Negocios Miserables.- Josh Hutcherson & ____________.-Meel

Capítulo 82

-Negocios Miserables- 

Capítulo 82


-¡Frena! ¡Frena, ahora! –exclama Nicholas. 

Piso el freno y las llantas del auto hacen un molesto chillido. Frente a mí pasa una ambulancia a toda velocidad. Saco por la boca todo el aire que tenía acumulado en mis pulmones. Los nudillos de mis manos están blancos. Intento relajarme y me recargo en el asiento. 
Volteo a ver a Nicholas y esbozo una sonrisa al ver su carra llena de terror. 

-Bueno…-traga saliva- eso estuvo muy cerca. 

Bajo la mirada y agito la cabeza. 

-Soy una pésima conductora. Si hubiera seguido tendría que haberte comprado un Mercedes nuevo. 

Nicholas me mira con el ceño fruncido, pero con un una sonrisa. 

-O sea, ¿tenías más miedo de comprarme un Mercedes nuevo, que haber muerto? 

Me encojo de hombros. 

-Creo que sí. 

Nicholas mira hacia enfrente y señala el camino. 

-Ya puedes seguir. 

Vuelvo a mirar hacia enfrente y piso el acelerador. No sé manejar todavía. Nicholas me ha estado enseñado. Insistió en que viniera con su auto hasta la biblioteca donde ahora trabajaré. Ya era hora de encontrar un empleo. Seré algo así como bibliotecaria. Vendré los lunes, miércoles y viernes. Es emocionante. 

-Cuidado con esa anciana. 

-Lo sé. Ya la noté –lo miro y rio- No soy tan, tan idiota. 

Sonríe. 

-No creo que seas idiota. Creo que eres hermosa. Inteligente. Divertida. Perf…

-No es necesario –lo interrumpo. 

Se queda serio. Sabe que sus piropos me incomodan. Desde que lo besé no hemos hablado más de eso. Él actúa como si nada de eso hubiera pasado, me alegra.
Nicholas es un chico súper guapo, misterioso, romántico, sexy… todo lo que una chica puede desear. Sin embargo, mi corazón le pertenece a alguien más… y Nicholas lo sabe. 

Logro visualizar la gran biblioteca. Comienzo a bajar la velocidad y me estaciono con cuidado. Aún no soy muy buena en esto. Mejor dicho apesto. 
Por fin lo logro. No apago el motor ya que Nicholas vendrá aquí.

Suspiro e intento tomar mi mochila del asiento de atrás, pero él lo hace por mí. Me la entrega y sonríe. 

-Gracias –susurro. 

Abro la puerta y salgo del auto. Él hace lo mismo. Voy hasta él para despedirme. 

-Suerte en tu nuevo trabajo –ríe. 

-Lo mismo digo para mí. 

Coloca su mano en mi mejilla y me mira con atención. 

-¿Cuando salgas paso por ti para ir a cenar? ¿O cuando salgas paso por ti para ir a cenar? –me sonríe. 

Aparto su mano de mi mejilla y le sonrío. 

-Creo que no me queda otra opción. 

Estudio su expresión, siempre sonríe, como… ¿Es que jamás se cansan de hacerlo? Pero hay algo extraño, su sonrisa no se ve demasiado… real. 
Es algo raro ver a Nicholas con una playera y vaqueros. Siempre usa trajes y esas corbatas. 

-Entonces, te veré luego –dice. 

-Sí. Cuando termine mi turno te llamaré y… 

Rápidamente pone ambas manos en mis mejillas e inclina su cabeza para poner sus labios sobre los míos y besarme. Esto es algo que no esperaba en absoluto.
‘ Aléjate de él, _____’. ‘No, besa increíble, déjalo un rato más’. ‘Sabes que nadie besa mejor que Josh’. Es como si muchas personas dentro de mí me dijeran todo eso. 
Lentamente pongo mis manos sobre sus hombros y me dejo llevar. Creo que este beso fue mejor que el primero. 

Nos separamos lentamente. Mi respiración es ahora un poco agitada. Necesito aire. 
Nicholas se ve avergonzado. No me sonríe, ni dice nada. Me suelta y se aleja de mí para subir a su auto y marcharse. Lo observo alejarse. 

Creí que diría algo. ¿Qué pretende hacer? ¿Cree que me sentiré cómoda con él después de este beso? 

Por fin mi respiración ya se ha normalizado. Subo las escaleras y abro la puerta de la biblioteca. 
Miro por todas partes. Oh, tantos libros. Me encanta. Me alegra haber elegido estudiar Literatura. 

Cuelgo la mochila en mi hombro y comienzo a buscar a la señorita Shannon. Ella fue la amable mujer que me aceptó. 
Me acerco a una anciana, parece ser que también trabaja aquí. Está de espaldas. Toco su hombro para llamarla. Voltea rápidamente y me mira malhumorada. 

-¿Qué se te ofrece, muchacha? -su voz es algo ronca. 

-Hola. Buenas tardes. Me llamo ______ Reeves. La señorita Shannon me contrató. ¿Sabe usted dónde puedo encontrarla? 

La mujer baja un poco sus lentes y me observa de arriba abajo. 

-Yo soy la señora Charlotte Gray. Soy la madre de Shannon. ¿Así que tú eres la muchachita que contrató mi hija? 

Asiento. 

-Bueno, muchacha. Tu turno termina a las 7. ¿Sabes bien lo que debes hacer? 

-Sí, señora Gray.

-Estaré inspeccionando. Soy vieja, pero no soy tonta. Has bien tu trabajo. Puedes tomar algunos libros, pero los vuelves a dejar. 

Creo que esa es la mejor cosa que me han dicho en este día. 

-Lo entiendo, señora Gray. Gracias. No la decepcionaré. 

Ella frunce el ceño y agita la cabeza. 

-Unas 6 chicas antes que tú me dijeron lo mismo. Vamos, ponte a trabajar. 

Sonrío y me alejo de ella para ir a mi puesto de trabajo. Soy una bibliotecaria, ¿ah?. Creo que es un increíble trabajo. Puedo tener los libros que yo quiera. 

Dejo mi mochila en una silla y verifico que no venga alguna persona que tenga que atender. Me dirijo rápidamente hasta los estantes. Reviso cada uno de ellos buscando el libro perfecto para leer en este momento.

Umm… veamos: Alicia En El País De Las Maravillas. El Principito. Mujercitas. El Retrato de Dorian Grey y… Oh, perfecto.
Lo saco rápidamente del estante y veo su portada: ‘Romeo y Julieta’ Oh, Shakespeare, jamás fallas. 

Huelo sus hojas. Hmm… ése increíble olor que tienen los libros. 

Sonrío y lo sostengo contra mi pecho. Avanzo de nuevo hasta mi lugar de trabajo. Me doy cuenta que ya han llegado dos personas. Oh, ya estoy comenzando a descuidar mi trabajo. 

Santo cielo. Me detengo al reconocer a los dos hombres y me escondo rápidamente. Observo sus rostros. 

Son Josh y Steven.