Catch Me If You Can

26. Feliz Cumpleaños

Durante el tiempo que Jungwoo pasó en la correccional, los días más felices eran en definitiva sus cumpleaños. Esos días se le permitía ver a se hermano Dongyoung algunas horas más. Y aunque no podían salir, Dongyoung siempre se las arreglaba para llevarle un presente y pastel a su hermano, siempre hacía parecer todo como una auténtica fiesta.

Para Jungwoo no importaba el lugar, mientras estuviera con Dongyoung sabía que todo iba a estar bien.

Lamentablemente, Jungwoo sabía que al vivir con los Wong era impensable ver a su hermano. Después de separarlos, los hermanos Kim tenían estrictamente prohibido encontrarse. Y aunque Jungwoo ya había pensado en repetidas ocasiones cómo ver a su hermano, siempre terminaba concluyendo que era mejor esperar a que todo volviera a la normalidad.

Además en su siguiente cumpleaños, Jungwoo por fin sería mayor de edad, eso significaba que podría irse en cuanto quisiera de la casa de los Wong.

Por esa razón Jungwoo se levantó muy contento aquel día, el día en el que por fin era un adulto. Era obvio que al día siguiente él haría sus maletas y le diría adiós para siempre a la casa Wong.

Con toda la felicidad del mundo, Jungwoo se arregló para su trabajo, era emocionante saber que sería el último día que pasaría en esa casa, todo estaba a punto de volver a la normalidad.

-Jungwoo... -unos ligeros golpes a la puerta sacaron al castaño de sus pensamientos -¿puedo pasar?

-¡Claro! -con un pastel en manos, la mayor de los Wong entró a la habitación en cuanto se le dio permiso.

-¡Mírate! -la mujer siempre le hablaba muy cariñosamente a su hijo adoptivo -no puedo creer lo guapo que te ves incluso con tu uniforme de trabajo. Jungwoo sonrió con timidez.

-Mi querido Jungwoo, sé que tal vez un pastel no es mucho pero... quería agradecerte por todo lo que haces por nosotros, y por aceptarnos a mi familia y a mi sin rencor -la mujer le tendió el pastel -espero que te guste, Yukhei insistió en decorarlo él solo.

Si Jungwoo ya estaba conmovido, ese gesto lo conmovió aún más. Habían pasado días desde que tuvo algún tipo de contacto con Yukhei, y sólo había sido para preguntarle si iba a usar la lavadora.

Y con eso, Yukhei había logrado hacerle sentir mariposas.

-No sé que decir... -la sonrisa de Jungwoo se extendió aún más -de verdad muchas gracias, Señora Siu, usted es sensacional. De verdad muchas muchas gracias.

Jungwoo dejó el pastel por un lado pasa poder abrazar a la mujer, que lo estrechó en sus manos con ternura.

-Mi querido, sé que no estoy en posición de pedirte esto, pero ya que eres mayor puedes irte en el momento en el que lo desees... -la señora Siu se separó de Jungwoo y lo tomó de las manos -pero me gustaría pedirte que te quedaras, al menos hasta el cumpleaños de Yukhei.

Esa petición tomó totalmente desprevenido a Jungwoo. Él ya estaba mentalizado para irse al siguiente día en cuanto el sol alumbrara con su primer rayo.

-Quizás no lo sepas, pero Yukhei no está pasando por su mejor momento... -la mujer suspiró con cansancio -la verdad es que a los dos nos gusta tenerte aquí, bueno, tres con Paniny...

Jungwoo rió con lo último.

-No tengo idea de lo que pasa entre mi nieto y tú -la señora Siu fue honesta -pero sé que en el momento en el que te vayas Yukhei va a estar destrozado, y yo no quiero eso para él, ¿entiendes?

Yukhei no sería el único destrozado. Desde que vio a Yukhei con Lia, Jungwoo sintió que su corazón había perdido el propósito para latir, y no estaba seguro de que querer que latiese de nuevo por el moreno.