EXO history: First Fight.

Capítulo 39: Evacuación absoluta.

Tiempo atrás...

—Ya todo el planeta ha sido evacuado, nada más nos falta acabar con estos invasores —habló Junmyeon un toque de agresividad por el estrés que tantas peleas les había causado. Varios estudiantes se habían unido a la evacuación y otros habían desaparecido con el paso de los días. También la armada enemiga había estado acabándose conforme el tiempo pasaba, cada vez salían menos a pelear y cada vez eran más fáciles de destrozar pues utilizaron a los más fuertes para el inicio. Grandísimo error de coordinación pero aún así no habían perdido totalmente. Habían preparado una cápsula de escape para MAMA y planeaban acabar con todos incluso antes de que esta huyera del planeta.

En esos momentos se encontraban en una cueva subterránea curándose para poder continuar con la pelea, el resto del planeta estaba en el punto de casi colapsar por tanto poder que se estaba utilizando sobre de él. Estaba desierto con excepción de ellos y los enemigos (además de MAMA quien se supone que ya debería estar despejando con la nave de escape). Lay era quien vigilaba que MAMA se subiera a la nave pero tuvo una llamada urgente pues recibieron un gran golpe que tuvieron que curarse (no se curaban a menos que realmente lo ameritase). Hacía algunos días que habían tenido que dejar de suprimir sus reales identidades para poder pelear muchísimo mejor. Claro que los enemigos se emocionaron al ver que estaban peleando con los mismísimos chicos EXO que, por cierto, muchísimos seres harían lo posible por pelear cara a cara contra ellos para solamente probar sus poderes.

Sonaba padre desde una perspectiva distinta, pero para ellos no lo era. Odiaban la idea de que habían quienes serían capaces de crear una masacre con tal de llamar la atención de estos chicos y eso era lo que menos querían provocar; muertes. ¿Entonces cómo están defendiendo a su planeta? La mayoría con los que pelean no están vivos, son solo programas dentro de cuerpos artificiales diseñados para servir a la computadora mayor manejada por, quien parecía ser, un maniático genocida. Pero aquellos que estaban vivos no sabían si debían o no de llegar al punto del asesinato pues eran quienes más les fastidiaban y no eran fáciles de destrozar (claro, estos estaban vivos). Realmente era un debate mental que les causaba diversos conflictos sobre su moralidad que se encontraba sobre una cuerda floja.

—Así es, pero ustedes deben de dejar de utilizar demasiado sus poderes o causarán el colapso de este planeta —dijo Yixing mientras curaba a Sehun quien tenía la pierna izquierda demasiado herida. Por tanta guerra e improvisación dañaban al enemigo pero en incidentes también entre sí y Sehun fue dañado por Kyungsoo a la hora que partió parte de la tierra.

—Si no los ocupamos, ¿para qué los tenemos entonces? No están de decoro nada más para hacer cositas bonitas —dijo Luhan con los ojos cerrados sentado y recostado recuperándose mentalmente. Ahí era un área que Yixing nunca tocaba a petición de los chicos. Porque sí, podía entrar y curar algunos asuntos mentales como un terapeuta pero uno más inmediato, solo que los chicos les habían pedido no hacerlo porque tenían algunos secretos y pensamientos muy personales que preferían dejarlos ahí y no sacarlos nunca. Yixing respetaba los pensamientos y decisiones de sus amigos pero muy en el fondo pensaba que realmente él podría ayudarlos a sanarse mentalmente en todo aquello que les dañe.

—Yo sé que deben de usarlos principalmente ahora pero creo que el planeta podría colapsar, ¿puedes decirnos si tengo razón o no, Tao? —pidió Yixing mirando a Tao que estaba recargado en la pared con su palo en manos mirándolo directamente como el día en el que lo tomó entre sus manos por primera vez. Ante el llamado de Yixing volteó algo alarmado pues no siempre estaba centrándose en ver futuros cercanos o lejanos. De vez en cuando intentaba hacer a su mente descansar por tanto que lo abrumaba y estresaba. Vio a Yixing unos instantes retrocediendo mentalmente a sus palabras para poder responderlas.

—Oh sí, tienes razón —respondió de manera pasajera volviendo a sus pensamientos antes de ser interrumpido mientras Yifan lo observaba con una expresión seria y pensativa. Se acercó hasta el contrario y se puso a su lado dándole un beso en la mejilla para volver a despertarle.