16. Inicio

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Vestido con un pantalón elegante y una camisa blanca, zapatos bien lustrados y el cabello peinado impecablemente, Jungwoo llegó después de clases a la temible firma de abogados de la señora Wong.

Llegó solo y por sus propios medios, ya que, al tener libertad condicional y estar libre del localizador, Dongyoung ya no tenía que acompañarlo a cualquier sitio al que fuera. Eso en cierto modo era una desventaja, como le gustaría que su hermano lo acompañara a ver a esa bruja.

Pero no era momento de acobardarse, iba a enseñarle a la señora Wong que con Kim Jungwoo nadie se metía, y lo iba a hacer de la manera en que más a ella le dolía: demostrándole que estaba equivocada con él.

Quizás y hasta terminaba por aceptarlo y aceptar su relación con su hijo, pero eso ni en sueños pasaría.

La firma de abogados Wong quedaba en un edificio en el centro de la ciudad, en la parte más lujosa y comercial. Incluso quedaba en el edificio más alto e imponente de la cuadra, no había otro igual en kilómetros a la redonda. Esto no hubiera intimidado tanto a Jungwoo si no se hubiera percatado que todo el edificio pertenecía a la firma de abogados, o mejor dicho, todo el edificio pertenecía a Wong Zhen.

Si un edificio tan imponente como ese le pertenecía a ella, quién sabe de qué otras cosas más era dueña.

Jungwoo se armó de valor y orgullo, entró con la frente bien en alto al lugar minutos antes de su cita, no quería llegar tarde en su primer día ni nunca, no quería que la mujer se lo comiera vivo. Y sin bajar la guardia, se anunció con el recepcionista. Este no tardó en hace una llamada, y enviarlo a uno de los pisos más altos sin perder el tiempo.

El castaño agradeció, y como si lo hubiera hecho cien veces antes, Jungwoo tomó el elevador con toda confianza, incluso lo detuvo para una persona que llevaba las manos ocupadas y mucha prisa.

En el ascensor, Jungwoo se acomodó la camisa muchas veces y hacía ejercicios de respiración, la espera lo volvía loco, quería que el día pasara rápido para terminar con todo el asunto lo antes posible.

Cuando el ascensor se detuvo, Jungwoo rogó con todas sus fuerzas que regresara, o que se atascara, después de reconsiderarlo rápidamente por medio segundo, se dio cuenta de que no quería estar ahí, quería esconderse en su casa y evitar todo el sufrimiento que estaba por venir. Pero lo hecho, hecho estaba, e iba a hacer las cosas bien. Iba a hacer que trabajar para esa bruja valiera la pena, por Dongyoung y Yukhei.

La primera cosa que notó al entrar al piso, fue la excesiva cantidad de rojo, tanto en la alfombra como en las paredes. La decoración era un tanto abrumadora, hacia resaltar demasiado el poder y control.

Además de estar siempre en silencio, otra cosa de la que se dio cuenta fue de los dos escritorios que habían, uno enfrente de otro, y un poco más al fondo había una puerta, que seguramente conducía a la oficina de la abeja reina.

En uno de los escritorios, había una chica tecleando con agileza la computadora. Seguramente era su secretaria. No debía de tener más de 25 años. Su cabello rizado era un tanto rubio, y caía delicadamente sobre sus hombros, tenía un lindo fleco, y su cara parecía demasiado amable.

Jungwoo tragó saliva, respiró hondo y se acercó a ella.

-Hola, mi nombre es Jungwoo -para este punto, su garganta ya estaba seca, y tuvo que tragar saliva con dificultad otra vez -tengo una cita con la señora Wong a las tres de la tarde.

-Tú debes ser Kim Jungwoo -la chica sonrió en cuanto lo vio -te anunciaré, espera un poco.

La chica sólo levantó el teléfono y musitó un "está aquí" con algo de miedo.

Catch Me If You CanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora