Catch Me If You Can

13. Yukheicienta

No dejaron de besarse hasta que perdieron el aliento. Cuando eso pasaba, respiraban el mismo aire unos segundos y volvían a empezar. Sus labios estaban hinchados y seguramente rojos de tanto quererse, pero ¿a quién le importaba?, sería mentira decir que no habían esperado eso desde hace mucho tiempo.

Pasado un rato, Yukhei y Jungwoo terminaron acostados sobre la cama del castaño, viéndose de frente, sin dejar de sujetar sus manos.

-¿Te has visto con tu tía? -Jungwoo preguntó con su característica voz tibia.

Yukhei negó con la cabeza mientras se dejaba acariciar el rostro por el otro: -Espero verla pronto.

Su mirada volvió a encontrarse, y por fin, Yukhei se llenó de valor para preguntar aquello que quiso preguntar desde el primer momento que lo conoció.

-Jungwoo, ¿por qué te arrestaron? -las caricias y la respiración del castaño se paralizaron. Estaba preparado para contarle cualquier cosa a Yukhei, pero no estaba preparado para contarle eso en ese momento.

Después de sentarse y girar su rostro hacia donde Yukhei no pudiera verlo, Jungwoo aclaró su garganta y empezó.

-Cuando mis padres murieron, Dongyoung se hizo cargo de mi, tomó toda la responsabilidad sin ayuda de nadie y sin quejarse una sola vez, pero yo... -el castaño clavó la vista en sus manos -era muy difícil para mi ver como Dongyoung tenía tiempo para todo, menos para mi.

Yukhei se acercó un poco más al otro, y le dio valor para seguir hablando, sobando la espalda de Jungwoo en círculos.

-Cuando cumplí 12 años, mi hermano entró a la academia de policía, él de verdad quería protegerme lo mejor posible, pero él estaba tan ocupado en la academia que yo me sentí abandonado... Ahora entiendo que Dongyoung quería ser más fuerte por mi, pero en ese tiempo era más fácil para mi odiarlo, que entenderlo y esperar -era imposible para Jungwoo no sentir un nudo en la garganta y un sabor amargo en la boca -Dongyoung dejó de pasar tiempo en casa cada vez más, y era casi imposible vernos, así que decidí que iba verme por las malas.

El moreno pasó un brazo por los hombros de Jungwoo cuando este comenzó a sollozar ligeramente, y aunque le pidió parar, el castaño fue insistente y siguió: -Al principio robaba en algunas tiendas pequeñas y farmacias, causaba daños en algunos lugares y era todo, pero con eso no conseguí la atención que buscaba, así que investigué las zonas donde mi hermano patrullaba, y entre ellas estaba una joyería. Fue fácil robarla, la atendía una señora de edad avanzada, fue muy sencillo tomarla de rehén, pero no robé nada. Dejé que alertara a la policía, y esperé.

Jungwoo se detuvo unos minutos para tragar saliva y respirar hondo antes de seguir, era difícil dejar que alguien más viera su más grande defecto y esperar a que juzgara.

-Y sí, Dongyoung fue la persona que llegó para encargarse del robo -Jungwoo leyó la mente de Yukhei -nunca antes lo había visto tan decepcionado y triste, ni siquiera con la muerte de nuestros padres... Gracias a él tuve una estancia más llevadera en la correccional, pero sin duda lo que más me ponía mal era que, después de todo lo que había hecho para que mi hermano me hiciera caso una vez, sólo había servido para que Dongyoung no fuese capaz ni de verme a los ojos.

Cómo le hubiese gustado a Yukhei haber conocido antes a Jungwoo, mucho antes. Lo hubiera protegido de cualquier mal, lo habría acompañado hasta el mismísimo fin el mundo sin pensarlo una vez. Cómo le hubiera gustado haber sido de Jungwoo desde un inicio.

-Claro que ahora las cosas cambiaron -el castaño sorbió por la nariz y sonrió -Dongyoung sigue siendo el mejor hermano del mundo, y yo trato de devolvérselo lo mejor que puedo.