Capítulo 83

582 39 0
                                    

-Negocios Miserables- 

Capítulo 83

¿Coincidencia? ¿Se le podría llamar a esto coincidencia? 
Es tan extraño. ¿Qué está haciendo aquí? De tantas bibliotecas que hay ¿tenía que venir a esta? Lo peor de todo es que viene con Steven. Me pregunto si Josh sabrá lo que Steven siente por él. 

-¡Muchacha! –la voz de la señora Gray me sobresalta

Dejo de mirar a Josh y Steven, y observo sus penetrantes ojos azules. Le sonrío nerviosamente. 

-¿Sí, señora Gray? 

-Tienes clientes esperando. –Frunce el ceño- Me parecería más razonable que los atendieras a que te quedarás mirándolos. Son guapos ambos. ¿Les temes a los muchachos guapos? 

-¡No! es sólo que… 

Comienza a empujarme para que salga de mi escondite. 

-Vamos, Reeves. A trabajar. 

No me queda otro remedio que salir. No quiero perder un empleo tan increíble como éste. 
Con el libro en mi pecho y mis nervios a flor de piel, avanzo hasta el lugar donde se encuentran Josh y Steven que, parece ser que están muy perdidos en su plática. 

Miro hacía atrás; la señora Gray sigue observándome. Esa mujer me asusta bastante. La señorita Shannon era más amable. 

Bajo la cabeza al llegar a la barra que se encuentra en la sala de prestamos. 

-Señorita –es Josh- He venido a regresar un…-Levanto la mirada y su boca se abre- …libro…

Dejo el libro de Romeo y Julieta en la barra y extiendo mi mano para que me lo entregue. Miro de reojo a Steven, también está asombrado. La última vez que lo vi, fue cuando descubrí su gran secreto. 

Josh me lo entrega rápidamente, pero no deja de mirarme con asombro. 

-______ -susurra Josh. 

Finjo una sonrisa y observo la portada del libro: ‘7 pasos para olvidar un amor’ ¿Qué? ¿Es en serio? 
Miro a Josh y frunzo el ceño. Él se encoje de hombros apenado. 

-Steven –dice Josh y lo mira- ¿Por qué no te adelantas? Necesito hablar con…

-¡No! –Exclamo- Steven, quieres quedarte, ¿no es así?

-Steven. Vete ahora –Gruñe Josh. 

Pongo los ojos en blanco. Steven asiente y da media vuelta. No puedo creer que Josh controle a su jefe de esa forma. Bueno, es obvio, Steven está locamente enamorado de él. 

Busco en la computadora rápidamente la fecha en la que Josh pidió el libro. Fue hace una semana. Escribo rápidamente en el teclado la fecha de entrega y lo guardo. 

-Trabajas aquí, ¿ah? –Pregunta Josh- ¿Qué opinas?

Levanto la mirada y lo miro confundida por su pregunta. ¿Qué opino de qué cosa? 

-No lo entiendo –respondo. 

-Has leído el titulo de ese libro. ¿Qué dices? 

-No sé exactamente que es lo que quieres que diga. Pero creo que tienes una gran obsesión. Estás loco. 

Josh mira el libro de Romeo y Julieta que está en la barra y lo toma. 

-Romeo y Julieta, ¿ah? 

Lo ignoro y salgo de la barra con el libro que Josh entregó en mis manos. Escucho como deja caer el libro de Romeo y Julieta sobre la barra y me sigue. 
La señora Gray ya ha desaparecido. Debe andar por ahí. 

Busco rápidamente la sección a la que pertenece el libro. 

-______ -es Josh nuevamente-¿No piensas decirme nada? 

Dejo de buscar y lo miro. 

-¿Decirte de qué, Josh? Simplemente no te entiendo. Ni tampoco quiero entenderte. 

Se acerca a mí y me mira con esos hermosos ojos color avellana. Parece uno de esos perfectos chicos que sólo se encuentran en los libros. 

-Sé que entiendes lo que yo siento por ti. 

Bajo mi mirada para no verlo a los ojos, pero él levanta mi barbilla delicadamente con sus dedos. 

-Mírame a los ojos –ordena- ¿Por qué no lo haces? 

Desearía poder ponerme de puntitas y besarlo. ¿Cuántos meses han pasado desde que lo besé? ¿2? Quizás 2 y medio. Oh, Josh. Te amo. 

-Responde algo –insiste. 

-Josh, yo…

-Shhh… 

Un chico rubio que está sentado leyendo un libro, que parece ser ‘El Señor De Los Anillos’, nos mira con mala cara. 
Josh pone los ojos en blanco. 

-…tengo que trabajar –termino la frase que iba a decir antes de que el chico nos callara. 

Doy la vuelta y me doy cuenta que encontré el lugar a donde pertenece el libro. Lo dejo en el estante y vuelvo a mirar a Josh. 

-Vamos. ¿Seguirás fingiendo? –pregunta. 

-Josh. Vete. Lo único que haces aquí es ruido y quiero mantener mi empleo. 

Intento avanzar, pero él pone un brazo contra un estante para bloquearme el paso. 

-¿Podemos salir hoy? 

Niego con la cabeza. 

-Saldré con… con Nicholas. 

Josh se tensa. Quita su brazo y me deja el paso libre. Su frustración es evidente. Pasa su mano por el cabello y por alguna razón quiero morder mi labio, pero me contengo. 

-Ese pedazo de cab…

-¡Oye! –Exclamo- No te atrevas. ¿Podrías pasar un día sin decir una mala palabra, Josh? 

Josh toma mi mano y la acaricia. Me obliga de nuevo a mirarlo a los ojos. Sus hermosos, hermosos ojos. 

-¿Lo amas? –Pregunta- ¿Amas a Nicholas? 

Asiento insegura. 

-¿Tanto como me amaste a mí? 

Prefiero quedarme callada. Ya he mentido, no lo haré otra vez. No siento eso por Nicholas. Sólo…sólo lo quiero. 
Josh… ¡Ya basta!

-No lo haces, ¿cierto? 

Alejo mi mano de su toque. 

-Me despedirán. Tú deberías haberte ido hace bastante tiempo. Steven te necesita. 

Escucho su risa. 

-Él sabe que yo te amo a ti. No a él. 

Entonces sí lo sabe.

-Josh, escucha, deja de hacer todo más difícil, es mejor que te vayas. Estoy saliendo con alguien y tú deberías hacer…

-Creí que había quedado claro las reglas del trabajo, señorita Reeves. 

Me giro rápidamente y visualizo a la señora Gray con el ceño fruncido. 

-Señora Gray. Él sólo me… pedía un… -tartamudeo. 

-Sólo le pedía la opinión sobre un libro –Josh llega a mi rescate- Ya me voy. –Me mira- Gracias, señorita Reeves. 

Antes de irse me entrega un trozo de papel. Lo miro y me guiña un ojo. Contengo mis ganas de querer abrazarlo. 
Observo como se aleja. Oh, mi Josh. 

-Atenta –dice la señora Gray. 

Asiento y se aleja también. 
Bajo la mirada y abro mi puño. El papel se ha arrugado. Lo abro lentamente y descubro diez dígitos. Es su número de celular. Lo cambió de nuevo. 
Abajo hay letras. La leo en mi mente: ‘Llámame cuando me necesites’ 
Oh, Josh. Si supieras que te necesito cada momento.

Negocios Miserables.- Josh Hutcherson & ____________.-MeelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora