Secretos Ocultos

Capítulo 18

Secretos Ocultos 

Capítulo 18

Salí de la cafetería con prisa en cuanto vi una camioneta negra y enorme estacionada allí afuera. No había tiempo para dudar de quien se trataba, él era el único con un vehículo tan particular. Me acerqué rápidamente y abrí la puerta del asiento acompañante. El aire acondicionado me abrazó con demasiada prisa, mis vellos se erizaron ante el respectivo cambio de temperatura.

—¿Qué ha sucedido?

Una vez que abroché mi cinturón de seguridad volteé hacia el dueño de aquella voz tan sensual y clara. Sus ojos me miraban con repleta curiosidad, no se despegaban de mí y eso produjo un leve sonrojo en mis mejillas.

Llevaba un par de jeans negros junto a una camiseta color gris, la cual, destacaba mucho más su figura esbelta y sus enormes brazos pálidos.

—Miller —volvió a hablar, sin arrancar la camioneta. Mis nervios aumentaban cada vez más—. ¿Estás en problemas? ¿Por eso me has llamado?

Tragué saliva antes de responder. Su mirada fue a parar justo en mi cuello.

—No, no estoy en problemas. No se trata sobre mi...

—¿No? Y yo que pensaba que te creías el centro del universo.

No reí ante su intento de hacerme irritar, mis ánimos no accedían a hacerlo ni tampoco había tiempo para ello.

—Es en serio, no se trata sobre mí. Es sobre... alguien muy importante en mi vida. Y necesito realmente que me ayudes.

Su ceño se frunció demasiado, marcando demasiadas líneas de expresión en su pálido rostro. Su mirada explotaba en confusión.

—¿De quién se trata? ¿Algún ligue tuyo? —escupió velozmente, con desprecio y molestia—. No te ayudaré con esas mierdas, de eso encárgate tu misma.

—No se trata de ningún ligue, por dios —alzó ambas cejas en mi dirección, su rostro se relajó—. Es sobre mi prima, Holly. No sé si te ubicas y sabes quién es...

Me miró con obviedad y soltó un bufido.

—" La chica más buena del instituto" —citó imitando una voz parecida a la de Greg— Si he tenido la oportunidad de oír de ella.

—Bueno, es sobre ella.

—Necesito que me pongas al tanto, ¿o acaso crees que te ayudaré sin saber de que se trata?

Suspiré. Cierto que me encontraba con Wesley Smith, el ser mas testarudo que he podido llegar a conocer durante estos diecisiete años de vida.

—Estaba en la cafetería, ya casi por irme. Miré hacia la ventana y me sorprendí al ver a mi prima discutir con... Con un tipo, y antes que preguntes, no, no pude verle el rostro. Pero lo que si pude notar es que ella se encontraba muy enfadada —fruncí mi ceño y desvié la mirada del pelinegro—. Luego apareció una camioneta algo extraña, una persona les hablo desde allí adentro y ambos se subieron rápidamente.

Tardó unos segundos en procesar toda mi breve explicación.

—¿Me estas diciendo que no has visto a la persona que se encontraba dentro del auto?

—No, ha sido todo muy rápido y hasta confuso para mi. 

Volví a mirarlo, sus ojos lucían pensativos y sus labios se habían fruncido un poco.

—Por favor, ayúdame a buscarla. No creo que sea algo bueno donde ella está metida —¿estaba rogándole a un mafioso? Tal vez lo estaba haciendo—. No soy de pedir favores, pero creo que sola no podré con todo esto...