Capítulo 3

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Posiciones

Un violento golpe la hizo volar por el aire hasta aterrizar en la acera. Sentía un fuerte peso sobre su espalda. Se había rajado los brazos y la frente al caer de cara.
Sintió que el peso desaparecía.

-Te da asco pero frecuentas estos lugares. Te da miedo pero vuelves. ¿Acaso te volviste loca?, ¿Cómo se te ocurre pararte en el medio de la calle?, ¿En qué pensabas?.- Le gritó la persona que le había salvado la vida.

Lentamente giró su cabeza, sabiendo de quién se trataba.

-¿Jack?.- preguntó.
El chico la ayudó a pararse.
-Lo siento, yo... no me encuentro muy bien.-Contestó tapándose los ojos con su mano derecha.
Ahí entendió...
Supuestamente él nunca le dijo su nombre...
Él no le contestó.
Todo eso era real...él sí existía.
-No negaste que Jack fuese tu nombre.-Le dijo esperando que por algún motivo se lo haya dicho en el bar, o en la calle.
-No lo niego. Se hacer buenos trucos.- Rió fuertemente.
-¿Cómo...?- era mejor no saberlo.
-¿Cómo qué?.- Le siguió Jack.
-No importa. Yo...me disculpo por el comportamiento que tuve la otra noche. No fue mi intención. No estoy acostumbrada a...-
-Lo sé.- la cortó.- sé perfectamente a lo que estas acostumbrada...y puedo amoldarme a eso. Pero no te miento cuando te digo que nunca te haría daño.-Le dijo dulcemente acercándose a ella.
-Gracias.-le contestó.

Se quedaron en silencio un buen rato. Mirando el piso, enfrentados.
Ella se puso el pelo detrás de su oreja derecha, y se sonrojó.
Él le levantó la mejilla con su mano izquierda, sonriéndole dulcemente.
Harleen lo miró, embobada con su hermosa sonrisa, sus ojos oscuros, su pelo largo. Nunca le habían gustado los hombres así, esta vez era distinto, este hombre tenía algo raro. Le tenía asco, pero confiaba en él.
Jack se acercó lentamente a Harleen, cuando de repente comenzó a sonar un celular.


Harleen se sobresaltó dando un saltito en el lugar, y riendo.

-Es el mío.-Dijo revisando su cartera-
-Lo sé.-Le contestó Jack mirando a otro lado.- Yo no tengo celular.

-Hola-
-¿Harleen? Linda, ¿dónde estás?, vinimos a visitarte y no te encontramos, estamos en tu edificio.-Le dijo su padre por teléfono.
-¡oh!, sí, estaba...yendo. Uhm... en un par de minutos estaré ahí.-Contestó completamente nerviosa y colgó.-Jack, eh...yo... tengo que irme. Mis...-
-Tus padres te están esperando. Yo también tengo cosas que hacer. Hasta algún día.- Dijo dándose media vuelta, esta vez era él quien sentía repulsión.
-¿Jack?-Harleen estaba actuando sin pensar.
Jack se dio media vuelta.
-Tal vez...te gustaría...ir conmigo y unos amigos a tomar algo alguno de estos di...-
-Mmmm- largó una carcajada- no gracias, si te veo, prefiero verte a ti sola. Sé que aún no conocí a la verdadera Harleen.-Dio media vuelta otra vez y dobló la esquina rápidamente.

Harleen subió al auto y se dirigió a su apartamento.
En la entrada se encontró con sus padres. Los abrazó y entraron.
-¿Cenan aquí o...?- preguntó deseosa de estar sola.
-No cariño, sólo pasábamos a visitarte.- Le contestó su padre.-¿Cómo te está yendo en la universidad?
-Bien bien, muy bien de hecho, tengo el mejor promedio y ya casi obtengo la especialidad.- Contestó contenta sentándose a la mesa llevando café.
-Esa es mi niña.-Dijo su madre feliz tomándole la mano.
Harleen vió sus lujosas pulseras y anillos. Tanto dinero para algo que decora un dedo.
Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos que no eran propios de ella.
-Harleen... hablé con el Dr. Arkham.- le dijo seriamente su padre tomando un sorbo de café.
-¿Ah sí?, ¿de qué?- preguntó nerviosa.
-La idea es que cuando te gradúes puedas trabajar en Arkham. Está de acuerdo en que entres allí.-Le dijo orgulloso.
-Pero, papá, eso es para gente muy avanzada, yo no...yo voy a estar recién graduada, además debe haber muchos otros doctores que les gustaría tener el puesto, y con más experiencia.-Le contestó tímidamente, al contradecir a su padre.
-Harleen, cuando tienes una oportunidad así, debes aprovecharla, y yo debo aprovechar mis contactos, para que mi niñita tenga un trabajo digno. En estos casos, es bueno acomodar gente.-Le explicó su padre.
Sintió asco.
Sintió...
¿Acomodar gente?...

"-...mundo asqueroso y repulsivo donde sólo importan las personas adineradas, como tú y tu familia."
"-...Los políticos corruptos..."
"-...7 políticos acomodados mueren en trágico accidente..."

Ahora entendía los enojos de la gente con respecto a...
¡NO!...todo tenía buenos motivos...no, nadie tenía derecho a decir que eso estaba mal...después de todo eran buenos motivos.
Le serviría de experiencia.
-¿Harleen?, ¿Estás aquí?- su madre la miraba a los ojos.
-Sí, si...creo... creo que tienes razón.- Dijo sonriendo al fin.


Sus padres se fueron, y acomodó la mesa y lavó las tazas.
Se pasó las manos mojadas por el pelo.
Ya era tarde. Tenía que dormir si quería que le siga yendo bien.
Dejó la ventana en donde entraba la luz de la luna entreabierta.
Se dirigió a su habitación y también abrió apenas una de las ventanas.
Se sacó la ropa quedando en ropa interior, y poniéndose una remera grande negra con rombos rojos...le llegaba hasta las rodillas.
Sacó el cubrecama y se metió.
Apoyó la cabeza en la almohada y se deslizó hacia abajo, apagando la luz del velador.
Dejo sus ojos abiertos, mirando el pasillo que daba al living.
Se había levantado un viento fuerte, y otra vez llovía.
En el movimiento de las cortinas, vió una imagen espeluznante, la cual la hizo temblar.
Una sombra oscura parada en el pasillo.
Era un hombre.
Tenía las piernas un tanto separadas, un largo sobretodo oscuro.
Estaba un poco agachado, debía medir unos dos metros.
Pelo rizado.
Ojos penetrantes.
Pero lo más terrible, lo más impactante, lo que más la sofocó, fueron sus enormes cicatrices a los lados de su boca.


"Drag Me To Madness" (Joker y Harley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora