXO history: First Fight.
FanfictionEn el planeta extrasolar hay doce protectores creados para cuidar de todas las criaturas existentes. Pero un día, son atacados por seres tan poderosos que destruyen todo el planeta. Así que MAMA, la diosa que creó a los protectores, los envía a un p...