Después de tres días, intenté dar lo mejor de mí en el trabajo, todo ello en un intento desesperado de distraerme y sacar todos los problemas de mi cabeza, aunque parecían acumularse cada vez más. Al menos, agradecía profundamente que Taehyung me haya dado espacio.
Estuve todo el día corriendo de un lado otro cargando cajas, carteles, hojas, cafés... todavía era la nueva y se aprovechaban de ello, por eso me exprimían a más no poder.
—¡Malditas armas de tortura! —en cuanto ingresé al apartamento, lancé los terribles tacones café en la entrada.
Tiré mi bolso en el sillón, el abrigo en el suelo y me encaminé a mi habitación descalza, me dejé caer en la cama. Por suerte Suni no estaba, así no me regañaría por mis acciones y actitud, pero debía recoger todo el tiradero antes de que regresara.
Di unas cuantas vueltas sobre la cama y pensé en ponerme unos parches contra el dolor en mis pies. No me importaba ser regañada, pero con tal de evitar ese tipo de malestares utilizaría zapatillas. Ni siquiera le desearía a mi peor enemigo correr en tacones de un lado a otro durante varias horas, mis pobres pies estaban rojos e inflamados.
Escuché el timbre del apartamento resonar, me levanté lo más rápido que pude y levanté el tiradero que hice tiempo atrás, por último, coloqué los zapatos en la zapatera de la entrada.
—Ah, ¿por qué saliste más tempra...? —las palabras quedaron en el aire en cuanto observé a un tímido Jungkook frente a mí, quien me analizaba con cuidado y me veía expectante.
—¿Puedo pasar? —preguntó en un débil murmullo.
No.
—Kook, de verdad...
No, eso era lo que debía responderle, pero no podía hacerlo, menos cuando lucía como un perrito regañado.
¡Maldición!
Suspiré profundamente y solamente asentí. Entró en silencio, por un instante deseé que todo fuese diferente, porque era la primera vez que no nos saludábamos con efusividad. Definitivamente el ambiente era tenso, demasiado serio.
—Puedes sentarte —señalé uno de los sofás, pero se giró y me abrazó con fuerza.
Tenía una batalla en mi interior, debía alejarme, pero realmente quería ese abrazo, era todo lo que necesitaba.
—Por favor, no lo hagas más difícil —intenté apartarlo; sin embargo, me abrazó con más fuerza.
—Lo siento mucho, Hee, no puedo apartarme de ti. Probablemente estás molesta porque no te he prestado suficiente atención, lo entiendo, pero no volverá a ser así, lo juro —acarició mi cabeza con ternura.
A ese punto intentaba retener las lágrimas y no dar el brazo a torcer, algo completamente difícil. Él se sentía culpable, cuando era el único en no tener la culpa de absolutamente nada.
—Nada es tu culpa, no te sientas culpable por algo así, comprendo completamente tu posición, pero...
—No quiero escuchar "peros", me dan muchísimo miedo —rió por lo bajo.
Su brazo derecho rodeaba mi cintura, su mano izquierda seguía en la parte de atrás de mi cabeza, además, era consciente de sus profundos suspiros y su voz ligeramente quebrada por el probable nudo en su garganta.
—Por favor, Hee, no me dejes en un momento así, eres lo único que tengo ahora, necesito de tu apoyo. Por favor, haré lo que quieras —sentí unas gotas caer en mi cabeza.
Probablemente era la peor escoria por jugar con sus sentimientos de esa manera, pero no quería verlo más lastimado.
—¿Lo que quiera? Quiero que te alejes de mí, Jungkook —me alejé de sus brazos.
ESTÁS LEYENDO
I'm not playing// Tae // Jungkook
Hayran Kurgu"Querida So Hee, no te enamores de mí, los demonios no sentimos amor ni compasión". xWangPuppyx 12/11/2017