Secretos Ocultos

Capítulo 20

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Secretos Ocultos 

Capítulo 20

Agradezco una vez más a la Brooke del pasado por haber sido inteligente. Bueno, aunque sea por haber tenido un momento iluminación divina y haber optado por ponerse las clásicas zapatillas más cómodas del planeta. Si estuviera llevando tacones en este preciso momento mis pies estarían pidiendo a gritos la eutanasia.

Se que todo rastro de alcohol en mi ser ha desaparecido por completo, pero aun así me cuesta caminar con prisa. Mi mirada está algo perdida como también mis pies algo cansados, de todas formas, sigo avanzando.

Se que todavía no se han percatado de mi presencia en el sitio, pero eso no impide que siga intentando alcanzarlos. Los gritos provenientes de la voz aguda y chillona de Holly parecen sonar aún más fuertes que la música de la fiesta, aunque las palabras que espeta son incomprensibles.

—¡¿Acaso no puedes comprenderlo aún?! ¿Tan difícil es para ti? ¡Dilo!

Observo como Brandon se acerca hacia Holly y la señala con su dedo índice. Ninguno de los tres luce feliz, sino que todo lo contrario.

—Ni siquiera te atrevas.

Holly emite una pequeña y seca risa, sin ni una pizca de humor.

—¿Qué? ¿Piensas que no soy capaz de hacerlo?

—Ya basta —Sean toma suavemente a su novia alterada del brazo y intenta apartarla un poco—. Brandon, es suficiente, ¿no crees?

—No, no creo. Me parece absurdo, y tu Sean deberías pensar lo mismo.

La rubia parece estar por arrojarse encima de Brandon y matarlo con sus propias uñas esculpidas.

—He dicho que basta, ¿acaso creen que discutir por esto nos llevará a algún sitio?

—Pregúntaselo a tu novia que siempre arruina todo.

Mi prima da dos pasos hacia el castaño de espalda ancha y sonrisa burlona. Se lo que está a punto de hacer y agradezco que su novio la haya apartado con rapidez.

Y para mi sorpresa, Brandon comienza a reír. A reír con mucha fuerza.

—¿Saben? Dejaré de perder mi tiempo en esto. Búsquenme cuando ya tengan algo que dar.

Se da la vuelta y comienza a dirigirse hacia mi dirección, o al menos hacia la fiesta quiero suponer. Me escabullo rápidamente en el primer arbusto que encuentro, agradezco a la noche y a mi vestido completamente oscuro por ayudarme a no ser descubierta.

Unos segundos después, asomo mi cabeza y ya no hay rastros de Brandon Hills.

¿Qué ha sido todo eso?

Vuelvo a observar hacia el mismo lugar de antes y respiro con normalidad al ver a la pareja conversando con un nivel de voz algo elevado. Están discutiendo, no me caben dudas de eso. Holly suele realizar muchos movimientos con sus manos cada vez que está furiosa.

¿Debería...?

Una rama frente a mí me sorprende por completo.

—¡Auch! Mierda, mierda, mierda —tomo mi mejilla de forma automática. Puedo sentir algo húmedo correr en mi mano y no me sorprende en lo absoluto que se trate de un poco de sangre.

Separo ésta de allí e intento observarla a pesar de la poca luz que hay entre medio de estos árboles.

Si, definitivamente tengo sangre. Pero aun así agradezco que no se trate de mi periodo.