Negocios Miserables.- Josh Hutcherson & ____________.-Meel

Capítulo 32

-Negocios Miserables-

Capítulo 32

Mi celular suena, abro los ojos y reviso el mensaje de texto. Es de Steven, necesita verme. Joder, es demasiado temprano. Dejo el celular sobre la cama y me levanto. Me tallo los ojos y doy un bostezo. Me meto a la ducha, gracias a ella puedo despertar completamente. Tendré que inventar algo para decirle a Matt. 

Me cambio rápidamente y preparo mis cosas para salir. Busco una hoja de papel y un bolígrafo para dejarle una nota a Matt. 

La dejo sobre la mesa y salgo de la casa directo a mi auto. 

Me pregunto qué es lo que quiere Steven, en ese mensaje decía que era algo importante, espero que tenga razón. 

Llego al edificio, estaciono mi auto y entro. Comienzo a buscar en la bolsa de mi pantalón mi placa. Maldita sea, la olvidé. Me paso la mano por el pelo y bufo. 

Siento un golpe en mi espalda, volteo a ver, es Steven.

-¿Qué pasa oficial? –me pregunta.

-Dejé mi placa.

-Está bien guardada ¿cierto?

-Sí, sí, no debería de preocuparme.

-Bueno.-suspira.- Te tengo dos regalos.

-¿Regalos?

-Sí, mira, acompáñame.

Comienza a caminar, lo sigo como me ordena. Vamos a una celda, no entiendo muy bien para qué. Me sonríe y me señala con sus dedos.

-Echa un vistazo allí.

Me acerco y descubro a dos hombres, se me hacen tan familiares. Ellos me miran con asombro y luego sus rostros se llenan de odio. Ya recordé son hombres de Walter.

-¡Me cago en tu puta madre! ¡Tú eres el maldito infiltrado! –me grita uno de ellos, creo que se llamaba Morgan. 

Volteo a ver a Steven.

-¿Cómo los atraparon? –le pregunto.

-Ayer, me imagino que tú estabas en el tiroteo ¿no? –asiento.

-¡Walter lo sabrá y morirás! –me grita el otro, en realidad no recuerdo su nombre.

-Ustedes ya no saldrán de aquí.-les digo.

-Debí de haberlo sospechado, te veías demasiado extraño.

Rodeo los ojos y vuelvo a ver a Steven.

-Vamos, Josh.-dice.

Nos alejamos, ellos siguen gritando miles de groserías, los ignoro. 

Vamos a mi oficina, me siento en el sillón y cierro un poco los ojos. A mi mente llega la imagen de ______, mi hermosa ______.

-Ahora será más fácil que atrapes a Walter.-dice Steven y me saca de mis pensamientos.

-Sí, creo que sí.

-¡Tienes que darte prisa con eso!

-Steven, por favor, esto no es fácil, te lo he dicho miles de veces.

-Dijiste que te diéramos sólo un mes, llevas más que eso en este caso. 

-¡Ya lo sé! Dame un poco más.

Doy un largo suspiro, me he tardado más de lo que debería por ______, ella me tiene completamente enamorado.

-¿Qué te está pasando? 

Me siento derecho, paso mi mano por el pelo y bufo.

-Es…es su hija…estoy hasta la madre de amor por ella.

-¿Qué? –Comienza a reír.- ¿Tú? ¿Enamorado? Josh no me hagas reír.

-No seas idiota.

-¿Y ya te la tiraste?

-No, claro que no.

-Entonces es eso.

-No, Steven, estoy…enamorado de ella.

-Josh… eso… eso no. 

-Lo siento, no puedo evitarlo.

-Te puedes meter en demasiados problemas.

-Ayer creí que moriría, Matt nos vio.

-Eres tan estúpido, Josh, haz bien tu trabajo, estás allí para investigar lo de tus padres, no para enamorarte.

-¿Sabes qué, Steven? Olvídalo.

-No, olvida tú a esa chica, te va a cagar todo el trabajo que llevas hecho.

-Ya es tarde tengo que irme.-me levanto.- Se estarán preguntando dónde estoy.

-Sólo ten en mente lo que te estoy diciendo.

Lo ignoro y salgo de la oficina. Me despido de todos y me voy. 

Creo que Steven tiene un poco de razón, me estoy distrayendo demasiado, pero no puedo evitar amarla, no podría cambiar esto que siento.

Reviso mi reloj, es la 1:24 pm. Ya es tarde.

Estaciono el auto afuera de la casa, al bajar comienzo a buscar las llaves y abro la puerta. 

No veo a nadie, ni siquiera había notado que el auto de Matt no está. Quizás salieron.

Subo las escaleras y comienzo a caminar por los pasillos de las habitaciones, quiero ir al de _______. Antes de poder llegar, la encuentro, pero en mi habitación. Entro y arqueo una ceja.

-¿_____?

-Josh…

-¿Dónde está Matt?

-Salió.

-¿Qué haces aquí?

-Josh… ¿por qué tienes esto? –levanta algo dorado y brilloso, me congelo al darme cuenta de los que es: mi placa de policía.