Capítulo 94

560 34 0
                                    

-Negocios Miserables-

Capítulo 94

Camino entre la multitud de estudiantes que están ansiosos por salir al fin. Melanie me hace compañía, de nuevo está platicándome sobre el chico que le gusta. Me doy cuenta que tengo mucha suerte al haber encontrando al hombre que amo.

Oh, estoy tan preocupada por él. No tengo ni idea a dónde fue. Nuestra despedida fue tan simple: ‘No me quedaré muchos días, prometo llamarte. Te amo’. Después me besó y se fue. Hubiera deseado estar con él un poco más de tiempo. Aunque entiendo que es muy importante el problema que tiene. Si tan sólo pudiera encontrar una manera de ayudarlo.

-¿Y quién es ese chico que vino por ti ayer y la semana pasada? El castaño sexy. 

Esta vez Melanie lleva su cabello suelto, cayéndole en cascada por los hombros. Extrañamente no me inundan los celos por que ella haya llamado ‘sexy’ a Josh. 

-Es mi novio. –digo, orgullosa por pronunciar esas palabras. 

-¿Tu novio? –Abre los ojos-. ¿Por qué no lo habías mencionado? ¿Qué ha pasado con Nicholas? Creía que estabas enamorada de él. 

Nicholas. Ni siquiera sé qué ha pasado con él. No lo comprendo. 

-Le he dicho que estoy saliendo con Josh. 

-¿Su nombre es Josh? –Alza las cejas- Oye, lamento haber llamado sexy a tu novio y haberme puesto completamente excitada la primera ve que lo vi. 

-¡Mel! –exclamo-. ¿Excitada?

-Lo digo en el sentido de… emocionada. Es guapo, bastante guapo. Tienes buenos gustos, ¿eh? 

-Creo que sí. 

Por fin me atreví a conducir con el auto de Matt. Me resultó fácil, aunque estacionarme no. Me pregunto cuánto tiempo le llevó a Melanie aprender a conducir su auto. 

Busco en mi mochila las llaves y oprimo un botón que hay en el mando para quitar el seguro del auto. 

-Nos vemos mañana, _____.

Melanie se acerca para darme un beso en la mejilla. Cuando se separa de mí me sonríe. 

-Hasta mañana, Mel. 

Da media vuelta y se dirige a su auto. 

Suspiro y abro la puerta del conductor. Dejo mi mochila en el asiento de alado y entro al auto. 

Saco el cinturón de seguridad y lo abrocho. Inserto la llave y enciendo el auto. Me alegra que no haya autos frente a mí, me será más fácil salir de aquí. 

Logro salir sin dificultad alguna. Bajo un poco la velocidad y enciendo las luces para advertir que todavía estoy aprendiendo. 

Creo que todavía soy bastante bajita como para alcanzar a ver todo desde el asiento. ¿Qué pasaría si un perro se atraviesa? Odio ver sufrir a los animales.

Un semáforo se pone en rojo, detengo el auto y me recargo en el asiento. Ayer fue un día muy pesado. Vaya que lo fue. Nos intentaron matar; Josh descubrió que alguien le está jugando una muy mala broma; me dejó sola por varios días, y la señora Gray no apareció ayer en la biblioteca. Shannon me dijo que estaba enferma, espero que se recupere. 

El semáforo vuelve a ponerse en verde. Echo a andar el carro nuevamente. 

¿Qué haré el día de hoy? Josh no está conmigo. Lo extraño tanto. Suspiro y miro por el retrovisor. Ahora temo que algún coche me siga. Observo fijamente y veo un auto negro que me resulta un tanto sospechoso, pero después lo pierdo de vista. 

Mi celular comienza a sonar. Mierda, no debo atender cuando estoy manejando. Espero que no haya por ahí algún transito. Estiro la mano para sacarlo del primer cierre de mi mochila. Oprimo un botón y lo llevo a mi oído. 

-¿Hola? 

-_______. ¿Cómo estás? –pregunta ansiosamente.

-Oh, Cassandra. Estoy perfectamente bien, ¿y tú?

-Estaba preocupada por ti. No te había hablado hace tiempo. 

-Lo lamento. He estado muy ocupada, en verdad. La Universidad me va a volver completamente loca. 

Escucho su risa. 

-Lo sé, pequeña. Espero que nos veamos pronto. 

-Por supuesto, Cass. Hasta pronto. 

Se despide de igual forma y cuelgo. Dejo el celular a un lado y suspiro aliviada por que ningún transito me haya visto. Quizás Cassandra quería verme. Ambas necesitamos de nuestra compañía. 

-Te echamos de menos aquí, papá. 

Sonrío como si Matt en verdad me hubiera escuchado. 

Vuelvo a mirar por el retrovisor y veo nuevamente el mismo auto negro que vi hace un rato. Creí que ya lo había perdido. 

Es imposible poder identificar al conductor ya que tiene los vidrios polarizados. 

Tomo la iniciativa de ir por el mismo lugar que Josh se desvió, aunque no creo que sea una muy agradable idea. Esa carretera está siempre sola y es una carretera para salir de la ciudad. 

También de esa forma podré darme cuenta si me sigue. 

Doy vuelta a la derecha y sigo todo derecho. Por aquí podré salir. Vuelvo a observar el retrovisor. Ese auto negro sigue detrás de mí. Oh no. ¿Se tratará de Nicholas nuevamente? Tengo tanto miedo. Trago saliva. 

Dos días seguidos que he estado en esta terrible carretera. Parece un desierto. El sol está con todas sus fuerzas y a los lados sólo hay arena y algunas piedras.

¡Ese auto sigue detrás de mí! ¡Me estás siguiendo en verdad! Oh, santo cielo. ¿Qué voy a hacer ahora? Josh, te necesito tanto. ¿Es que no pensaste que sería más peligroso dejarme aquí? 

Siento una gota de sudor recorriendo mi frente, a pesar de que el aire acondicionado está prendido. Me obligo a aumentar la velocidad del auto. 60…80, 100, 120 km/h. No puedo con esto. 

Giro la cabeza para buscar el auto que me sigue, todavía está ahí. Por suerte no ha disparado. ¿Qué hago? ¿A dónde me dirijo ahora? 

Vuelvo a fijar mi vista en la carretera. Tengo la adrenalina recorriendo por mis venas y el terror es evidente en mi rostro. 

El auto negro casi me alcanza. Acelero más y me doy cuenta que estoy por llegar a los 200 km/h. No, ahora no, por favor. 

Veo a un pequeño zorro cruzarse en medio de la carretera. Giro el volante para evitarlo, pero pierdo el control por completo. El auto comienza a dar vueltas, intento volver a controlarlo, pero es imposible. Comienzo a gritar. 

El auto se vuelca. Siento un gran dolor en la cabeza que se va extendiendo por todos lados. 

De pronto, mi vista se nubla.

Negocios Miserables.- Josh Hutcherson & ____________.-MeelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora