9. Revelación

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Jungwoo observaba desde la mesa de la cocina como Dongyoung caminaba de un lado a otro y terminaba de alistarse; tomó su cinturón, caminó hacia las escaleras, y de regreso llevaba su porta pistola.

El menor de los Kim reposaba su cara en ambas manos, que a su vez estaban apoyadas en la mesa.

-Ya voy muy tarde para el trabajo, ¿dónde esta Hyeri? -Dongyoung preguntó más para sí mismo.

-Sabes que Hyeri siempre llega tarde a todos lados -Jungwoo contestó fastidiado -no sé porqué la elegiste de niñera.

-Porque no creo que cualquier persona cuidaría a un adolescente ex-criminal -el mayor dijo, ganando la discusión.

Jungwoo suspiró molestó, y dejó caer su cabeza en la mesa con pesadez: -Yo no necesito alguien que me cuide.

-Pues yo creo que sí. Solo así creo que no te quitarás el localizador cuando yo no esté.

-Ya te dije que sólo me lo quité dos veces -Jungwoo seguía sosteniendo la mentira que le había dicho a su hermano el día que lo descubrió regresando a su casa.

-Sean las veces que hayan sido, no te lo vas a quitar otra vez -Dongyoung se arreglaba frente a un espejo-no importa que tenga que vigilarte día y noche hasta que se cumpla tu condena.

-Eres un exagerado -Jungwoo contestó después de oír el timbre y aproximarse a abrir la puerta.

-¡Jungwoo! -Hyeri se emocionó al verlo como si no lo hubiese visto en meses, aunque lo vio un día anterior.

-Qué bueno que llegas, Dongyoung está como loco -el castaño le dio un rápido abrazo como saludo.

-¿Ah sí? -Hyeri se quitó la chaqueta y se la dio a Jungwoo -¡Kim Dongyoung! ¡¿dónde estás?!

Desde que se conocían, Hyeri y Dongyoung solían buscar pelea de todo.

-¡Hyeri no tengo tiempo ahora! -Dongyoung salió corriendo desde el interior de la casa -¡nos vemos después!

-¡Dongyoung, espera! -la trabajadora social persiguió al policía inútilmente -¡debo de hablarte de algo!

-¡ADIÓS! -Dongyoung se despidió desde la patrulla, ignorando completamente lo que Hyeri dijo.

El mayor encendió la patrulla, y se marchó a gran velocidad.

-Un día de estos lo van a despedir -Hyeri se burló entrando a la casa.

-Lo sé -Jungwoo automáticamente se dirigió a la cocina, y del refrigerador sacó mermelada de fresa, luego tomó una cuchara y se sentó a la mesa.

-¿Comiste ya? -la chica preguntó sentándose al lado del chico.

-Nop -contestó el menor destapado sonoramente el frasco de mermelada, y tomando una gran cucharada para comerla directamente.

-Jungwoo, no te comas eso, por favor -la trabajadora social pidió asqueada.

El castaño miró a la chica a los ojos, y lentamente introdujo la cuchara llena de mermelada a su boca.

-Qué asco, Jungwoo -Hyeri arrugó la nariz -no sé como es que tienes novio con esa conducta.

La risa de Jungwoo se desvaneció, y de un segundo a otro, frunció el ceño y concentró solamente en la mermelada.

-No somos novios, esa persona no es nada de mi.

-¿Esa persona? -Hyeri le preguntó asombrada y curiosa -creí que adorabas a ese niño.

-Sí, pero ya no.

Catch Me If You CanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora