"Drag Me To Madness" (Joker y Harley)

Capítulo 36 - Final

El comienzo

El Joker suspiró.

-No Harley. Quiero que recuerdes quién era yo la primera vez que me viste. No el monstruo que soy ahora. Ya tendremos tiempo de estar juntos. Descansa.-le dijo suavemente saliendo de la "caja".

Caminó al piso de arriba, y cuando pasó por la puerta de entrada se encontró con sobres.
Los tomó y entre ellos había una nota.

"Aquí está toda la información que pediste. Utilízala con cuidado."

Miró todo atentamente y decidió que lo mejor era usarlo cuanto antes.

-Harleen, aquí está lo que necesito que veas. Luego de leerlo, haremos el tratamiento para que recuperes tu memoria, si estás de acuerdo.-le dijo deslizandole los sobres por donde le entregaba la comida y se fue de vuelta arriba.

Harleen los abrió cuidadosamente, se sentó en su cama y comenzó a leer.
Se encontró con información que nunca creería cierta, y si no fuese por las fotos que lo evidenciaba, aún no lo creería.
Los informes eran de hospitales, clínicas, denuncias...
Y todo apuntaba principalmente a su padre.
Se había dedicado a experimentar con pacientes psiquiátricos, los había torturado, e incluso asesinado.
Todo estaba relatado por un fotógrafo espía que había trabajado para su padre algunos años antes, y que debió cambiar su nombre por seguridad.
También estaban las denuncias que habían hecho algunos pacientes que habían sobrevivido a los experimentos, pero que luego de denunciarlo a las autoridades, habían desaparecido.
Y luego estaban los pedidos explícitos, firmados en puño y letra por el padre de Harleen, para que asesinen a quien abra la boca.
Harleen ni siquiera lloraba. Estaba atónita.
El otro sobre, contenía imágenes, y denuncias.
Un supuesto Barry Dean en prisión, en su primera advertencia por manejar ebrio.
Y eso no resultaba nada comparado con lo que vería después.
Su padre quería que se case con él, y no porque Barry fuera una gran persona. Sino por su complicidad con el Doctor Quinnzel.
Había fotos de Barry torturando a pacientes, y riéndose de eso.
Pero lo que más impactó a Harleen, fue la fotografía en donde se veía a Barry, violando a una paciente inconsciente.
Tiró todos los papeles por el aire y se levantó.

-¡Joker!-gritó desesperada.-Joker escúchame, te creo, te creo todo, y quiero recuperar mi memoria. Estoy sufriendo demasiado, y necesito tu ayuda.-le rogó mirando a la cámara de vigilancia.

Joker sonrió en su habitación, y bajó corriendo las escaleras.

-Bien, me alegra que dejes de ser tan idiota. Para este tratamiento, necesito que deposites toda tu confianza en mi, que me ames como lo hiciste al principio, y para eso, debo confesarte que sí, soy un criminal, sí, te he golpeado tanto física como emocionalmente. Ahora que sabes todo, ¿lo harás?-le preguntó esperanzado.
-Por supuesto.-dijo desganada Harleen.

Joker abrió la caja de vidrio, y entró con ella, sin cerrarla con llave. La tomó dulcemente de la mano y la encaminó hacia la habitación de baño del primer piso.
Ella lo miraba con lágrimas en los ojos,estaba asustada, no quería que nadie más la lastimara.
No quería sufrir más.
Y creía en él. Creía en este extraño ser humano, que decía amarla, y que ella lo amaba a él.
Creía en él porque no tenía a nadie más en quién creer. Ni siquiera ella misma.
Así que estaba dispuesta a cualquier cosa, con tal de acabar con su sufrimiento.

Vió como el Joker eufórico llenaba de agua la bañera, y se frotaba la cabeza entusiasmado y feliz.

-Bien Harley Quinn. Métete adentro. No hace falta que te saques la ropa ni nada de eso. Lo que haremos es tratar de dejarte inconsciente. Se ha comprobado que cuando una persona ha perdido parte de su memoria, y está a un paso de morir, puede recobrar sus recuerdos. Y he visto la evidencia con mis propios ojos. ¿Confías en mi?-le dijo con una sonrisa siniestra.
-Confío en tu palabra, de que no me lastimarás. Según tú, he confiado muchas veces en ti, y no recuerdo si habré hecho bien en el pasado, pero me arriesgaré, por ti, por mi... por nosotros.-contestó ella fríamente metiéndose en la bañera.

Él sabía perfectamente que ella había confiado muchas veces en él, y sí, él la había defraudado más de una vez. Y la había lastimado más de una vez.
Incluso su intento de suicidio, fue por causa de sus acciones desmedidas.

Alejó esas ideas de su cabeza y se metió con ella al agua, sentándose sobre su abdomen.
Estaba tan exhorto en su plan, que la tomó rápidamente del cuello y la hundió en el agua.
Ejercía una fuerza desproporcionada sobre ella y su frágil cuello, pero sólo pensaba en que ella lo recuerde, en que lo quiera sólo a él. En que siempre que la necesite esté.
Porque si lo amaba de verdad, tenía que recordarlo, tenía que perdonarlo como siempre hacía. No. DEBÍA perdonarlo como siempre hacía. Porque ella era de él y nadie más.
Sólo ellos dos tenían un futuro juntos.
Él disfrutando cada acción que deseara, y ella soportando cada decisión que él tomara.
Porque la necesitaba... la amaba...

Entonces todo se nubló. Y Harleen esbozó una sonrisa en el agua. Ya no hacía fuerza. Sentía como sus brazos débiles flotaban en el agua, y sentía tanto alivio, tanta paz, que todo su dolor había desaparecido.

Repentinamente el Joker la soltó, y se dio cuenta de que se había excedido, como siempre...
Desesperado, la golpeó para hacerla reaccionar, pero nada pasó.
Le hizo respiración boca a boca, trató de reanimarle el corazón, pero nada sucedió.
Gritaba enfurecido, golpeándola cada vez más, y echándole la culpa de lo que acababa de pasar.
Cuando una voz en su cabeza le habló.

-Perdiste todo Joker, no tuviste suficiente con hacerla sufrir tanto tiempo, no te alcanzó con mentirle, engañarla, usarla. Debiste llegar a un límite, y con el pretexto de amarla. ¿Acaso ésto es amor?, no. Ésto es tu ego, tu desgraciado ego que no soporta saber que ella no estaría siempre dispuesta a jugar tus juegos. Ésto es sólo una pequeña muestra de tus verdaderos sentimientos. De tu egoísmo. La mataste, porque no te recordaba, porque amaba a otro hombre, porque elegía otra vida... y tuvo la oportunidad de ser feliz, y se la quitaste. Como has hecho muchas veces.-

Las lágrimas caían sobre sus mejillas, su maquillaje estaba corrido, y toda su ropa mojada. La abrazaba, la volvía a tirar al agua, pero ella dormía, no parecía enterarse de nada.
Hasta que en un segundo se dio cuenta de algo, que no había pensado antes, así que sacó a Harleen del agua y consiguió una bolsa grande de residuos, la metió dentro y le contestó a la voz en su cabeza:

-¡Pero hey! ¡Veamosle el lado positivo!-dijo riendo enloquecidamente mientras arrastraba el cuerpo otra vez al sótano-Ya no habrán distracciones, y podré encargarme del murciélago tranquilo. Ya que gracias a él... "¡AHORA ESTOY RIENDO SIEMPRE!"-