Catch Me If You Can

5. Cercanía

-¿Qué le pasó a tu localizador?

Mil y una excusas se le ocurrieron a Jungwoo en un microsegundo, pero por algún motivo, no fue capaz de decir ninguna.

-Me lo quité.

La abuela de Yukhei abrió los ojos llenos de sorpresa mientras hacía una "o" con la boca.

-Bueno, supongo que ustedes dos tienen mucho de que hablar -la mujer caminó a la salida con un un paso lento y una sonrisa en el rostro -por cierto, Jungwoo...

El castaño se congeló cuando la mujer habló, seguramente lo correría de ahí y llamaría a la policía.

-Regresa alguna vez a tomar café, eres adorable.

Jungwoo soltó una risa nerviosa: -Claro que sí, volveré pronto.

Sin más que decir, la abuela de Yukhei salió de la cocina. Pero de inmediato, Jungwoo huyó a la puerta.

-¡No!, ¡Jungwoo, espera! -Yukhei corrió detrás del más bajo, y cuando logró sujetarlo del brazo, lo arrinconó en una pared cercana -¿no crees que me debes una explicación?

Jungwoo quedó atrapado entre Yukhei y la pared. Sus respiraciones sonaban acompasadas mientras volvían a la normalidad. El castaño observaba hacia arriba, directo a los ojos de Yukhei. Esos grandes ojos cafés que parecían demasiado profundos y perfectos.

Jungwoo quería sentirse enojado, quería que Yukhei sintiera al menos un poco de culpa por su desgracia, pero nuevamente, por alguna razón no podía sentirse de ese modo, no con Yukhei.

-Déjame ir, Yukhei -Jungwoo dijo cuando salió del trance de los encantadores ojos del más alto; tomó impulso, e intentó apartar a Yukhei con el hombro, pero el moreno lo tomó de los costados y lo devolvió a donde se encontraba.

-No, ¿por qué no tienes el localizador? -Yukhei preguntó, sin soltar al otro y ahora con el ceño fruncido.

-Es cosa que a ti no te importa.

-Sí me importa -el agarre de Yukhei se hizo más fuerte, sin llegar a lastimar.

-Pues no debería -Jungwoo respondió al instante, acercando más su cara al otro.

-Será mejor que me digas sino quieres que llame a la policía -Yukhei también acercó su rostro peligrosamente al otro, intimidándolo con la mirada.

Pero en cierto momento, el ceño de Yukhei se relajó, y también su agarre. Sus manos comenzaron a desplazarse lentamente hacia abajo, desde los hombros, luego los codos hasta llegar a la cintura del más bajo.

Jungwoo no fue tan diferente; su mirada era atraída como por un imán a los labios de moreno, sólo podía notar que eran de un color rosa intenso, y otra vez pudo percibir ese olor que lo achispaba.

Cuando Yukhei tuvo sus manos alrededor del castaño, comenzó a acortar la distancia entre ellos, y Jungwoo ni siquiera puso resistencia.

Y justo cuando el moreno casi podía adivinar a qué sabrían los labios de Jungwoo, sintió un tirón en el brazo. Cuando volvió a la realidad, su rostro estaba pegado contra la pared. A pesar de que sólo cerró los ojos por un segundo, Yukhei ya no entendía nada.

-Si te gusta tu rostro tal y como está, espero que no le digas nada de esto a nadie -Jungwoo susurraba en el oído de Yukhei mientras torcía ambos brazos del otro sobre su espalda.

-¿Decir qué? -Yukhei respondió en un jadeo de dolor -¿qué casi nos besamos?

Jungwoo reaccionó al instante, provocándole más dolor a Yukhei: -no te hagas el desentendido, Wong. Tú sabes de qué hablo.