—¿Estás lista? —Jin acarició mi mejilla con suavidad.
—Espera, falta mi —intenté alejarme para buscar mi gorro rosado; sin embargo, él ya lo tenía en sus manos.
Acomodó un poco mi cabello y me colocó el gorro, luego se acercó al perchero y tomó mi gabardina beige.
—Es mejor si sales bastante abrigada, no quiero que te enfermes. ¿Por qué me ves así? —se rió bajo.
—Nada, solamente pienso que eres demasiado lindo —tomé su rostro entre mis manos y besé con suavidad sus labios.
—Y tú eres preciosa —respondió en cuanto nos separamos, además besó la punta de mi nariz —. Definitivamente soy el hombre más afortunado —tomó mi mano y la llevó a su pecho.
El amor que su mirada reflejaba era sorprendente, también amaba su adorable sonrisa y el tono dulce que utilizaba para dirigirse a mí. Nuestro mundo era completamente color de rosas y nos complementábamos a la perfección.
—¿Qué haces para tener unos labios así de bonitos? Siempre los he envidiado —presioné ligeramente su labio inferior con mi pulgar, incluso él lo mordió con suavidad.
Se quedó pensativo por un momento, hasta sostuvo su barbilla con una de sus manos.
—Soy naturalmente guapo, pero creo que la fórmula secreta para mantener mis labios así son tus besos —hasta estiró sus labios para besarme, pero lo esquivé para molestarlo, aunque igualmente besó mi mejilla.
Cada vez que decía esa clase de tonterías increíblemente adorables me hacía sentir demasiado avergonzada y mi corazón latía con mayor rapidez. Presionó mis mejillas con una de sus manos y me observó con suma atención, algo que solía hacer para contemplar mi sonrojo.
—Siempre presumiendo la belleza —fingí molestia.
—Así es como debería ser, también deberías hacerlo —incluso hizo una expresión que irradiaba seguridad y hacía más evidente sus hermosas facciones.
—Tan irresistible. Es mejor que nos vayamos ya o terminaré queriendo contemplar toda la tarde tu belleza mientras te beso —tomé su mano y abrí la puerta de nuestro apartamento.
—Esa idea no está nada mal, accedería a hacerlo —se detuvo en el marco de la puerta, pero lo jalé del brazo para que saliera, incluso hizo un pequeño berrinche, zapateó, se encorvó un poco y se cruzó de brazos.
—Eso lo dejaremos para la noche —cerré la puerta con llave y nuevamente entrelacé nuestras manos.
Casi sentí que hablaba con un niño, porque hasta llenó de aire sus mejillas y asintió. ¿Quién diría que alguien como él también se podría comportar de esa manera?
—Mi dulce Hee, ambos sabemos que en la noche serán más que besos —me vio de forma traviesa, mientras subía y bajaba sus cejas.
—¡Oh, por Dios! Eso es vergonzoso —cubrí su boca con mis manos, pero él alejó una de ellas y la otra la sostuvo entre su mano para morderla —¡Oye! —intenté alejarla, pero él la entrelazó con la suya para continuar con nuestro recorrido.
—Definitivamente mis mejores momentos son junto a ti, espero que no sea un sueño y pueda tenerte para siempre junto a mí.
¿Qué te hice Jin? Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás lo haría sin pensarlo.
Recosté mi espalda contra el respaldar de la cama, mientras abrazaba mis rodillas y colocaba mi cabeza sobre ellas. No quería llorar, pero aparentemente las lágrimas era algo que no podía controlar.
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I'm not playing// Tae // Jungkook
أدب الهواة"Querida So Hee, no te enamores de mí, los demonios no sentimos amor ni compasión". xWangPuppyx 12/11/2017