🌸 열 하나

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Realmente la vida de Jungkook se había vuelto extraordinaria o caótica, depende del punto de vista de la persona. Y es que claro, suficiente tenía con lo de ser una chica para que ahora..

Ups, esperad, todavía no lo he contado. Veréis, todo iba tranquilo, Jungkook volvía a su amado hogar después de un agradable rato en el parque disfrutando del clima que hacía en esa época del año. Por el camino se había comprado un refresco, básicamente porque tenía sed.

Iba con alegría por la calle, le gustaba pasar esos ratos a solas sin que nadie empezara a joderle la existencia o algo así.

Pero estamos hablando de Jungkook, lo bueno no dura mucho para él.

Y la trágica historia empieza al llegar a su casa, en la cual casi entra en estado de pánico porque claro, ¿quien se espera ver a una completa desconocida, más o menos de de la misma edad que tu, hablando con tu hermana pequeña tan tranquilamente en el sofá?

Bueno, repito, estamos hablando de la vida de Jungkook.

—¿¡Pero qué diablos? —Gritó al procesar la información, y rápidamente agarró la escoba que afortunadamente tenía cerca y la puso en posición de ataque. — ¿¡Quién eres tú y qué haces en mi casa?!

-¡Jungkook, tranquilo! Ella es... - La niña pequeña no pudo seguir, pues la desconocida se lanzó a abrazar a su hermano.

-¡Jungkook! Vaya, hice un mejor trabajo del que recordaba, vaya que sí. -Pronunció la desconocida mientras analizaba la anatomía de Jungkook con una sonrisa.

-¡No me toque! - El castaño intentó deshacerse de la extraña mujer, pero la otra solo decía incoherencias para sí misma.

-¡Oh, cierto! Que maleducada, lo siento. -Finalmente se separó de Jungkook y hizo una reverencia. -Mi nombre es Kang Seulgi, un placer conocerte Jungkook, ¿o debería decir JungMi?

Seulgi era una chica bastante hermosa. Tenía el cabello largo negro junto con un flequillo que le caía hasta llegar hasta sus ojos color avellana. Vestía una camisa rosa corta de rayas de distintos colores, junto unos shorts claros y un choker rosa pastel adornando su cuello.

Volviendo al presente, Jungkook estaba muy confuso. Por un momento pensó que estar confuso debería pasar a llamarse "estar Jungkook" ya que parecía que siempre estaba en ese estado.

-¿Sabes qué? Creo que es mejor que te sientes. -Con una sonrisa algo forzada, Hyerin llevó a su hermano hasta el sofá, le quitó la escoba y se sentó junto a él. Seulgi no tardó en hacer lo mismo.

-Es mejor que hables después de escucharme. -Seulgi intentó calmar el ambiente con una sonrisa, como os podéis imaginar, no causó mucho efecto. - Como he dicho, mi nombre es Kang Seulgi, me dedico a cumplir deseos. Bueno, en realidad soy nueva en esto

Soltó una pequeña risa nerviosa antes de continuar.

-Trabajo para Stars&Co, creo que lo has supuesto y si no... pues ya lo sabes. Verás, han habido unos "problemillas" con tu deseo, ¡pero no te asustes! Por eso estoy aquí. - Pronunció eso último con orgullo. - Como comprenderás, no soy experta en mi trabajo, por lo que tu deseo... No estoy muy segura, ¿vale?, pero creo que, o cumplimos tu deseo, pronto o te quedarás así...Para siempre.

Jungkook, que había estado bebiendo de su refresco para calmarse, escupió todo de una, levantándose de repente del sofá.

-¿¡Qué yo qué? -Gritó con desesperación. Oh no, se negaba rotundamente a quedarse así.

-Vale, c-cálmate, ¿quieres? - Intentó Seulgi con un poco de inseguridad, no se le daba bien esto de lidiar con clientes. En realidad, era su primera vez en la tierra.

-¿Que me calme? ¿¡Que me calme!? ¡No puedo calmarme, yo- -Seulgi se levantó y chasqueó los dedos frente a él, y Jungkook se desplomó en el sofá. Hyerin se asustó y miró a la chica con preocupación.

-No te preocupes, se despertará en tres, dos, uno... - Y en ese momento Jungkook se recompuso con la respiración agitada, Seulgi volvió a sentarse en el sofá con una sonrisa satisfecha. -¿Mejor?

Tan solo recibió un asentimiento por parte del aludido, se puso un mechón de pelo por detrás de la oreja y se dispuso a continuar.

-Como iba diciendo, es probable que pase eso, por ese motivo estoy aquí. ¡Soy como tu consejera! Te ayudaré con esto, para que pronto vuelvas a ser tú. Además, soy una chica, también puedo ayudarte con eso de... la intimidad. Por cierto, todavía no se hacerme invisible a los demás, por lo que ahora soy tu prima.

Para Jungkook todo estaba yendo muy deprisa, demasiado tal vez. No sabía que decir, que hacer... Ah pero su estómago sí, pues segundos después se encontraba en el baño echando hasta el desayuno del día anterior.

-¿Crees que esto es causa de mi hechizo o de su nerviosismo? - Preguntó Seulgi preocupada mientras miraba com Jungkook parecía deshacerse en su lugar.

-Las dos. -Contestó Hyerin sin mucho más que aportar a la conversación. - Seulgi, ¿puedo hacerte una pregunta?

-¡Por supuesto! Adelante, no te cortes, dispara. - ¿Se notaba su nerviosismo? No, para nada.

-¿Tienes alguna idea de lo que es ser adolescente?

Seulgi pintó una sonrisa gigante en su rostro, antes de negar con la cabeza intentando disimular lo avergonzada que estaba en ese instante.

-No te ofendas, pero así no nos podrás ayudar mucho. - Hyerin se encogió de hombros antes de ir a la cocina a por limonada.

-Yo- ¡Sí que puedo! Es decir, por algo estoy aquí... - Suspiró antes de volver a ver a Hyerin pasar con un vaso de limonada. - ¡O-oye! Qué es eso que llevas en la mano? Quiero probarlo! Hyerin!

Y salió corriendo detrás de la niña, olvidándose de un Jungkook que había acabado de vomitar y ahora se encontraba observando la pared. Nunca se había dado cuenta de lo interesante que era esa pared.

(...)

-¿Porque salimos tan temprano? Tengo sueño, Jungkook. -Se quejó Seulgi mientras arrastraba los pies por el pavimento.

-Porque ahora eres una adolescente, y los adolescentes van a clase. - Explicó Jungkook con un tono irritado. Seulgi no hacía más que quejarse en todo lo que llevaban de camino, y sinceramente se estaba hartando.

-Pues no me gusta ser adolescente. - Se cruzó de brazos haciendo un puchero, que en otro contexto, a Jungkook se le habría hecho tierno.

-Bienvenida a mi mundo. - Rodó los ojos y intentó ignorar las quejas de su amiga en lo que llegaban al instituto.

Finalmente, y para la fortuna del castaño, llegaron, siendo recibidos ráidamente por un Jihoon con una ceja alzada y una expresión de incomprensión.

-Hey... -Saludó Jihoon con la intención de preguntar por la otra chica, pero esta se le adelantó.

-Hola, soy Seulgi, un placer conocerte, soy la prima de Jungkook, realmente me encanta que vayamos a ser compañeros, espero que nos llevemos bien...- No finalizó la frase puesto que no sabía el nombre del chico, hasta que recibió un "Jihoon" por respuesta. -¡Eso! Jihoon.

Jungkook se golpeó la frente. Era obvio que debía darle clases de ser adolescente, bueno no, de ser humano a Seulgi.

-Luego te lo explico. - Y después de una última sonrisa por parte de Seulgi, los tres se adentraron por los pasillos.






Capítulo editado.

brO, tengo ganas de continuar con esta historia, así que espero pronto acabar de resubir todo para enseñarles lo nuevo :P

—ggukiny.

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