🌸셑

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El lunes llegó más rápido de lo esperado, desgraciadamente para Jungkook. Con ayuda de su hermanita y Jihoon había podido resolver todos los asuntos que tenían pendientes. Aunque resultó bastante estresante.

Lo primero fue llamar al instituto. La historia que inventaron para que el azabache  pudiese continuar asistiendo a clase era un supuesto intercambio entre Jungkook y su hermana melliza de tiempo indefinido. No creyeron que fuera a funcionar, pero sorprendentemente lo hizo. Los del instituto le dijeron que el lunes debía asistir a las clases del horario de Jungkook y demás. También explicaron que el subdirector la esperaría para una presentación básica de las instalaciones.

El siguiente asunto era el uniforme escolar. Para su buena suerte, el instituto los entregaba. El domingo por la tarde un empleado de la institución lo trajo, yéndose rápidamente pues no quería molestar. Por lo tanto, ya tenían el uniforme escolar y el de educación física. Jungkook no estaba muy contento con el diario, porque consistía en una falda, blusa y chaqueta. El castaño terminaría por odiar las faldas.

Continuando con la lista, fueron a comprar algo de ropa también. No mucha, Jungkook se negaba fervientemente a todo lo que las dependientas le mostraban como opción. Básicamente piezas de ropa demasiado cortas o con transparencia. ¿Tanto costaba entender el estilo de Jungkook? Finalmente compró algunas camisetas — escogidas por él —, algún top que dudaba mucho utilizar y una gran cantidad de vaqueros. Largos, cortos, anchos, rotos, pegados, negros, azules... y más, un sinfín más. Una vez terminó, llegó la parte más temida por el chico que ahora era una chica. La ropa interior. Digamos que no fue un buen rato para el castaño.

Ahora volvamos al presente. Jungkook quería que la tierra se lo tragase lo más hondo posible. Acompañado por Jihoon, estaban caminando a la entrada del instituto, ganándose un montón de miradas por parte de los otros alumnos y alumnas siendo acompañados por murmullos y cuchicheos.

El azabache caminaba con la cabeza gacha, no se atrevía a mirar a su alrededor, causa de la vergüenza. Jihoon, quien se encontraba a su lado, era el que le guiaba. Si no lo hiciera, Jungkook ya se habría chocado más de una vez.

— Hey, si no quieres matarte contra algo, será mejor que mires por donde vas, ¿no crees? — Susurró Jihoon lo suficientemente alto para que Jungkook lo escuchara, con un tono intentando ser amable. El otro asintió y levantó la mirada al frente, intentando aparentar más seguridad. Las personas a su alrededor, sorprendidas ante la belleza de la desconocida, aumentaron el volumen de sus murmullos.

Jungkook suspiró. Por fin, se adentraron por los pasillos de la institución, rápidamente encontrándose con más gente dentro. También divisaron al subdirector Baekhyun, que al notar su presencia, se les acercó con paso alegre. El subdirector Baekhyun se caracterizaba por ser un hombre bastante joven comparado a los demás profesores, al igual que el director. También era conocido por ser un hombre alegre y amable, aunque tenía sus momentos de diva. Eso causaba que los estudiantes le pusieran más confianza a diferencia de al resto de empleados. Baek los hacía entrar en comodidad fácilmente.

— Usted debe ser la señorita JungMi, es un placer recibirla en este instituto. —  Saludó en cuanto llegó frente a Jungkook. Y sí, JungMi era el nombre de chica que se había puesto el mismo. — Mi nombre es Baekhyun, el subdirector del centro. Tengo entendido que se le informó de mi tour por el lugar, así que comencemos por...

— Oh, disculpe, no será necesario. — Interrumpió. Lo menos que deseaba en ese momento era pasearse por los pasillos captando la atención de todos. — Mi hermano me lo explicó todo con mucho detalle. Si necesito ayuda, no dudaré en acudir a usted.

Pareció convencer al hombre. — En ese caso, les dejo que vayan a clases. Por cierto, puedes usar la taquilla de tu hermano. Espero que no le moleste. ¡Buena suerte y feliz día! — Finalizó. Se despidió y entró a una de las salas de recepción.

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