Capítulo 34

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Recuerdos

A la mañana siguiente, Joker se despertó con un fuerte dolor de cabeza, y oyendo una pequeña vocecita que pedía a gritos libertad.
Aún entredormido giró su cabeza y vio por los monitores de vigilancia a una Harleen Quinnzel desarmada en llanto y gritos, que golpeaba inútilmente las paredes de vidrios.
Joker sonrió y se levantó.
Se vistió con unos pantalones y zapatos negros de vestir, una camisa blanca, se puso su maquillaje típico y salió tranquilamente hacia el sótano.

-Buenos días muñeca, ¿me extrañaste?-preguntó mirando las llaves de la "caja de vidrio".
-Por favor no me lastime, no estoy involucrada en ninguna cosa extraña, si es por asuntos de dinero puede hablar con mi padre, el le confirmará lo que le digo. Por favor le suplico que no me lastime.-lloraba Harleen.
-Estás actuando muy raro hoy princesa...¿desde cuándo tanto respeto después de una traición tan grande?-le preguntó el Joker aún con las llaves en la mano.
-Señor no sé de qué está hablando. No lo conozco, no se de qué traición me habla, tal vez me confunde con otra persona.-seguía llorando.

El Joker se quedó estático. Entonces se dio cuenta, de que su miedo se estaba haciendo realidad. Ella no sabía quién era él.

-¿Realmente no sabes quién soy?-inquirió dudoso.
-No señor, no lo sé. Por favor déjeme salir de aquí.-sollozaba Harleen.
-Tal vez... si te dijera que soy Jack, me recordarías... ¿no es así?-jugó un poco el Joker.
-¡¡¡NO CONOZCO NINGÚN JACK!!! ¡¡¡AYUDA!!! ¡¡¡DÉJENME SALIR!!!-empezó a gritar desesperada golpeando los vidrios.

Ahí sí, el Joker sintió que su mundo se venía abajo. Ya no quedaba nada de Harleen, ni de la Doctora Quinnzel, ni de ellos dos.
Lleno de furia, dio media vuelta y se fue escaleras arriba dejándola nuevamente encerrada.

Había perdido el apetito, y el interés en todo. Ni siquiera de había contactado con Bane o Crane. No había visto las noticias, ni había dado la comida a sus perros. Estaba ido completamente.
Sin embargo, ya de noche, decidió volver al sótano.

-¿Ya recuerdas quién soy?-le preguntó enojado a través del vidrio.
-No... no recuerdo quién es. Lo único que sé es que estoy comprometida con Barry, que mis padres me aman, y que estoy encerrada con un psicópata.-dijo ella totalmente calmada sin mirarlo.

Eso dolió.

-Primero y principal, tu nunca me habrías llamado así, segundo, tu compromiso con Barry se arruinó hace mucho tiempo pequeña, descubriste que era un borracho violento. Y tercero, te encontraron CASI muerta, con las muñecas cortadas, y con un golpe en la cabeza que hizo que pierdas muchos recuerdos. ¿Acaso no crees que en tu profundo corazoncito podrido, existe la posibilidad, de haberme amado alguna vez?-El Joker vomitó las palabras como le salieron, sin mediciones.
-Nunca podría enamorarme de alguien que no conozco, y que además rapta personas y las encierra en una caja de vidrio, abusando de su vulnerabilidad. Así que no hables basura de Barry. Primero mírate al espejo. Payaso...-
-¡¡SUFICIENTE!!-gritó el con una áspera y grave voz que invadió el sótano, mientras le pegaba un puñetazo al vidrio rajandolo.-Tendrás que aprender modales, Doctorcita.- y con eso se fue dejándola otra vez sola, en la oscuridad.

Ésta vez la noche fue más dura que todas las anteriores en su vida. Se acostó con lágrimas en los ojos. Jamás imaginó que ella podría decir tales cosas. Y menos de él. Él le había enseñado tanto, pero tanto, sobre el mundo en que vivían, que ella llegó a admirarlo y amarlo por lo que era.
Pero ésta vez había cruzado un límite, y tendría que pagar por eso.
Así que los días siguientes consistieron en llevarle comida y agua, el baño lo tenía dentro de la "caja de vidrio", así que no necesitaba nada mas.. No volvió a dirigirle la palabra, y ella a el tampoco.

Una tarde, llovía torrencialmente. Él estaba en el piso de arriba, dibujando planos e ideando ataques. Cuando sintió que alguien lo llamaba.

-¡Hey! ¡Tú! ¡Maniático!-era Harleen, que gritaba con esa insoportable voz aguda.

Él resopló enojado, se levantó de su silla y apretó un interruptor.

-¿Qué quieres? - preguntó por los altoparlantes.
-Excelente tecnología amiguito... ¡sólo te faltaría un poco de humanidad!-le gritó ella mirando a la cámara de vigilancia.
-¿Qué quieres? -repitió él.
-Baja... quiero hablar contigo. No sabes lo sola que me siento aquí dentro...-dijo más calmada.

Él miro hacia abajo suspirando y se encaminó con las manos en los bolsillos hacia las escaleras.
Cuando Harleen vio que se acercaba, se incorporó.

-Escúchame, te digo la verdad cuando digo que no se quién eres... tal vez te he conocido, y hemos compartido mucho... pero no puedo recordarte, y estoy haciendo un esfuerzo muy grande.-le dijo ella acercándose al vidrio para estar más cerca de él.
-Conozco las tácticas femeninas Quinnzel... y no sucumbo ante ellas. Métete la sensualidad ya sabes donde.-le dijo dando media vuelta.
-¡Hey! No seas grosero... en verdad hay algo que me llama la atención sobre ti.-le dijo haciendo que pare en seco.
-¿Y qué es?-preguntó el levantando su cabeza, aun sin voltearse.
-Cuando estaba en el hospital, luego del accidente, Barry me preguntó si por casualidad no recordaba a un criminal con maquillaje de payaso, y traje violeta. Nunca te he visto con un traje violeta, pero puedo asegurar que me hablaba de ti.-le confesó ella.

El Joker se dio vuelta enfurecido, acercándose lentamente a la "caja" y poniendo su mano en donde estaba la mano de Harleen, quedando frente a frente a través del vidrio.

-Agradezco a ese infeliz el haberme mencionado. Ahora sabes que sí me conocías.-le dijo sonriendo maliciosamente.

"Drag Me To Madness" (Joker y Harley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora