El día lunes, Yukhei se saltó sus últimas clases para poder llegar desde temprano a la casa de los Kim.El último día que vio a Jungwoo fue en viernes; tenía un fin de semana sin ver a su novio y ya sentía que se moría.
Pero por más que tocó el timbre y llamó a la puerta, nadie contestó.
¿Qué se suponía que debería de hacer ahora?, terminó sus deberes lo antes posible, esperando poder pasar todo el día con Jungwoo, pero en definitiva no esperaba que no estuviera. Lo cual era extraño, ya que teniendo el localizador, Jungwoo debería de estar en su casa, no había de otra.
Seguramente estaría con su hermano, pero no tenía idea de la hora en la que regresaría, quizás debería pedirle su número de teléfono, aunque era probable que no tuviera celular. Lo más lógico era pedir el número de teléfono de su casa pero, ¿y si llamaba y Dongyoung contestaba?.
Mientras todos esos pensamientos volaban y se enredaban en su mente, Yukhei tomo asiento en el umbral de la puerta, donde veía a la gente pasar y a los carros circular. Pero cada que recordaba dónde estaba y qué hacía en ese lugar, sentía lo que algunos llamaban mariposas en el estómago.
Sus nervios se ponían de punta cada que pensaba en Jungwoo y su linda cara blanca.
La noche del viernes había sido perfecta. Jungwoo era perfecto de noche: sus ojos brillaban con la intensidad de la luna, su tersa piel se difuminaba perfectamente con el ambiente. Ni mencionar su suave cabello, que después de un rato ambos se encargaron de despeinar, no hacía mas que hacerlo ver precioso.
Ni se lo quería imaginar de día. Jungwoo debía de irradiar como el mismo sol. Nuevamente, el cosquilleo recorrió todo su cuerpo, provocando una sacudida desde la punta de sus pies hasta el último de sus cabellos.
Aunque Yukhei tuviera el más mínimo pensamiento de Jungwoo, el castaño de blanca piel lograba descolocarlo por completo. El moreno pensaba que jamás lograría acostumbrarse a esa sensación, pero le encantaba.
Más temprano de lo que esperó y totalmente de la nada, la patrulla arribó a la casa de los Kim. Desde donde estaba, Yukhei podía diferenciar las siluetas de los hermanos y la de su trabajadora social.
Al momento en que la patrulla se apagó, Yukhei se levantó y caminó un poco inseguro hacía ellos.
Tres puertas se abrieron, y cuando salieron, Jungwoo sonrió brillantemente hacia su novio.
-¡Yukhei! -Hyeri fue la primera en saludarlo -¡qué gusto que estés aquí!, ¿llevas mucho tiempo esperando?
El moreno negó con la cabeza, aunque mentía, llevaba cerca de dos horas esperando por su castaño favorito, pero para él, dos horas eran poco. Yukhei habría esperado lo que fuera por Jungwoo.
Cuando todos estuvieron cerca, Dongyoung saludó a Yukhei con una inclinación de cabeza y suspiró: -Bueno, los dejamos.
Tanto Yukhei como Jungwoo se miraron sorprendidos. Pero sin duda, el más confundido era Yukhei. Se encontraban a la mitad del jardín, Jungwoo tenía que entrar a su casa debido al localizador.
-Ahhh, ya veo...-Dongyoung dijo riendo ante el rostro muy expresivo del moreno -¿no sabías que le quitarían el localizador a Jungwoo?
El moreno abrió los ojos muy dramáticamente, y de inmediato fijó su mirada en el tobillo del otro. Y tal como Dongyoung lo había dicho, no había ni rastro del localizador.
-¿Por qué no le habías dicho, Jungwoo? -Hyeri preguntó -creí que sería el primero en saber.
-Porque quería que fuera una sorpresa -Jungwoo contestó con la mirada en el piso y las mejillas ruborizadas, después miró a su novio, y musitó un pequeño "sorpresa".

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Catch Me If You Can
FanfictionKim Jung Woo,18 años, ex-convicto adolescente. Wong Yuk Hei, 18 años, dueño de Paniny. Después de dejar la correccional, Jungwoo, el chico problema, tratará de integrarse nuevamente a la sociedad, pero nunca imaginó que conocería al siempre perfect...