🌸 열 아홉

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- ¿Me vas a decir ya dónde estamos yendo? ‐ Preguntó Jungkook con cansancio. La noche había caído hace poco y aún estaban andando.

La película había acabado y ahora llevaban un buen rato caminando, pues el señorito Taehyung al fin decidió ir al "lugar secreto" que quería mostrarle; pero no pensó que iban a ir desde el centro comercial hasta ese lugar caminando.

El rubio negó, sonriendo inocentemente.

- Cada vez la teoría de que vas a asesinar asesinarme tiene más sentido. - Se quejó, Taehyung río fuerte ante esa ocurrencia, pero seguía sin emitir palabra. - Porfis~

- Ah, Jungkookie, sabes que soy débil si usas tu ternura como ataque. - Se llevó la mano al pecho dramáticamente, recibiendo un golpe en su hombro por parte de Jungkook, quien estaba sonrojado. ‐ Es increíble que aún teniendo cuerpo de chica conserves tu fuerza normal.

La pelinegra rió, cada vez se sentía más cómodo al lado de Taehyung; definitivamente había hecho bien al enamorarse de él.

- Bueno, si esta cita fuera un intento de asesinato, al menos te lo estarías pasando bien en tus últimas horas.  - Sonrió el más alto. Jungkook iba a hacerlo también, pero su mente no dejaba de darle vueltas a una de todas esas palabras.

"Cita".

- ¿C-cita? - Cuestionó con un sonrojo en sus mejillas. El otro lo miró como si se le hubiera escapado algo que no debía decir.

- ¿Q-qué? Oh... jaja, es una manera de... referirse a esta sa-salida. ‐ Tartamudeó, claramente nervioso. Jungkook, quien no dejaba de mirar como una pizca de color rojo aparecía en las mejillas de Taehyung, sentía que iba a morir de ternura.

Como puede ser tan ajsbaikajsia, pensó reteniendo las ganas de lanzarse y llenarle la cara de besitos.

- Bueno, en todo caso tienes razón. - Jungkook sonrió mostrando sus dientes. El otro lo miró con duda. - Lo estoy pasando realmente bien.

Taehyung lo miró sonriendo sinceramente. - Me alegra oír eso. ¡Oh, ya hemos llegado!

Jungkook observó al frente, encontrándose con las puertas de un parque infantil, este estaba desierto, al igual que las calles de alrededor. Miró al más alto con curiosidad, y este tan solo se adentró en el lugar yendo directamente a un punto.

Se notaba que conocía aquel sitio como la palma de su mano, así que Jungkook lo siguió confianzudo.

Llegaron a una zona de arbustos bastante altos, normalmente estos eran los que decoraban los límites del parque, escondiendo así la vaya de rejas.

- Vale, lo que voy a mostrarte es un lugar que solo conocen las personas a las cuales más confianza les tengo, siéntete afortunado. - Bromeó, pero realmente la pelinegra se sentía muy afortunada de poseer algo tan valioso como lo era la confianza del mayor.

Taehyung apartó las hojas del arbusto, exponiendo un pequeño camino el cual llevaba a un claro, un lugar solitario. Estaba decorado con un pequeño lago brillante debido al reflejo de la luna en la parte de atrás, la hierba algo alta debido a que nadie se pasaba a cortarla.

Jungkook no sabía que decir, era un sitio maravilloso para sus ojos. Miró a Taehyung, quien se encontraba analizando su rostro en busca de una reacción.

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