"Drag Me To Madness" (Joker y Harley)

Capítulo 10

Miedo

Harleen corrió a su oficina. No entendía. Ese hombre NUNCA habría dejado que lo atrapen. El único motivo por el que estaba ahí era porque...

-¿Se puede?-el Dr. Arkham había entrado a la oficina de Harleen.
-Uhm...claro claro, adelante.-Le dijo sacándose las manos de entre su cabello. Se lo había soltado. -Harleen, debo decirte algo.-Le dijo seriamente sentándose.
-Siéntase libre de hacerlo Dr. Arkham.- le contestó Harleen recomponiéndose, sabiendo de qué se trataba.
-Verás...Han capturado al Joker... y está aquí en Arkham. Considero lo más responsable que empieces a hacer valer tu puesto aquí. Por lo tanto, tú te encargarás de tratarlo.-le lanzó la bomba. -Claro...yo...sí. Es lo correcto. Estoy completamente de acuerdo.- le dijo sonriendo de oreja a oreja.
-Muy bien, asunto arreglado. Comienzas mañana con el.- Se paró, dio media vuelta, y salió de la oficina.

Harleen estaba cayendo en la cuenta de lo que era su trabajo. No era fácil lidiar con ese hombre. Se le acababa el juego de psiquiatra con pacientes normales.

Al entrar a su casa, encontró un periódico arrugado en la puerta.

"-HAN CAPTURADO AL JOKER" El suceso tuvo lugar ayer a las 11:15 am, el Joker lanzó un atentado en pleno centro de Gotham, y la policía logró capturarlo. El Comisionado James Gordon, lo capturó con sus propias manos, llevándolo al Asilo Arkham. Al parecer, el Joker no puso resistencia alguna. La psiquiatra Harleen Quinzel es la encargada de tratar al payaso maniático.-"

-Tal vez podrías haber rechazado el caso, ¿no es así? - Barry estaba sentado en el sofá con una botella de Whiskey. Había bebido mucho.
-Barry... no tienes ninguna autoridad para cuestionar mi trabajo.-Le Contestó Harleen dándose vuelta y cerrando la puerta con llave.
-¡¿Acaso tienes idea de la gravedad que contiene todo este asunto?!- le contestó tirando la botella al suelo y haciéndola añicos.
-Te aconsejo que te calmes. No lograrás nada así.-Le contestó dejando su cartera en la mesa.-Si tienes problemas con algo, ve a un psicólogo, no lo arregles con alcohol.-Le retrucó irónicamente yendo a la habitación.
-¡Ven aquí cuando te hablo!-le volvió a gritar abriendo otra botella.
-Ni tu ni nadie, me van a gritar, ¿lo has oído?- le dijo mirándolo con odio.
-Lo siento cariño...realmente lo siento...es que me preocupa que tu vida esté en peligro.-Le dijo sollozando a sus pies, dejándose caer al suelo.
-Barry, no hagas un escándalo y levántate del suelo.-Le pidió Harleen resoplando y poniendo los ojos en blanco.
-Por favor, recházalo, Arkham lo entenderá.-Le suplicó mirándola desde abajo, comenzando a sollozar.
-Es el precio que tengo que pagar por haber entrado ahí gracias a la ocurrencia de mi padre. Asique o me dejas tranquila, o te vuelves a tu casa.-Le contestó furiosa corriéndose de lugar y yendo a la cama.

Barry le había propuesto matrimonio, hacia un par de meses, y ella le había dicho que sí. Tenían fecha para dentro de 1 año y medio.

Se acostó en su cama, mientras veía como Barry pateaba las cosas en su camino, y se iba a su casa.

Cerró los ojos, y sintió un ruido. Los abrió, y vió que alguien pasaba una pierna por su ventana, todo empapado por la lluvia. La luz de la luna lo iluminó mientras se sacudía su pelo ondulado lleno de agua. Harleen no necesitó preguntar quién era. Se le aceleró el pulso, su corazón latía con mucha fuerza. Jack se acercó a su cama riendo.
-Demasiado tiempo sin vernos, algún día teníamos que encontrarnos otra vez.-Le dijo abrazándola. -Jack...- Harleen suspiró su nombre rompiendo en llanto.-Siempre estabas ahí cuando algo malo ocurría. Ahora me pasa esto y no estás.
-¿Acaso no me ves?...Harleen...estoy aquí, se por lo que estás pasando. Por eso vine.-Le contestó levantándole el mentón y haciendo que lo mirase a los ojos.

Harleen se le quedó mirando, y Jack la trajo hacia él. Ella se le subió encima, acercándose a su boca. Él la dio vuelta, y le olió el pelo. La acarició. Y comenzó a besarle el cuello... Harleen se moría por besarlo...

-Nunca me fui Harleen...-Le contestó levantando su cabeza y besándola apasionadamente. No podía pasar el aire por ninguno de ellos. Sus manos le rodeaban la cintura, y ella comenzó a sentir que se elevaba lentamente, haciendo realidad su sueño.-Nunca me fui...y nunca me iré...no puedo irme amándote de esta forma...tu eres mía, y siempre lo serás.

Harleen abrió los ojos...y lo miró por última vez, antes de despertarse.